Distintos niveles de popularidad de los presidentes latinoamericanos
Se acaban de difundir los resultados de una interesante encuesta reciente realizada por IPSOS-Public Affairs, que midió los niveles actuales de popularidad de los distintos presidentes de América latina. Ella se realizó consultando específicamente a casi tres centenares de líderes de opinión de todos los rincones de la región y a periodistas especializados durante el período transcurrido desde noviembre de 2016 hasta enero del año en curso.
Los mandatarios de nuestra región que, a estar a los resultados de esa encuesta, mejor miden son: Juan Manuel Santos, de Colombia; Tabaré Vázquez, de Uruguay y nuestro presidente, Mauricio Macri, en ese orden.
Los porcentajes de aprobación son, para ellos, realmente muy significativos. Concretamente, del 74% para Santos, del 70% para Vázquez y del 64%, para Macri.
La alta cifra de aplauso para el Premio Nobel de la Paz Juan Manuel Santos hoy podría haber disminuido algo, como consecuencia de las acusaciones que le imputan haber recibido indirectamente dinero de Odebrecht, destinado al financiamiento de su última campaña electoral. Estas acusaciones son llamativamente paralelas a las que en su momento se hicieran contra el ex presidente colombiano Ernesto Samper, que acaba de renunciar a la Secretaría General de UNASUR. Como duro resultado de ellas, lo cierto es que Ernesto Samper aún no puede ingresar al territorio de los Estados Unidos, país que le niega la posibilidad de obtener la visa del caso.
A su vez, los presidentes que peor miden en nuestra región, son: el ecuatoriano Rafael Correa, con apenas un 36% de aprobación; el dictador cubano, Raúl Castro, con un débil 31%; el asediado por acusaciones de corrupción presidente de Brasil, Michel Temer, con un escaso 30% de aprobación; el presidente de México, Enrique Peña Nieto, con sólo un 25% de aprobación; y, no inesperadamente, el claramente peor de todos es el presidente venezolano Nicolás Maduro, que aparece con un escuálido 6% de aprobación, con nada entonces. Rechazado por su pueblo.
Los otros tres mandatarios regionales cuya popularidad midiera la encuesta referida específicamente, son: Pedro Pablo Kuczynski, del Perú, que obtuvo un saludable 61% de aprobación; y Michelle Bachelet, de Chile, que tiene un 58% de aprobación. Bien por debajo de ellos aparece el eterno presidente boliviano, Evo Morales, con una flaca aprobación del 41%, esto es menos de la mitad del total de los encuestados.
A su vez, las respectivas tasas de desaprobación registradas por la encuesta comentada son las siguientes: para Juan Manuel Santos, del 23%; para Tabaré Vázquez, del 14%; para Mauricio Macri, del 14%; para Rafael Correa, del 58%; para Raúl Castro, del 64%; para Michel Temer, del 26%; para Enrique Peña Nieto, del 67%; para Pedro Pablo Kuczynski, del 12%; para Michelle Bachelet, del 40%; para Evo Morales del 56%; y para el repudiado Nicolás Maduro, de un increíble 91%.
No es imposible que la débil imagen del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, comience pronto a fortalecerse por impacto del nacionalismo si, de pronto, su desempeño en la difícil pulseada comercial e inmigratoria que tiene en curso contra el presidente norteamericano, Donald Trump, lo justifica.
Así están las cosas en nuestra región latinoamericana. Relativamente tranquilas, al menos aparentemente, para los jefes de estado de Colombia, Uruguay, Argentina, Perú y Chile. Bastante más complejas para los de Bolivia y Ecuador. Y francamente adversas, al menos en términos de imagen, para los presidentes de Cuba, Brasil, México y Venezuela.