De caraduras y parásitos
"Es un caradura que no trabajó en su vida". (De Sergio Schoklender sobre el líder de la CTEP, Juan Grabois)
Han sido días intensos, de desalojos de tierras usurpadas –las últimas ocupadas bajo la fachada de una disputa familiar, en Entre Ríos–, de cartas envenenadas y de definiciones públicas o, peor, de indefiniciones, que no hacen más que confundir. Una de estas corre por cuenta del Presidente. Permitió con su zigzagueo sobre la ocupación de un campo en Entre Ríos, encabezado por Juan Grabois, el dirigente del Frente de Todos mimado por Cristina Kirchner, que se pusiera en duda la suerte de la propiedad privada en la Argentina. No fue suficiente que el jefe del Estado repitiera que es una "estupidez profunda" decir que la propiedad privada está en riesgo en el país, porque mientras lo hacía había funcionarios y funcionarias de su gobierno –¿serán algunos de los que no funcionan?– que justificaban la toma en Entre Ríos, e incluso una de ellas se quedaba a dormir junto a los usurpadores.
Una de las máximas de Néstor Kirchner era "no miren lo que digo, miren lo que hago". Alberto Fernández parece no recordarlo. Habló de las usurpaciones, pero dejó hacer. Esta semana, un influyentes integrante de la administración de Donald Trump y flamante presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, señaló la reiteración de mensajes equívocos como una de las debilidades del Gobierno: "El Gobierno es claro en los mensajes a los inversores, pero no es claro en las políticas para los inversores".
La especulación sobre la resolución judicial del conflicto del campo de los Etchevehere le salió mal a la Casa Rosada y contribuyó a alimentar todo tipo de teorías. Más aún con el guiño a las ideas esbozadas por el líder de la CTEP en el Proyecto Artigas. Grabois no ocupó tierras, dijo Fernández, "estaba recibiendo un campo de alguien que lo cedía (sic)". La propuesta de Hebe de Bonafini tampoco ayuda a calmar las aguas. "Hay que sacarles tierras a los ricos, la mitad de lo que tengan", vociferó.
Mientras la confusión no se disipa, algunos no tienen reparos al hablar de las usurpaciones. Como Sergio Schoklender, procesado en la causa Sueños Compartidos, que se despachó contra Grabois. "Es de la peor calaña, usa a la gente más necesitada para mandarla al frente. Es un caradura que no laburó nunca en su vida", afirmó.
"Parásitos", contribuyó en la descripción Luis Miguel Etchevehere, y completó: "El Gobierno es cómplice".