¿Cristina diputada?
Mientras tanto, el discurso de la Presidenta apunta a hacer lo mismo que ella les ha cuestionado a sus adversarios y a los economistas “agoreros”: meterle miedo a la ciudadanía
En forma elíptica, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dejó flotando en el Congreso , durante su mensaje de apertura de las sesiones ordinarias, dos mensajes: que no descarta para nada la posibilidad de volver a ser legisladora nacional desde el 10 de diciembre próximo y que su sucesor en la Casa Rosada podría encontrarse con alguna que otra bomba de tiempo que condicionará su gestión.
La propia titular del Poder Ejecutivo Nacional habilitó las conjeturas sobre su candidatura a diputada nacional cuando, en pleno discurso ante los legisladores y cuando el senador radical Gerardo Morales le reclamaba a los gritos a la Presidenta que no se fuera del tema, ésta le contestó: "Me encanta, Gerardo. Déjenme volver a ser legisladora para volver al debate". Sin embargo, las especulaciones sobre una eventual postulación de Cristina Kirchner en las próximas elecciones se barajan desde hace tiempo.
En algún momento, se pensó que la Presidenta podría encabezar en octubre próximo una lista de candidatos a representantes en el Parlamento del Mercosur ( Parlasur ), que se elegirían en todo el país con distrito único, lo cual le permitiría a la jefa del Estado estar en todas las mesas de votación de la Argentina y ratificar de alguna manera su liderazgo nacional en el partido gobernante. Pero las críticas que suscitó el apuro por sancionar esa ley para elegir parlamentarios que no asumirían antes del año 2020 y las sospechas de que se buscaba garantizarle inmunidad a Cristina Kirchner habrían desalentado a la propia mandataria para correr esa carrera.
Las especulaciones sobre una eventual postulación de Cristina Kirchner en las próximas elecciones se barajan desde hace tiempo
En cambio, la posibilidad de que encabece la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, entusiasma a algunos dirigentes cristinistas por diversos motivos:
- En primer lugar, le permitiría a la Presidenta marcarles la cancha y el ritmo de la campaña a Daniel Scioli , si finalmente fuera el postulante presidencial del Frente para la Victoria (FPV), y al eventual candidato a gobernador bonaerense, lugar para el que no pocos dirigentes siguen pensando en Florencio Randazzo , aunque éste aún sigue negando esta alternativa.
- En segundo término, la llegada de la actual mandataria al Congreso le proporcionaría inmunidad. Podría ser investigada y procesada por la Justicia, pero para su hipotética detención, se requeriría el aval parlamentario.
- En tercer lugar, de llegar a la Cámara de Diputados, Cristina Kirchner podría convertirse en jefa del bloque del FPV. Si su fuerza política ganara las elecciones presidenciales, ocupará un lugar clave para "cuidar" el modelo, evitar desvíos de su sucesor, gobernar en las sombras y negociar espacios de poder para su grupo político. Si el kirchnerismo perdiera los comicios frente a Mauricio Macri o Sergio Massa y pasara a la oposición, desde el Congreso, Cristina podría aspirar a comandar a un numeroso bloque capaz de condicionar al próximo gobierno en los más variados sentidos. El canje de gobernabilidad por impunidad sería una de las posibles transacciones que nadie reconocerá públicamente, pero que rondaría las cabezas de los funcionarios que podrían tener que enfrentar desafíos en los tribunales.
La vieja estrategia signada por la consigna "Nosotros o el caos" vuelve a ser reflotada de cara a las próximas elecciones
Mientras tanto, el discurso de la Presidenta apunta a hacer lo mismo que ella les ha cuestionado a sus adversarios y a los economistas "agoreros": meterle miedo a la ciudadanía. El mensaje oficial, adelantado por Cristina Kirchner en la reciente Asamblea Legislativa , es que si "ellos" ganan las elecciones , podría dejar de haber paritarias libres para negociar aumentos salariales, los jubilados podrían dejar de recibir dos incrementos anuales en sus haberes, podría darse marcha atrás con la Asignación Universal por Hijo y podría volver a privatizarse YPF , medidas que tanto Macri como Massa han desechado completamente.
La vieja estrategia signada por la consigna "Nosotros o el caos" vuelve a ser reflotada de cara a las próximas elecciones. Pero también aparece cruzada por la desconfianza que aún genera en parte de las filas del cristinismo Daniel Scioli, quien todavía deberá dar muchos gestos de disciplinamiento ante el liderazgo de Cristina para lograr el esperado aval presidencial, con el riesgo de que la cercanía a la Casa Rosada termine restándole apoyos en los sectores independientes del electorado.
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