Con la mira en la ingeniería
En las carreras de ingeniería que se cursan tanto en la UBA como en la Universidad Tecnológica Nacional de Buenos Aires (Utnba) se observa en el final de la última década tanto un descenso de aspirantes en el ingreso como de rendimiento de los estudiantes. Esto último, naturalmente, incide en la deserción en las distintas especialidades que ofrece esta disciplina.
Los problemas que encuentran los alumnos se relacionan con las llamadas ciencias duras, es decir, matemática, física y química. La cuestión originó una seria preocupación entre las autoridades y el cuerpo docente, y repercutió en diversas áreas del país, ya que la reducción del número de graduados en distintas especialidades de la ingeniería limita, como es lógico, las posibilidades de responder positivamente a las crecientes demandas de trabajo y producción.
"Hay que formar menos abogados y contadores y más ingenieros y enfermeros", decía recientemente el flamante ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, durante una entrevista con LA NACION. Y agregaba: "Tenemos que trabajar reordenando el sistema universitario, estableciendo un sistema de becas que induzca a los chicos a estudiar carreras en áreas de conocimiento vacante, que son las que necesita el sistema productivo argentino".
De allí el apremio por revertir esa situación, para capacitar mejor a los estudiantes que venían desertando y atraer a quienes no han pensado aún en especializarse en esta interesante rama del conocimiento.
Las dos instituciones superiores públicas donde se gradúan los ingenieros en la Capital son bien conocidas: la Facultad de Ingeniería de la UBA (Fiuba), más académica, que cuenta con el curso introductorio denominado CBC -primer año de la carrera en el que se procura una nivelación de conocimientos-, y la Utnba, sin CBC, de perfil más técnico en sus ingresos.
Como en los últimos años fueron perdiendo calidad los exámenes de ingreso en la Utnba, las autoridades decidieron analizar los resultados e informar de ellos a las escuelas de origen, con el fin de conocer las fallas para procurar superarlas.
En la Utnba se sumaron, además, otras iniciativas tendientes a superar las insuficiencias observadas en el ingreso. Una de ellas, Modelando la Ciencia, contó con el aporte del Ministerio de Educación porteño. La otra, denominada Entropía, patrocinada por Samsung, estuvo dedicada a la preparación de los alumnos del nivel medio, con el fin de nivelar conocimientos. En los resultados alcanzados hasta ahora en las pruebas de ingreso se observan diferencias apreciables entre las escuelas públicas y privadas que, en buena parte, se atribuyen al ausentismo observado en los establecimientos estatales. Quienes buscaron el ingreso en la Fiuba encontraron mayor margen para superar fallas de preparación. Incluso tuvieron en el CBC la ocasión adecuada para superar sus carencias.
Se han puesto en marcha otras interesantes propuestas, entre ellas contar con tutores en el CBC, con talleres en algunas materias y una jornada novedosa denominada "Ingeniero por un día", organizada por la Fundación YPF.
El propósito de estos esfuerzos es tanto acercar esas ciencias a los estudiantes de nivel medio como retenerlos después, evitando el abandono de la carrera universitaria.
Hay optimismo en la Facultad de Ingeniería y celebramos que ello ocurra. Las medidas adoptadas, la búsqueda de soluciones para los problemas que venían desalentando al alumnado, la percepción de nuevas perspectivas de trabajo y de desarrollo profesional generan un nuevo clima para atender a las modernas y exigentes demandas de profesionalización.
LA NACION