Dónde invertir en una economía “albertizada”
El triunfo del Frente para Todos el último domingo se traducirá en un fuerte cambio en la política económica del país. Para el ahorrista es vital poder analizar y proyectar lo que se viene dejando de lado sus afinidades ideológicas y concentrándose en las variables que atañen a sus inversiones.
Es hora de dar vuelta la página. Hay que dejar atrás un modelo económico que fracasó por donde se lo mire. El "colchón bank" y otras alternativas conservadoras fueron el mejor destino que pudieron elegir las personas y familias con capacidad de generar excedentes monetarios o que acumulaban ahorros y lograron mantenerlos o incluso incrementarlos.
En resumen: durante el mandato de Cambiemos la Bolsa se derrumbó en términos reales (en 2018 y lo que va de 2019 es la que más cayó en el mundo medida en dólares), la inflación se duplicó, los plazos fijos pasaron en muchos períodos a terreno negativo y el dólar se disparó (más de 500% de suba punta a punta, casi el doble que la inflación).
¿Seguirá siendo el dólar la mejor opción para los 4 años que van desde el próximo 10 de diciembre de 2019 hasta el cierre de 2023? Mi opinión es que no. A continuación, los argumentos.
¿K de Kirchner o de Keynes?
La mayoría de los analistas augura tiempos venideros muy difíciles para el país, habida cuenta de la pesada herencia económica que deja el gobierno saliente. Mi opinión, basada en tantos años de estudios en la materia y de práctica, es muy diferente: salir de la crisis es más sencillo que evitar una recesión aún más profunda en una economía deprimida y un sobrecalentamiento inflacionario en una economía que después de una década regrese a la senda del crecimiento.
¿Por qué afirmamos esto? La evidencia empírica nos dice que desde que el inglés John Maynard Keynes concibió y posteriormente aplicó su Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero para reactivar la economía global en plena crisis del ‘30, el mundo cuenta con una especie de "manual de formas y procedimientos" de alta eficacia en situaciones delicadas como la actual.
El equipo económico del nuevo presidente parece tenerlo muy en claro y, por lo que adelantaron sus principales exponentes, es de esperar que las políticas keynesianas vuelvan a ganar terreno como lo hicieron durante buena parte de los gobiernos kirchneristas.
¿De qué se trata este modelo de reactivación económica? Básicamente, de un Estado activo encargado de ofrecer empleo con el fin de estimular la demanda, el consumo y con ello la economía. Podemos esperar una baja de las tasas de interés para estimular la inversión privada productiva y un aumento del poder adquisitivo de los ciudadanos que debería observarse desde los inicios del nuevo gobierno.
Por supuesto, hay grandes desafíos. Uno de los principales consistirá en negociar con el FMI para que acepte un mayor déficit fiscal primario (antes del pago de deudas) necesario para reactivar la economía.
No será sencilla la aplicación del modelo keynesiano en un país nuevamente muy endeudado en dólares. Pero lo que está claro es que Alberto Fernández intentará denodadamente ejecutarlo para lograr una recuperación mucho antes de lo que la mayoría imagina.
Dónde invertir en una economía "Albertizada"
Así como estuvimos alertando durante todo el mandato del gobierno saliente en cuanto a no invertir en acciones argentinas bajo la premisa de que la Bolsa no crece en períodos de ajuste, en un país donde el consumo volverá a ser el motor principal de la economía, las inversiones productivas serán las más atractivas. Con inversiones productivas nos referimos no solamente a emprendimientos de lo que se denomina economía real, sino también a la compra de acciones de empresas líderes que cotizan en la Bolsa, con un horizonte de largo plazo. ¿Las razones? Una mayor demanda de bienes y servicios incrementaría sus ventas y sus márgenes de ganancias, lo que repercutiría favorablemente en sus balances y en su valuación bursátil.
A las pruebas me remito: en el período del 25/5/2003 al 10/12/2007 se registró un alza del 238% promedio de las acciones líderes, mientras que entre el 10/12/2007 y el 10/12/2015 la suba fue del 493%. En esos 12 años la inversión bursátil superó ampliamente a la suba del dólar contra el peso. Es esperable que esta situación se repita durante el mandato de Fernández.
La selección de activos debería basarse especialmente en empresas de consumo masivo, del sector industrial y del sector bancario. En la rama tecnológica, Mercado Libre y Globant resultan muy atractivas. Los ahorristas e inversores deben saber que no cotizan en el panel líder. A la hora de buscar su cotización y operarla se las encuentra entre los Cedear (Certificados de Depósito Argentinos que representan a los títulos valores de empresas no argentinas que cotizan en la plaza porteña).
De lado deberían quedar las empresas de servicios públicos cuyas tarifas serán congeladas y deberán sobrevivir a base de subsidios.
La inversión en propiedades también se vuelven atractivas en este contexto: la recuperación de poder adquisitivo debería incrementar la demanda de viviendas para alquilar y con ello la construcción. Sumado a ello, la devaluación de la semana pasada reduce el costo de insumos importantes como la mano de obra y materiales. Recordemos hoy que la rentabilidad para el propietario que alquila se encuentra en mínimos históricos medida en dólares.
Conclusión
Las primeras medidas económicas que tome el nuevo gobierno serán fundamentales para saber si este análisis está bien encaminado o no. Ahí veremos si pueden más que las presiones de organismos internacionales como el FMI, de gobiernos de países ricos y de multinacionales a favor del ajuste, el superávit fiscal, la flexibilización laboral y la apertura comercial.
Quizás, solo quizás, estemos ante una gran oportunidad como inversores y convenga desempolvar parte de los dólares celosamente atesorados durante estos últimos años para generar ingresos vía inversiones, que, al fin y al cabo, es lo que debe suceder en una economía normal y en etapa de recuperación (se calcula que hay más de 300 mil millones de dólares de Argentinos "debajo del colchón").
Dentro de unos meses, renovaremos la lectura de la situación en pos de ayudar al inversor minorista en este río casi siempre revuelto que se ha dado en llamar la Argentina.