Defendamos la escuela pública
entre 2008 y 2013, durante los seis años de gobierno de Mauricio Macri, se han cerrado con éxito cinco paritarias docentes –las últimas cuatro en forma consecutiva– que permitieron iniciar las clases en la fecha prevista, el pasado miércoles 27 de febrero. Es curioso que un gobierno que sus opositores consideran que tiene sin cuidado la escuela pública haya alcanzado nuevamente un acuerdo con los gremios docentes de la ciudad defendiendo, precisamente, la escuela pública.
Pero sería un error considerar que por este hecho hemos tenido éxito. Sólo hemos llegado al umbral que nos permitirá avanzar hacia los objetivos reales.
Hay que volver a valorar la educación. El primer paso es que los maestros tengan un salario digno. Hemos acordado en la paritaria un aumento promedio del 26% en dos pagos. Pero para el caso del maestro inicial el salario mínimo llega al 31% o 4100 pesos para media jornada y 8200 para jornada completa, ambos superiores a la inflación real.
Valorizar la educación es trabajar, además, para que más jóvenes sigan la carrera docente. La realidad dice que estos jóvenes dejaron de seguir la carrera no sólo por el salario. Había un enorme prestigio, que se perdió. La recuperación de esta imagen es una de nuestras preocupaciones centrales. Para eso creamos el programa Sé Maestro, para promover la carrera docente entre los jóvenes.
Tenemos que enfrentar otra realidad: la baja calidad actual de la educación argentina. No hay prueba internacional en la que no hayamos descendido en los últimos quince años. Nos resistimos a ver este deterioro porque repetimos la vieja idea de Sarmiento: la demanda en educación es inversamente proporcional a su necesidad. Pareciera que no queremos aceptar lo que es obvio: retrocedimos.
El primer paso para dar en una recuperación es realizar una correcta y profesional evaluación de nuestros docentes y alumnos. Para dar el segundo paso, iniciamos una serie de capacitaciones universitarias para supervisores, directivos, profesores para la mejora de la gestión y la práctica docente, a fin de lograr un impacto positivo en la formación de los estudiantes. Una computadora por alumno (Plan S@rmiento BA) e inglés desde primer grado también son grandes pasos en esta dirección.
La educación no son sólo edificios, docentes y alumnos. El cuadro real es más amplio: lo integran también las familias y la comunidad en su conjunto. Educación no es sólo saber el nombre de la capital de los países y la regla de tres simple. Tiene que ver con los valores que se viven o no en ese contorno formado por la familia y la escuela.
En el promedio de las últimas encuestas la educación figura en sexto lugar entre los temas que preocupan a la mayoría, después de inseguridad, inflación, desempleo, corrupción y salud. La dirigencia existe para mirar la realidad desde otra perspectiva y poner en marcha la solución de los conflictos. La primera obligación es pensar cuántas de esas preocupaciones desaparecerían o disminuirían si la educación estuviera en el centro de las preocupaciones de la sociedad.
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