Reseña: Kamikaze, de José María Brindisi
Los diez relatos de Kamikaze, nuevo libro de José María Brindisi (Buenos Aires, 1969), tienen formatos y extensiones diversas, pero recuperan un universo que resulta central en el autor de libros como Berlín y Placebo.
En el primero de los cuentos, hay un personaje fuerte y bien real: Ernest Hemingway. Le gustaba al padre del narrador (que también pescaba, al igual que el estadounidense). Como resulta inevitable, el último momento de vida del escritor (el suicidio) tiene un peso importante en la historia.
Hay también relatos extensos: "Últimos trenes", por ejemplo, o "Las sombras", que se vuelven grupales y, en parte, generacionales. Son tramas que van dibujando un modo de madurar o de quedarse atrás, con momentos de indecisión, de traición leve o no tan leve, y que proponen cierta distancia entre la potencialidad de los elementos a favor (buena posición económica, facilidad de desplazarse a sitios como Europa) y un refinado fracaso, tanto en el campo afectivo como en el profesional. También aparece la costumbre de ocultarlo todo con una actitud entre cool e indiferente. Pero el grupo, la barra, las parejas, el narrador muy especialmente, perciben la verdad del desgaste.
Los cuentos de Kamikaze tienen un nivel sólido, parejo, bien construido, aunque se destacan por el tono dos relatos. Uno de ellos es el último, que alude al título del libro sin repetirlo. En él aparecen los prometidos kamikazes, referidos en un libro de cartas enviadas por soldados (que incluye algunos de Malvinas). El relato se titula, sin embargo, "El amor en fuga" –un título más adecuado– porque el eje es la posible llamada de una mujer, aguardada a lo largo de los años con expectativa, pero con horror al momento de narrar.
El otro relato, "Antes del carnaval", queda fijado en la memoria por sus variaciones: reaparece la posibilidad del suicidio, pero sin atajos literarios, con toques de novela policial negra. En él se describe el trayecto laberíntico de alguien que va y viene en las vísperas de carnaval, con un arma que lo espera en su cuarto, creciendo sin moverse. El remate, generado por una presencia infantil que irrumpe y desarticula el mecanismo autodestructivo que parecía haberse armado, funciona con una sorpresiva eficacia que Brindisi maneja con destreza e inteligencia.
Kamikaze
Por José María Brindisi
Entropía 154 páginas$ 490