Disyuntiva entre economía y salud: mirando más allá de lo inmediato
Por Nicole Moscovich y Eric Grosembacher
Mientras algunos piden priorizar la economía relajando la cuarentena, otros son partidarios del aislamiento para preservar la salud. A priori, se alega que lo primero tiene un alto costo en vidas y lo segundo una enorme pérdida de riqueza. Pero es menester preguntarnos: ¿cuál sería el costo económico de levantar la cuarentena? En otras palabras, ¿el aislamiento obligatorio es peor para la economía que la pandemia en sí?
Al respecto, una reciente publicación sobre el impacto económico de la fiebre española de 1918 en la economía estadounidense en comparación con el COVID-19 llegó a una importante conclusión: las políticas de distanciamiento adoptadas no necesariamente deprimen la economía más que la pandemia (Correia, Luck y Verner, 2020 ). Los autores encontraron que el distanciamiento obligatorio no solo colaboró con una baja en la mortalidad, sino que mitigó adversidades en el mediano y largo plazo.
"No podemos permitir que la cura sea peor que el problema en sí mismo" clama como Donald Trump para pedir un distanciamiento menos estricto. Pero contrario a este tipo de afirmaciones alarmistas, estamos lejos de tal escenario. No es realista hipotetizar que, si se levantara la cuarentena, la economía volvería a la normalidad.
Está claro que las medidas de distanciamiento reprimen la actividad. Sin embargo, una pandemia también lo hace en ausencia de tales medidas cada vez que los hogares deciden reducir el consumo para disminuir la probabilidad de infectarse. En ese sentido, una cuarentena ordenada permite resolver problemas de coordinación. Al mismo tiempo, puede ser cierto que una fuerte crisis implique más muertes, pero difícilmente sea comparable con la tasa de letalidad ante la libre circulación del virus.
No quedan dudas de que la Argentina no puede evitar una recesión. Por ello, el desafío inmediato del gobierno es no solo aplanar la curva de casos con coronavirus sino también aplanar "la curva económica", para lo cual será fundamental la implementación de políticas púbicas que permitan asistir estratégicamente a las empresas, manteniendo puestos laborales y asegurando el pago de salarios.
En este sentido, queda expuesta la necesidad de un rol estatal fuerte y decisivo que trabaje con evidencia. La gobernanza discrecional ya se cobró miles de vidas en otros países y sin poder esquivar un fuerte shock. Flexibilizar la cuarentena de forma apresurada, sin protocolos, no sólo no devolvería de un día para el otro el camino de crecimiento. Aún peor, hubiera un nuevo brote de infectados traería consigo grandes costos políticos, poniendo en jaque la gobernabilidad del ejecutivo.
Estamos frente a una decisión moral, pero también sanitaria, política y económica. Por eso es inminente fortalecer la cooperación entre los diferentes niveles de gobierno, colores partidarios y actores indispensables para hacer frente al virus que pone en jaque al mundo.
Lo importante no es obsesionarse con la inevitable caída de la economía en los meses inmediatos, sino prepararse para decidir lo que sucederá después.
A nivel mundial, la experiencia más reciente nos da razones para creer que un poder ejecutivo centralizado y robusto, en la ejecución de políticas coordinadas y articuladas con los diferentes niveles de gobierno, permite aplanar la curva, mitigar el colapso y enfrentar la pandemia con una mayor expectativa de recuperación económica.
Mantener la cuarentena hasta que la tasa de contagio sea cercana a cero impone grandes costos económicos. Pero las ventajas relativas de largo plazo parecen más que compensarlos con una buena articulación del Estado. En definitiva, se trata de una discusión entre presente y futuro arbitrada por las reglas de juego que hacen frente a la pandemia.
Nicole Moscovich es Licenciada en Ciencia Política UBA, Maestrando en políticas públicas en UTDT. Asesora en el Ministerio de Desarrollo Productivo
Eric Grosembacher es Licenciado en Economía por UCEMA y maestrando en políticas públicas en UTDT. Asesor en GCBA