Desdoblar las elecciones, una facultad de las autonomías
La presidencial decide, casi siempre, la suerte de gobernadores, intendentes y legisladores por el efecto arrastre
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Existen muchas ópticas desde donde mirar los alcances de las autonomías. De hecho, desde que se discute el tema ha habido tantos fallos de la Corte que la legitimaron como impugnaciones a determinados recursos. Como sea, hay algo que resulta fundamental y que condiciona de modo determinante el ejercicio pleno de las facultades que otorgan las autonomías y que radica en el calendario electoral.
Es claro que mientras el sistema electoral vigente continúe sin modificaciones, persistirá el primer perjuicio para los ciudadanos, que atenta contra las autonomías, que es el de no poder elegir al candidato a intendente y a gobernador de manera separada de la boleta presidencial, que es la que verdaderamente tracciona. Por diversos motivos, en la Argentina no existe una gran cultura de corte de boleta, por tanto la presidencial decide -casi siempre- la suerte de gobernadores e intendentes. Ocurre lo mismo con los legisladores. Indudablemente, esto implica un riesgo enorme y es nada más y nada menos que no elegir a quien queremos elegir. ¿Por qué motivo, entonces, no se desdoblan las elecciones por categoría? ¿Por qué se resiste ese cambio, si de lo que se trata es que la ciudadanía pueda elegir libremente a sus representantes?
Es evidente que el sistema electoral está diseñado de acuerdo al criterio político y que con esa lógica hay una gran porción de la clase dirigente que se ve beneficiada por el efecto “arrastre”, que le permite a muchos seguir ganando elecciones en distritos devastados. Más allá de lo que la política motorice como continuidad o como cambio, como sociedad debemos replantearnos hasta cuándo vamos a sostener los privilegios de la clase dirigente en detrimento de los legítimos derechos de la población. En una sociedad libre, el primer derecho es el de poder elegir. Si no hacemos respetar ese derecho, se vulnerarán todos los demás. En definitiva, si elegimos con la voluntad manifiesta de hacerlo de acuerdo a la valoración de las propuestas y/o la gestión, inexorablemente vamos a vivir mejor. Es justo y necesario que la gente pueda discernir a quién está votando, del mismo modo que resulta imprescindible hacer respetar las facultades de las autonomías. Modificar el calendario electoral es el primer paso.
El autor es Diputado bonaerense de Juntos por el Cambio