Cómo presupuestar tus vacaciones de verano 2019
Por intuición, cualquiera sabe que es un error planificar vacaciones demasiado costosas bajo el lema "me lo merezco". El viaje puede ser sensacional, pero no durará más de tres semanas y luego habrá que volver a la realidad, a pelearla en el día a día. Por lo tanto, la aventura puede salirnos muy cara. ¿Qué nos dicen al respecto las Finanzas Personales ? Desde el vamos, acompañan la intuición, pero ofrecen, además, herramientas cuantitativas para calcular el monto máximo que podemos gastar para evitar la resaca postvacacional. Afinemos el lápiz.
Cálculo macro: el monto a destinar
Una persona debería reservar para las vacaciones una cifra no mayor al 20% de los ingresos generados durante el último año. Esto equivale a 2,6 salarios para una persona en relación de dependencia si se consideran los 12 sueldos más el medio aguinaldo de junio y de diciembre. El primer paso consiste sumar los ingresos netos personales o familiares de todo el año y multiplicar el total por 0,2. El resultado equivaldrá al 20% del ingreso anual (para aprender más sobre el cálculo de porcentajes, les recomiendo esta columna).
Veamos un ejemplo para una pareja: imaginemos que cada integrante percibe 25.000 pesos en mano por mes. El total dará 600.000 pesos anuales, aunque con el aguinaldo subirá a 650.000. Al multiplicar el monto por 0,2, obtendremos un resultado de 130.000 pesos para vacaciones. Si fueron afortunados y pudieron destinar ingresos para descansar en invierno, deberán restarlos a los 130.000 pensados como límite máximo para el verano. Lo ideal es que se asigne un cuarto del total para las vacaciones de invierno y tres cuartos para el verano. En este caso, serían 32.500 pesos por todo concepto para el invierno y 97.500 pesos para la temporada estival.
Cálculo micro
No basta con saber cuál es el monto máximo a gastar en función de nuestros ingresos. También debemos aprender a discriminar entre gastos primarios y secundarios para evitar desbalances internos que terminen afectando la suma total o complicando nuestras vacaciones. Los gastos primarios son aquellos derivados del pasaje, la estadía, los traslados y las excursiones. Los gastos secundarios refieren a la comida, las compras, los regalos y otros conceptos vinculados con bienes y servicios puntuales que encontramos en el destino elegido. Supongamos que el deseo de la pareja amiga es viajar a Brasil, más precisamente a Florianópolis. El gasto primario se conformaría de la siguiente manera:
- Pasajes en avión para ambos: 28.000 pesos en total
- Traslado a Ezeiza: 1400 pesos (ida y vuelta)
- Traslado al hotel desde el aeropuerto en Brasil: 1200 pesos (ida y vuelta)
- Hotel 3 estrellas en Florianópolis por 14 noches: 37.800 pesos (2.700 por noche)
- Total de gastos primarios: 68.400 pesos.
El resultado obtenido representa el 52% del presupuesto total. Quedan disponibles entonces 61.600 pesos para gastos secundarios. Dependiendo de cuán "gasolera" sea la pareja, ese importe puede ser suficiente o no, pero en líneas generales podemos decir que cuentan con un presupuesto pensado para disfrutar las vacaciones y no sentirse limitados económicamente.
Conclusión
Por supuesto, el ejemplo aportado no implica que todas las parejas con ingresos mensuales netos por 50.000 pesos puedan darse el gusto de vacacionar en Brasil. Ni siquiera, de ahorrar dinero todos los meses. Sirve básicamente para implementar un mecanismo prolijo y eficiente a la hora de confeccionar el presupuesto. También existe la posibilidad de ignorar estos consejos y empezar a tarjetear las vacaciones pagando en 12 o 18 cuotas, lo que implicará seguir abonando la fiesta todavía en 2020 e hipotecar los próximos veranos, opción que no recomiendo en absoluto. Por lo tanto, sentarse a planificar con un presupuesto bien armado siempre es la mejor alternativa. Lo agradecerán tus bolsillos hoy y siempre.