“Regalar” vida
Si le hicieran una propuesta para que a través de un acto sencillo, gratuito y sin riesgos para la salud, pudiera salvar la vida de al menos tres personas, ¿no aceptaría? Bien, ahora es su oportunidad, desde la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) le proponemos que se convierta en un donante voluntario y regular de sangre. Se trata de un acto simple que resulta clave para los sistemas de salud y salva la vida de millones de personas cada año en el mundo.
La donación de sangre contribuye a que pacientes con enfermedades potencialmente mortales vivan más tiempo con mejor calidad de vida, y posibilita la realización de intervenciones médicas y quirúrgicas complejas. Asimismo, tiene una función vital en la atención maternoinfantil, el embarazo y las respuestas de emergencia a los desastres, como terremotos o grandes accidentes, por ejemplo.
Sólo se necesita pesar más de 50 kilos, tener entre 18 y 65 años, y llevar una vida sana para poder "regalar vida". El objetivo es que cada vez más personas puedan convertirse en donantes regulares y voluntarios, y no esperar a que alguien allegado lo requiera para realizar la donación.
Así, cada vez más países lograrán alcanzar un 100 por ciento de donación voluntaria y no habrá que salir a buscar donantes cada vez que una persona cercana lo necesite, sino que la práctica habitual de todos los que podamos hacerlo abrirá paso a un sistema de donación voluntaria segura y de calidad.
Hoy, muchas personas ya lo hacen y es a ellos a quienes les agradecemos especialmente este 14 de junio, Día Mundial del Donante de Sangre. Este día es un homenaje a quienes salvan la vida de otros a través de la donación de sangre voluntaria.
De acuerdo con datos de la OMS, la tasa de donación de sangre por cada mil personas es de 32,1 en los países de ingresos altos, 14,9 en los de ingresos medios altos, 7,8 en los de ingresos medios bajos y 4,6 en los de ingresos bajos. En Argentina, en tanto, se necesitan 5.000 donaciones diarias, según información oficial.
Entre 2008 y 2013 se registró un aumento global de 10,7 millones en las unidades de sangre donadas por donantes voluntarios no remunerados. En 74 países, este grupo de donantes suministró más del 90% de las unidades de sangre; sin embargo, en 71 países más del 50% del suministro de sangre lo aportaron familiares o allegados o donantes remunerados, señalan los datos de la Organización.
En este escenario, muchos países siguen teniendo problemas para ofrecer sangre suficiente y garantizar su calidad y seguridad. Por eso, es clave que cada vez más personas puedan sumarse en beneficio de toda la sociedad. Los servicios de sangre que permiten a los pacientes acceder a sangre y productos sanguíneos seguros en cantidades suficientes cumplen con un componente clave de los sistemas de salud eficaces.
Esa es nuestra meta: un sistema que logre mantener un suministro de sangre suficiente, seguro y sostenible gracias a la participación de la sociedad a través de donaciones durante todo el año. Así todos podrán "compartir vida". Un acto que, sin dudas, vale la pena.