Convivencia o connivencia con la droga, el Estado ausente, puntos de venta
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Carta de la semana
Convivencia o connivencia con la droga
Todos los días ocurre algo que nos muestra la realidad como es y hacia dónde vamos. ¿Se necesitó que ocurriera la tragedia de la droga adulterada para tomar conciencia de la situación en nuestro país? ¿No veíamos que el Estado no se ocupa, o digamos, no se “preocupa”? Suponiendo que las leyes resultan ineficaces, no hay duda de que sí se puede combatir el narcotráfico atacando la enmarañada red de protección y silencio creada por los narcotraficantes. Se sabe dónde se fabrica, vende y cómo se distribuye. Solo se requiere que la policía, los jueces y los políticos actúen y no miren para otro lado. Es que la droga es una forma de evitar el estallido social.
No hay una solución mágica, pero está claro el límite entre preocupación e indiferencia. Y que no es lo mismo convivencia que connivencia con la droga.
H. Guillermo Vidal Albarracín
DNI 4.433.082
El Estado ausente
No pude menos que asombrarme al escuchar el discurso de nuestra vicepresidenta. Qué habilidad dialéctica tiene para mezclar las cosas. No sabía que el FMI es el principal causante del narcotráfico. Como dijo en su discurso, el narco va ocupando el lugar del Estado ausente, porque este no tiene recursos para, por ejemplo, construir escuelas, porque tiene que pagarle la deuda al FMI.
Increíble. El narcotráfico avanza ante un Estado ausente en combatirlo, ausente en los controles, en suma, avanza con un Estado cómplice en todos sus estamentos y poderes. El Estado –además– no construye escuelas no porque tenga que pagar deuda, sino por la corrupción de sus autoridades. El tema de la deuda en esta discusión es secundario.
Estimada vicepresidenta, respecto de estos dos temas lamentablemente en nuestro país sobran muchos ejemplos, tanto en narcoautoridades como en casos de corrupción. Con respecto a este último tema en especial, entiendo –por las informaciones que son de público conocimiento desde hace ya tiempo– que no le es muy ajeno.
Marcos Baccanelli
DNI 93.477.477
Puntos de venta
El ministro Berni declaró que solo en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano se comercializan 250.000 dosis de cocaína por día. Vale decir que hay igual cantidad de compradores y que en territorio bonaerense hay por lo menos un cuarto de millón de personas que saben dónde se vende, sin contar sus amigos, familiares, vecinos, etcétera. No es descartable que un millón de personas conozcan los puntos de venta. ¿Cómo se explica entonces que las fuerzas de seguridad del Estado y sus órganos de inteligencia criminal lo desconozcan?
Eduardo Favelukes
estudiofavelukes@gmail.com
Consumo
Dice nada menos que Martín Fierro: “Sepan que ningún vicio acaba dónde comienza”.
Sugiero que Kicillof y asociados, que aconsejan un “consumo cuidado”, tomen nota.
Alberto V. Gallo
albertovgallo@yahoo.com
Credibilidad
El presidente Fernández ya nos tiene habituados a los argentinos a sus comentarios contradictorios y alejados de toda sensatez, por lo tanto, ya no nos causan la más mínima sorpresa. El jueves pasado, sentado frente a un Putin de cara pétrea, dijo que quiere dejar atrás la dependencia con Estados Unidos y ofreció que la Argentina “sea la puerta de entrada de Rusia a América Latina”. Veo bien que hable en primera persona del singular, porque el proyecto político que representa arañó un escaso 33% de los votos en las últimas elecciones legislativas, y por lo tanto los deseos de “rusificación” de la Argentina son de él y de su tercio de seguidores, ya que el otro enorme 67% no quiere ver a la Argentina alineada con esos países.
Va entonces mi consejo sin costo alguno al señor Putin: no dé crédito a lo que dice nuestro presidente; en la Argentina la enorme mayoría de la población no le cree.
