Coronavirus. Crece el empleo público para que no crezca el desempleo
Ahora con el coronavirus y su correspondiente cuarentena universal en diferentes grados según los países, este tema local se hizo también un problema a resolver. En otras palabras, cómo hacer para compaginar el gasto público argentino con la reducción de la recaudación tributaria sin recurrir en grado sumo a la emisión del Banco Central. Lo que pasa es que el desempleo puede subir mucho si eso ocurre, si retrae mucho la ocupación gubernamental nacional, provincial o municipal o, al menos, no se sigue con los salarios públicos la tasa de inflación del Indec, lo que implicaría un menor gasto público gubernamental, al menos por el momento.
Veamos cómo fueron los hechos. En 2004 el desempleo se ubicó en 14,8 % de la población activa y aún no se había iniciado el incremento de empleados públicos para evitar que, en las estadísticas, crezca el desempleo registrado. Este proceso se inició en 2004 aunque al principio esa diferencia fue pequeña.
¿Qué paso después? El gobierno central, los gobiernos provinciales y los municipales se dieron cuenta de que aumentado el empleo público las cifras de desempleo registrado por el Indec no crecían, ya que los trabajadores estaban ocupados en el gobierno, aunque esta no fuera una opción muy productiva. Entre 2018 y 2003, el empleo provincial, por ejemplo, creció en 73 % cuando la población total del país lo hizo en 18, 7 %. Estos números, como ya lo hemos dicho en otras oportunidades, son más claros que todo razonamiento acerca de la necesidad de establecer una igualdad de los mismos. Es fundamental el registro de ajuste en el empleo público nacional, provincial y municipal, aunque esto pueda ser doloroso para la política económica.
Con los altos precios de los alimentos, con una tonelada de soja costando 530, se pudo obtener un exceso de gasto sin que ello se notara en un déficit fiscal muy fuerte. Sin embargo, ahora que los granos valen aproximadamente la mitad que en aquella buena época de las commodities, esto es más difícil de sostener y hay que volver a la realidad de precios normales.
Recordemos que, por ejemplo, la soja ahora vale 310 u$s la tonelada y en el 2010 estaba en 530 u$s/ton pero recordemos que en 2001, con la presidencia de Fernando de La Rúa, se ubicaba en los 160 u$s/ton. O sea los precios actuales de las commodities agrícolas, sin bien han bajado, no están en precios muy bajos como supieron ubicarse en un pasado reciente. Esto es consecuencia de que, en los próximos 30 años, debemos alimentar a 10.000 millones de personas, población mundial para el 2050.
Esta nueva realidad de los precios de nuestros productos nos obliga a encontrar un equilibrio del sector público que debería tener mucho menos empleos que los que hoy registra.
El 2015 fue el año de mayor diferencia entre desempleo registrado y el desempleo más el aumento de empleados públicos sobre la ocupación total: esa diferencia fue en ese año de 8,5 puntos. En la actualidad, nos encontramos con un desvío que ha ido disminuyendo, pues no se ha podido incrementar el número de empleados públicos.
Este aumento del empleo público también se registró en el número total de jubilados, pensionados y pensiones de privilegios, tanto en el total nacional como provincial, que ha crecido significativamente. Es un tema que hay que mejorar, dado que con solo incrementos de impuestos no se solucionan todos los problemas, aunque en el corto plazo esto puede arreglar el problema de reestructuración de la deuda pública, que debe reperfilarse.
¿A cuánto asciende ahora la diferencia entre el desempleo registrado y el incremento de empleados públicos de los diferentes niveles, siempre en relación a la población económicamente activa? Este número se está achicando y ahora asciende a 7,4 p.p. lo que significa un punto menos que en el 2015. Hay que seguir reestructurando el número de empleados públicos hasta ajustar esa diferencia que fue mayor en el pasado. Va llevar varios años esta reestructuración del empleo público. En el 2020, con el coronavirus y la correspondiente cuarentena, posiblemente se tendrá que resolver de alguna manera este problema del exceso de personal en el sector público, sobre todo en el sector provincial aunque también en el municipal y nacional.