Detener la guerra de agresión rusa y establecer la paz justa y duradera en Ucrania, necesidad primordial común
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El 24 de febrero es una fecha trágica en la historia moderna de Ucrania. Ese día se cumplen 2 años de la guerra imperialista a gran escala desatada por Rusia contra Ucrania. Pero la agresión rusa comenzó mucho antes, el 20 de febrero de 2014, con la invasión rusa a la República Autónoma de Crimea. Ahora la guerra rusa, la más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, está en marcha.
Cada día en Ucrania los agresores están haciendo las cosas más terribles y crueles de lo que se puede imaginar. Decenas de miles de ucranianos fueron asesinados. Millones de nuestros ciudadanos sufrieron pérdidas enormes: fallecieron sus seres queridos, amigos, sus hogares se encuentran destruidos. Hasta ahora, alrededor de la quinta parte del territorio soberano de Ucrania permanece ocupado por Rusia. Allí la vida humana no vale nada. Cuando viene Rusia, siempre trae consigo represiones y asesinatos, torturas y saqueos totales.
Los órganos ucranianos relevantes iniciaron investigaciones sobre 124.651 crímenes de guerra y de agresión. Ellos comprenden 11.839 asesinatos (incluidos los de 523 niños), así como 18. 871 causas sobre civiles heridos. ¡Imaginen cuántos crímenes cometieron ocupantes rusos desde 2014! Los invasores podrían haber deportado entre 200.000 y 300.000 niños de Ucrania a Rusia. Ya se documentaron 19.546 casos. Los ocupantes rusos continúan cometiendo actos ilegales contra los niños ucranianos, cambiando su ciudadanía, transfiriéndolos a familias rusas y rechazando sus intentos de salir de Rusia.
El 17 de marzo de 2023, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y la comisionada rusa para los derechos del niño, Maria Lvova-Belova. Se los acusa de organizar la deportación forzosa de niños desde los territorios ucranianos ocupados, lo que constituye una violación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
Rusia continúa aterrorizando a civiles ucranianos atacando infraestructuras críticas y viviendas con misiles, MLRS, bombas aéreas guiadas y drones. Desde el comienzo de la guerra a gran escala, los agresores dispararon más de 7,5 mil misiles y más de 3,8 mil drones Shahed contra Ucrania. El país invasor destruyó y dañó más de 147.000 objetos de infraestructura civil en Ucrania. Fueron arruinadas más de 200 escuelas y damnificadas unas 1,6 mil.
La guerra rusa contra Ucrania causó muchos daños ambientales que resultaron en una contaminación sin precedentes, alteración de ecosistemas. El país agresor recurre deliberadamente al ecocidio en nuestro país. Una de las pruebas de eso, en particular, es el acto de terrorismo, la detonación el 6 de junio de 2023 de la represa de la Central Hidroeléctrica de Kajovka en el óblast de Kherson, Ucrania. Debido a la agresión rusa, nuestro país se convirtió en uno de los más minados en el mundo: aproximadamente un tercio del territorio ucraniano sigue siendo potencialmente peligroso debido a las minas rusas y las UXO.
En estas condiciones tan duras, seguimos resistiéndonos ejerciendo nuestro derecho inalienable a la legítima defensa en virtud del artículo 51 de la Carta de la ONU. Ucrania lucha heroicamente por su libertad, independencia, integridad territorial, por su presente y futuro, hace frente al llamado “segundo ejército del mundo”. El 50% del territorio ocupado por Rusia después del 24 de febrero de 2022 fue liberado por las Fuerzas de Defensa de Ucrania.
Agradecemos a nuestros socios internacionales por su solidaridad y apoyo, por la ayuda humanitaria, financiera, técnico-militar y las medidas restrictivas contra el país agresor, necesarias para detener el genocidio del pueblo ucraniano.
Apreciamos la posición de la Argentina por condenar la agresión rusa, por votar a favor y copatrocinar resoluciones ucranianas en la ONU y otras organizaciones internacionales. Con la ayuda de Cascos Blancos de la cancillería argentina, diáspora ucraniana y judía, empresas, organizaciones y ciudadanos argentinos, ya enviamos 16 cargas humanitarias a Ucrania de más de 142 toneladas. Una herramienta muy importante para poner fin a la agresión rusa es la Fórmula de Paz del presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky.
Distinguimos en particular a la Argentina, que se sumó a las reuniones en Yeda (Arabia Saudita) el 5 de julio y en Valeta (Malta) el 28 de octubre del año pasado, así como en Davos (Suiza) el 14 de enero de 2024 sobre la implementación de la Fórmula de Paz.
El continuo crecimiento en el número de participantes en estas reuniones demuestra el inquebrantable apoyo internacional a los principios de la Fórmula.
La Cumbre Global de Paz, que tendrá lugar en marzo en Suiza, será un hito importante y reafirmará al más alto nivel el compromiso de lograr una paz integral, justa y duradera en Ucrania basada en la Carta de las Naciones Unidas.
Además, unos de los elementos imprescindibles para garantizar la justicia serán el lanzamiento del Tribunal Especial para el crimen de agresión de Rusia contra Ucrania, así como del mecanismo internacional de compensación por todos los daños causados por esta guerra. Esperamos que la Argentina se sume a los esfuerzos conjuntos en este importante camino para prevenir la impunidad.
Ucrania sigue luchando para que prevalezca la ley y la Carta de la ONU, para que los convenios y tratados internacionales sean efectivos y para que todos en el mundo tengan garantías de que no se cometerá ningún crimen de agresión contra ellos. Contamos con que todo el mundo civilizado se una aún más en torno al apoyo a Ucrania y la restauración del orden jurídico mundial basado en reglas.
Embajador de Ucrania