¿Cuántos salarios cuesta una vivienda?
Una vivienda cuesta hoy 120 salarios y lo peor es que este costo llegó a 140 salarios y es bueno recordar que en la época de la convertibilidad había llegado a bajar a 30 salarios dicho costo, y eso que venía de un costo de 40 salarios en 1994/1996.
Esta es una de las variables claves de la economía actual: ¿cuánto cuesta hoy una vivienda? Para ello elegimos un departamento usado de 50 m2 en la Ciudad de Buenos Aires y para los ingresos consideramos el salario sujeto a aportes de un trabajador medio de nuestra economía. Para comprender mejor esta relación nos basaremos en las cifras de la Secretaría de Trabajo para el salario y para el departamento usado en las informaciones del Reporte Inmobiliario. Este nivel está en los 120 meses de salarios y lo peor, como hemos dicho, es que llegó a 140 veces los salarios mensuales que hay que comprometer para comprar una vivienda chica.
Este valor explica la muy escasa venta de departamentos usados o nuevos de nuestra economía. No se puede encontrar la forma de financiamiento tan buena que se tenía en la convertibilidad (básicamente en dólares) que se perdió al finalizar el 1=1 con Eduardo Duhalde y luego, en mayor medida, con Néstor y Cristina Kirchner y peor aún con la gestión de Mauricio Macri.
¿Cómo se explica esta evolución que implica, de una manera u otra, la reducción tan violenta del mercado de viviendas? Básicamente es por la caída del salario real frente a la inflación y de un valor de los terrenos y de la posterior construcción o venta del departamento usado que, si bien retrocedió algo en dólares, se actualizó mucho expresado en pesos argentinos. Este proceso redujo este mercado a las cifras tan bajas que tenemos hoy.
Es importante poder volver a los momentos de economía de los años 90 que iniciamos nosotros y se continuó con la convertibilidad en 1991 con Domingo Cavallo y luego Roque Fernández y que hoy desearíamos tener, especialmente con un valor de 30 salarios como precio efectivo de un departamento usado.
Esto hay que lograrlo por medio de una organización de la economía que piense en el que tiene que llegar a comprar su primera vivienda, aunque sea chica, y que el precio de la misma sea alcanzable por los principales demandantes: los asalariados.
El gráfico que resume estas 2 variables, el costo del departamento usado y lo que la gente gana, simplifica de una manera muy clara, contundente, la realidad ínfima del mercado inmobiliario actual. Hay que recuperar el valor de la vivienda en términos del número de salarios efectivo que hay que comprometer para adquirir la misma.