El agro aporta el 69,3% de las exportaciones totales de 2020
En este año 2020, donde las exportaciones totales de Argentina llegaron a US$57.741 millones, las exportaciones primarias del agro alcanzaron a US$17.558 millones o sea el 30,5%, un número muy grande. Recordemos que toda la producción primaria del agro del país, que ha sido récord de nuestra producción en los últimos años, llegó al 6% del PIB. Pero esto no es todo.
Si además consideramos la producción de las manufacturas de origen agropecuario (MOA), las mismas alcanzaron en este ejercicio el valor de US$22.472 millones, que en los últimos 3 años se han mantenido en ese nivel y para 2020 representan el 38,9 % del total exportado.
En el gráfico hemos sumado las exportaciones del agro como sector primario, más las de las manufacturas de origen agropecuario (MOA), aunque no incluyen las exportaciones de combustibles de soja y otros productos que están en otra clasificación de las exportaciones argentinas.
¿Qué significa esta suma para el total del país? Que estas exportaciones del agro representan el 69,3% del total de exportaciones, sin incluir las de combustibles de origen agropecuario. Es evidentemente una cifra muy larga, por lo cual, como decía un exministro de economía, "nuestras reservas dependen de la cosecha". Si esta goza de las condiciones climáticas favorables, seguramente las reservas van a crecer. Esto se ha acentuado en los últimos 30 años, donde ha cambiado sustancialmente el sistema productivo del sector agropecuario.
Las exportaciones de Agro más MOA fueron también de 69% en 1988 y años siguientes, pero después bajaron al 50% de las exportaciones totales. Por suerte, ese número se ha recuperado hasta el casi 70% actual, aunque muestra la gran dependencia del campo que tiene el país.
Cuando hice mi curso de Chief Executive Officer (CEO) en Harvard y después vine como Directivo de las empresas Químicas de Bunge, como gerente general, uno de los temas que tenía que resolver era el del Sector Agropecuario de Cía. Química, que trabajaba con otra empresa que yo había comprado para el grupo Bunge y Born,Atanor, también del mismo sector.
Yo había ido en Harvard un sábado a la tarde de octubre de 1987 a una charla de una ingeniera que dijo que en Estados Unidos se estaba cambiando el método de sembrar la agricultura por la de "siembra directa", es decir, trabajar la tierra sin arar la misma. A mí me pareció revolucionario, así que iniciamos, con diversos apoyos, un sector en la empresa que se llamaba "Pro Agro", en la que tomamos un jefe y 12 ingenieros agrónomos jóvenes, a quienes les dimos un Renault 12, para recorrer 12.000 km por mes a cada uno visitando las chacras y campos de la Argentina. Mi idea era que con esto íbamos a vender mucho más herbicidas y pesticidas y semillas que antes, y esto se traduciría en resultados económicos.
Lo que no me imaginaba era que la producción de la agricultura iría a crecer mucho con el cambio de tecnología. Esta producción pasó de unos 29 millones de toneladas en 1989, cuando fui viceministro de Economía del país, a una producción de 140 millones de toneladas actuales, es decir, un aumento de 4,8 veces, lo que fue una gran sorpresa para mí. Incluso me dieron un premio de los sectores involucrados en la producción directa.
En definitiva el agro es aquel sector en el cual se basa nuestra economía y es fundamental para el país reforzar cada vez más a la producción tanto agrícola como pecuaria del país. Sin esto no hay forma de considerar la producción más eficiente de nuestra nación, y está mal colocar derechos o impuestos a la exportación de un sector clave del país. Esperemos que se reconozca esta gran parte de la producción clave de la Argentina.