Donación de plasma: el gesto solidario que puede salvar muchas vidas
En los últimos días, comenzó a cobrar mayor visibilidad la importancia de la donación de plasma de pacientes recuperados del Covid-19. Pero ¿qué significa? ¿Por qué es tan importante? En primer lugar, porque la vida de millones de personas en el mundo depende de este enorme gesto solidario. Según la Organización Mundial de la Salud, una donación de plasma puede salvar hasta tres vidas.
El plasma es un componente que representa aproximadamente el 55% del volumen sanguíneo. Al igual que la sangre, es un recurso muy importante para la medicina ya que no existe al día de hoy un método para su fabricación. Esto significa que solo el propio cuerpo humano es capaz de producirlo, por lo que se puede obtener únicamente por donación voluntaria.
La donación de plasma es similar a la sanguínea, con la diferencia de que luego de la separación de este líquido, el resto del contenido (glóbulos rojos, blancos y plaquetas) vuelve al paciente reconstituido en una solución salina. La sangre que se extrae del paciente es automáticamente separada del plasma, reconstituida y nuevamente ingresada al paciente donante.
A nivel industrial, existen laboratorios que se especializan en la producción de medicamentos derivados de plasma. Estas empresas se encargan de la recolección, análisis, fraccionamiento y purificación de los componentes proteicos del plasma que constituyen los principios activos de estos medicamentos. Si bien la recolección y obtención puede tomar entre una ó dos horas, todo el procedimiento de purificación hasta la obtención del producto terapéutico puede tardar hasta nueve meses, convirtiendo esta producción entre las más laboriosas dentro de la industria farmacéutica.
El plasma de pacientes sanos sirve como materia prima para la generación de diferentes medicamentos y tratamientos. Su principal activo es su contenido proteico, el cual es muy variado y genera diversas aplicaciones biomédicas. Por ejemplo, las proteínas plasmáticas como la albúmina y el fibrinógeno son empleadas para el desarrollo de apósitos que favorecen la regeneración del tejido injuriado como, por ejemplo, cortes, quemaduras y úlceras.
Otros factores proteicos purificados del plasma de pacientes sanos, permiten tratar a pacientes deficientes de algún factor de coagulación, como es el caso de la hemofilia y otras enfermedades raras y hereditarias de la sangre.
Por último, las inmunoglobulinas plasmáticas son cruciales para el tratamiento de diferentes enfermedades autoinmunes. Según la OMS existen más de 150 diferentes inmunodeficiencias primarias que requieren del tratamiento crónico con estos anticuerpos. Esto asegura que los pacientes puedan resolver infecciones que de otro modo serían potencialmente letales.
También es importante hablar de plasma convaleciente, es decir, el que se obtiene de la sangre donada de pacientes que han atravesado recientemente una enfermedad infecciosa de forma exitosa. Estos pacientes han generado una cantidad significativa de anticuerpos específicos contra el patógeno infeccioso (virus, bacteria o parásito). La terapia basada en la transfusión de este plasma rico en anticuerpos a pacientes con infección activa se denomina inmunidad pasiva.
Esto significa que el plasma de los pacientes que han sorteado el Covid-19 exitosamente presenta anticuerpos con una alta especificidad contra la cepa del virus que lo infectó. De presentar alta concentración de estas inmunoglobulinas en sangre, este paciente puede ayudar a muchas personas a recibir su inmunidad pasivamente a través del plasma donado. Aquí se aplica las mismas normas que para la donación de sangre: el paciente debe estar sano (libre de cualquier enfermedad transmisible) y solo se puede transfundir a pacientes con compatibilidad sanguínea.
Un paciente recuperado recientemente podría presentar una alta tasa de anticuerpos en su plasma. La transfusión de este plasma rico en anticuerpos a un paciente infectado le permitiría adquirir pasivamente esa inmunidad. Entonces, respondiendo a la pregunta inicial: ese contenido de inmunoglobulinas anti-coronavirus que exitosamente resolvió la infección en el paciente donante permitiría a priori neutralizar el virus en el paciente infectado. En búsqueda de corroborar esta hipótesis se están corriendo los estudios pertinentes que permitirán evaluar efectivamente los beneficios.
Docente del Departamento de Bioingeniería del ITBA