Hernán Caballero
DNI 13.211.923
Frente de Nadie
El engaño como sistema no genera liderazgo ni confianza a nadie. La estratagema de ser gobierno y oposición al mismo tiempo no convence a los partidarios del oficialismo ni a los opositores. El pueblo sufre y soporta ese juego del kirchnerismo, que no encuentra una salida a estas contradicciones. Ofrece un acuerdo con el FMI y al mismo tiempo lo rechaza. Igual engaño propone en la diplomacia internacional a jugadores mucho más avezados y diestros: Joe Biden, Vladimir Putin y Xi Jinping. Alberto Fernández necesita cerrar un acuerdo con el FMI y se aproxima a los Estados Unidos a través de su embajador, Jorge Argüello, y Gustavo Beliz. Y en su entrevista con Vladimir Putin manifiesta deseos de desligarse de la proximidad a Estados Unidos y al FMI. Dice defender los derechos humanos, pero ignora las violaciones a los DD.HH. en China, en oposición a la política del presidente de los Estados Unidos, que no envía una misión oficial a los Juegos Olímpicos de Invierno por ese motivo. El mismo coqueteo, en el que nadie cree, intenta en la política interna. Manifiesta querer ordenar la economía y disminuir la inflación disminuyendo gastos, pero afirma que no bajará los subsidios ni permitirá el aumento de las tarifas de luz y gas. Ni ningún ajuste.
El resultado es que nadie cree en nuestro presidente ni en la autoridad que tendrá para cumplir con sus compromisos. Ni sus conciudadanos ni los dirigentes políticos internacionales.
Es por eso que el Frente de Todos se convirtió en el Frente de Nadie.
Alfredo Andreotti
xintetico@mac.com
Irreemplazable
En sus primeras declaraciones, el nuevo jefe de la Cámara de Diputados, Germán Martínez, dijo que el diputado Máximo Kirchner es un político irreemplazable. Le quiero recordar al jefe de la Cámara de Diputados que Churchill, Kennedy, De Gaulle han sido estadistas de primer nivel, y que cuando murieron o se retiraron de la vida pública otros ocuparon sus lugares. Máximo no solo es reemplazable, sino que es prescindible. Nunca vi que haya aportado nada útil para la ciudadanía para que cambie el nivel de vida de los argentinos, la seguridad, la educación. En síntesis, nunca aportó nada positivo.
Roberto Jorge Billinghurst
robertojbill@hotmail.com
Complicidad del FMI
Resulta increíble cómo el Fondo Monetario Internacional se ha convertido en cómplice de la lamentable decadencia argentina. Lo hizo con el gobierno anterior y lo vuelve a hacer con este. No existen formas de reactivación a mediano y largo plazo si no se comienza desde el corto plazo a elaborar políticas económicas que las promuevan. Parecen ciegos ante la necesidad de una reforma laboral que permita la “flexibilización”, anule la “doble indemnización” y elimine la “industria del juicio”. No hay futuro sin una disminución inmediata del gasto público, que debe abarcar una racionalización del mismo a nivel general y en especial a los de la oligarquía política. En los últimos 20 años el empleo privado se estancó, mientras que el empleo público creció el 30% con las esposas, parejas, amantes, hermanos, socios, compañeros, amigos, conocidos, hijos e hijas de todos y todas, etcétera. No habrá inversiones genuinas sin una reducción de impuestos y sin la anulación de la competencia pública desleal. Aerolíneas Argentinas acumula un déficit de US$600 millones adeudados absurdamente por los que no viajan en avión, además de tener una superorganización burocrática que triplica a cualquier otra línea aérea internacional. El FMI se ha dejado engañar a sabiendas de que el déficit fiscal no se habrá de reducir pues, con el comienzo de la campaña electoral de 2023, volverá el engendro pergeñado de la “platita”, el despilfarro faraónico de los pocos recursos del Estado y la emisión descontrolada de billetes. Nada se habla del cepo cambiario con más del 100% de diferencia con el valor de mercado, de las tarifas deficitarias, de los desmesurados gastos del Poder Legislativo rebalsados por asesores que no asesoran, y de las continuas embestidas contra la Corte Suprema y el Poder Judicial, último reducto que debería asistir a la democracia y a la Justicia. Una vez más el devenir de la Argentina dependerá de nosotros mismos.
Víctor Zajdenberg
viczaj2@yahoo.com.ar
Revivir el microcentro
Sería deseable que tanto el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, como los legisladores de la ciudad de Buenos Aires en pleno se propusieran suspender por al menos 10 años el cobro del impuesto inmobiliario en todo el microcentro porteño. Resulta imperativo ayudar en forma concreta a todos quienes aún bregan por mantener con vida (y a mediano plazo reinventar y restablecer) la actividad comercial y de viviendas en esta icónica zona de nuestra ciudad.
Al margen de otras loables iniciativas del gobierno tendientes al mismo fin, la condonación del abultado impuesto de ABL sería una señal importante para todos los atribulados propietarios de un lugar que no debemos dejar morir.
Justo J. Watson
justojwatson@protonmail.com
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