¿Contemporánea del futuro?
Se trata de vivir, de darse los gustos. De dejar la culpa. Militar en ese sentimiento tan frecuente, hoy atrasa
La semana pasada me encontré con un amigo de larga data al que le pedí ayuda para hacer un reportaje. Nos conocemos mucho y cada uno sabe de qué se trata lo mejor del otro. Hablamos de las preguntas acerca de política nacional e internacional que había que tener en cuenta para la entrevista.
En un momento, comenzamos a intercambiar datos sobre proyectos, familia, peronismo, oposición, sobre las alternativas para el 2015...sobre los pros y los contra de cada candidato y sus seguidores.
Después de tomar apuntes acerca de cada una de sus opiniones y sugerencias, una vez terminada la parte laboral, como siempre con los amigos, aparece lo personal.
Se trata de vivir, de darse los gustos. De dejar la culpa. Militar en ese sentimiento tan frecuente, hoy atrasa
Cada uno relata en qué está y cómo se siente. En fin, lo que todos y todas sabemos que se conversa con un amigo, sin distinción de género. Ahí, surgió de la nada una frase que me dejó pensando y, como hago cada vez que algo me resuena, lo anoto para no olvidarme. Me dijo textualmente; "Any, vos sos contemporánea de tu futuro, yo soy contemporáneo de mi pasado". ¡Uy! pensé...esto será bueno o malo para el pueblo judío, como diría Woody Allen. No pude dejar de pensar. Me rondó tanto en la cabeza, que necesité ir al diccionario para buscar definiciones: contemporáneo es lo que existe al mismo tiempo que otra persona o cosa. Y el futuro -según la concepción lineal del tiempo que tienen la mayoría de las civilizaciones humanas- es la porción de la línea temporal que todavía no ha sucedido.
Con todo esto "in mente", ya tenía un leve panorama del significado de sus palabras. Si una persona tiene proyectos, está contenta y puede fantasear con su vida es contemporánea de su futuro. Significa que su futuro está en su cotidiano. Se trata de vivir, de darse los gustos. De dejar la culpa. Militar en ese sentimiento tan frecuente, hoy atrasa. La culpa atrasa y es muy mala consejera.
Entonces la idea sería inventarnos proyectos que -como los plazos fijos- sean de un mes o de un año, de acuerdo con la conveniencia de cada una. Hablo de ideales, de planes, de ilusiones. Hablo de imaginarse a una misma hacia delante. Hablo de no deponer las armas del deseo. De eso hablo. Porque si no vamos a ser todas "contemporáneas de nuestro pasado". Y no me resigno. Es más interesante y más halagador - para mí- sentir que tengo más futuro que pasado. Evitar "a esta altura de la vida", "a nuestra edad". ¿De qué edad me están hablando si yo soy contemporánea de mi futuro? ¡Y chau!