EEUU: ascenso de la derecha radical
Durante la última década el Partido Republicano de Estados Unidos sufrió una metamorfosis, abandonando la posición de respetable derecha conservadora y aceptando, ahora, el comando de derechistas irresponsables y obtusos. En la actualidad, sus principales miembros se dedican a imponer al país una agenda nociva en términos sociales, económicos, ambientales y de reglas electorales.
Esta agenda incluye restricciones al libre debate de ideas, recortes en los programas de apoyo a las clases de bajo ingreso, limitación de la seguridad médica pública, rebaja de los impuestos sobre la renta para los ricos, disminución de la inversión estatal en transporte público, apoyo a la mentira de Trump de que Biden no fue elegido, propuestas de normas para dificultar el voto en las regiones favorables al Partido Demócrata, tolerancia con los medios de información propagadores de noticias falsas, oposición destructiva y poco ética a los presidentes demócratas. Este comportamiento adquiró calado nacional al penetrar en provincias donde los gobernadores y la mayoría de los miembros de las asambleas legislativas pertenecen al Partido Republicano.
En varios de estas provincias se introdujeron límites a lo que los profesores pueden decir en las aulas sobre la historia de EEUU, sobre todo en referencia a la discriminación racial, las desigualdades sociales y la existencia del colectivo Lgbtq. Ron DeSantis, gobernador de Florida y candidato a la presidencia, firmó una ley que prohíbe debatir en los centros de enseñanza pública sobre “teorías según las cuales los sentimientos de racismo, sexismo y opresión son inherentes a las instituciones de EEUU y se crearon para mantener las desigualdades sociales, políticas y económicas”. Las provincias de Arkansas, Iowa, Misuri y Ohio aprobaron leyes que aumentan las horas que los menores de 14 años o más pueden trabajar sin autorización previa. Los republicanos de 25 provincias introdujeron leyes que permiten a los residentes llevar armas en lugares públicos. Esta ley distorsiona el principio del “derecho a la autodefensa” y lo convierte en un derecho a amenazar a los demás.
Hasta ahora, los republicanos de corte moderado han estado oscurecidos y con un potencial electoral desconocido. Los electores sensatos del partido echan de menos eminentes personajes del pasado como Dwight Eisenhower, Nelson Rockefeller, George Bush padre, Robert Dole, John McCain y John Boehner. Si los actuales líderes republicanos toman el poder nacional, será inevitable la limitación de iniciativas que contradigan los intereses de las clases privilegiadas, sectores minoritarios de la población se sentirán incómodos, se debilitarán los mecanismos de protección del medio ambiente y la política exterior tomará rumbos imprevisibles.
Economista jubilado del BID, exprofesor en varias universidades brasileñas y consultor económico