Crímenes, robos y enigmas
Sobre Fuera de la ley, de varios autores
Cuando se habla de literatura policial argentina, difícilmente las referencias remiten a una época anterior a 1940. De manera similar a lo que ocurre con la tradición del relato fantástico, los inicios del relato policial argentino se identifican con las figuras de Jorge Luis Borges y de Adolfo Bioy Casares. Tanto los tempranos ensayos de Borges sobre Gilbert Keith Chesterton publicados en la revista Sur, como el notable libro satírico Seis problemas para don Isidro Parodi, escrito junto con Bioy Casares bajo el pseudónimo de Honorio Bustos Domecq –a los que se agregan los usos paródicos del policial en textos como "La muerte y la brújula", o la notable tarea de traducción y difusión que ambos realizaron con el sello El Séptimo Círculo– conforman los hitos de la consolidación del género en el país.
Sin embargo, como vienen demostrando las investigaciones académicas en la última década, el surgimiento del relato policial en la Argentina tiene larga data y se remonta hacia el último tercio del siglo XIX. Entre esos trabajos se encuentran los de Román Setton, responsable de Fuera de la ley. 20 cuentos policiales argentinos (1910-1940), antología que precede con un esclarecedor estudio preliminar. El volumen continúa el proyecto de difusión de las épocas remotas del policial argentino iniciado con una compilación anterior, El candado de oro. 12 cuentos policiales argentinos (1860-1910), y también incorpora algunas hipótesis del libro Los orígenes de la narrativa policial en Argentina, publicado por Setton en 2012. Acompañado, también, por un lúcido artículo sobre la revista Sherlock Holmes (1911-1913), de Lila Caimari, Fuera de la ley permite el viaje hacia la época de explosión multiplicadora de las historias de crímenes, robos y enigmas, no sólo en la literatura sino también –sobre todo– en el periodismo escrito, el cine, la radio y todas las nuevas formas populares de la narración que cobraron vida en los volúmenes de kiosco (La Novela Semanal, La Novela Porteña) o en las páginas de los diarios, como la Revista Multicolor de los Sábados, el suplemento de Crítica.
La mayoría de las historias que integran esta antología se publicaron originalmente en éstos y otros medios de prensa. En diálogo con el atractivo que las noticias policiales fueron cobrando desde principios del siglo XX, estos relatos comenzaron a trabajar un imaginario renovado del crimen y la investigación, en el que las figuras del maleante cuchillero o del investigador cientificista ligado al Estado, propias del siglo XIX, comienzan a ser reemplazadas por los gánsteres, los ladrones de joyas, los asesinos seriales, los detectives aristócratas y aficionados, el juego racional de desciframientos de pistas, entre otras aristas de un mundo policial moderno, masivo y urbano.
Si bien de calidad literaria dispar, el conjunto de relatos es una inmejorable fuente tanto para rastrear una imaginación de época sobre la aventura de la razón y el crimen como para identificar los modos de apropiación de modelos literarios extranjeros, que no excluían, por cierto, la parodia, por ejemplo en los relatos de Eustaquio Pellicier (fundador de Caras y Caretas) y de Conrado Nalé Roxlo. Relatos escritos por ex-comisarios (J. A. Saldías) conviven con historias bien logradas de Nicolás Olivari y Roberto Arlt, así como con el imperdible "El crimen de la mosca azul", de E. R. Lavalle, que bien podría integrar una antología de la ciencia ficción local.
En tiempos en que el género policial encuentra renovados aires de calidad en series televisivas (True Detective o The Wire), en novelas argentinas y extranjeras, la antología Fuera de la ley permite asomarse a la prehistoria local de una forma que encierra un enigma en sí misma: por qué nos vemos atrapados, una y mil veces, por una estructura repetitiva que permite, paradójicamente, recrear el mundo de una manera distinta cada vez.
FUERA DE LA LEY
Por Autores varios
Adriana Hidalgo
366 páginas
$ 260