Coronavirus: hay números que no mienten
Una sociedad indisciplinada, con escaso o nulo apego a las reglas y a las normas de convivencia; una dirigencia política indisciplinada, con escaso o nulo apego a las reglas y a las normas de convivencia; y un tercer componente, contamos con "el diario del lunes" de todo lo sucedido durante el verano europeo (playas atestadas de gente, bares repletos de personas, aglomeraciones en comercios, fiestas clandestinas masivas, la desestimación de los más básicos protocolos, como el uso de barbijo y la distancia física, etc.), y decidimos hacer un bollo de este diario de vida (o de muerte) y tirarlo a la basura.
Mucho se ha reflexionado acerca de la baja letalidad del coronavirus respecto a otras enfermedades, si bien se ha reconocido desde el comienzo de la pandemia, que el problema preocupante del virus es su alto nivel de contagio, y con esto la facilidad con la cual los sistemas de salud del mundo pueden colapsar.
- Al día 13 de enero de 2021, los casos reportados de infectados por coronavirus alcanzan a 92.312.892 personas a nivel global, según el sitio worldometer.
- La cantidad de muertes por coronavirus reportadas hasta la fecha llega a 1.977.850 de fallecimientos a nivel global, según el mismo sitio.
- Por su parte, las cifras arrojadas por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), respecto a la enfermedad cardiovascular (que contempla infartos por miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencias cardíacas) nos notifican que 18.000.000 de personas mueren cada año a causa de enfermedades cardiovasculares a nivel global.
- En la Argentina en particular, según la SAC, las enfermedades cardiovasculares hace décadas lideran el ranking de muertes en el país, arrojando un promedio de 280 muertes por día, superando las 100.000 muertes anuales.
- A diez meses de la llegada del Covid-19 a suelo argentino, la cantidad de muertos por coronavirus llega a 44.848 personas.
- A diez meses de la llegada del Covid-19 a suelo argentino, la cantidad de infectados llega a 1.744.704 personas.
Tal vez ha llegado el momento de desestimar, por un instante, la cantidad de muertes que puede arrojar una u otra enfermedad, para realizar un análisis más extendido que nos permita proyectar posibles escenarios sanitarios más o menos preocupantes, y para esto se vuelve necesario enfocarnos en la cantidad de infectados más que de fallecidos, tanto a nivel global como en Argentina en particular. Luego, sería primordial, que con la información recabada aprendamos a leer "los diarios de los lunes" que otras naciones nos reportan tan angustiosamente y que solemos ignorar.
Si nos detenemos a observar la cantidad de muertes por Covid-19 a nivel global, la cifra 1.977.850 es muy inferior a los 18.000.000 de personas que mueren por año por enfermedades cardiovasculares en el mundo. Lo mismo ocurre. si, a diez meses de llegado el virus a la Argentina, comparamos las 44.848 personas fallecidas por coronavirus en el país con las más de 100.000 personas que mueren por año por enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, si nos enfocamos en observar con detenimiento y preocupación la cantidad de infectados a nivel global que arroja el coronavirus hasta la fecha, podemos concluir que 92.312.892 de personas contagiadas en el mundo es una cifra elevadísima, y que 1.744.704 de personas infectadas en Argentina es otra cifra elevadísima, cifras que además seguramente seguirán creciendo ineludiblemente, considerando que cuando se descontrola el Covid-19 sigue proliferando de modo exponencial.
¿Y qué pasa cuando el número de infectados es elevadísimo y no para de crecer? Colapsan los sistemas de salud. ¿Y qué pasa cuando colapsan los sistemas de salud? Mueren muchas personas que no pueden ser atendidas por coronavirus, enfermedades cardiovasculares o cualquier otra dolencia. Sistemas de salud saturados implican que, por una parte, disminuyan los estudios de diagnóstico precoz, los controles médicos generales, y por otra, que no puedan atenderse emergencias por coronavirus o cualquier otra enfermedad. Por lo tanto, reconocer que el coronavirus es una enfermedad de bajo nivel de letalidad no puede relajarnos, si reconocemos al mismo tiempo que es una enfermedad de alto nivel de contagio, más aún cuando durante los últimos días el virus viene proliferando de modo preocupante en el mundo en general y en Argentina en particular. Así, los sistemas sanitarios se encuentran en alerta de saturación, y con esto nuestras vidas se encuentran en alerta de muerte.
Si bien la llegada de las diversas vacunas para hacer frente al Covid-19 generan altas expectativas para paralizar la escalada de este virus, no parece tarea sencilla cumplir con la logística necesaria para poder lograr que sean vacunados unos 7.700 millones de habitantes que conforman la totalidad de la población mundial, según el último informe demográfico de Naciones Unidas del año 2019.
Mientras tanto, suena atinado aplacar este flagelo sanitario que desborda los sistemas de salud, y para esto, en Argentina, dejar de comportarnos como ciudadanos irresponsables, que nuestros gobernantes dejen de comportarse como funcionarios políticos irresponsables, y que aprovechemos que otras naciones hoy nos muestran aquello que hicieron mal y los efectos adversos que hoy padecen, en lugar de ignorar tamaña información que nos puede llevar a más enfermedad y más muerte sería altamente recomendable.
Politóloga y Profesora (UBA)