Como maximizar las utilidades de los activos rusos congelados en el extranjero
Actualmente en los altos círculos políticos y financieros se está debatiendo la polémica cuestión referida a la mejor manera de aprovechar los activos rusos en el extranjero, que han sido congelados por las autoridades occidentales en respuesta a la invasión militar rusa de Ucrania y compensar así el enorme daño causado.
Se estima que sólo los activos congelados en el extranjero del Banco Central de Rusia valen 260 mil millones de euros, y el rendimiento financiero en 2023 de una parte de dichos activos, en solo uno de los depositarios centrales de valores internacionales, fue de alrededor de 4,4 mil millones de euros.
Actualmente están sobre la mesa las siguientes propuestas: (a) gravar los activos congelados; (b) descongelar los rendimientos financieros anuales de los activos congelados; y (c) utilizar los activos congelados como garantía para préstamos a Ucrania.
En esencia, estas propuestas están apuntadas en principio a evitar el descongelamiento de los activos, por lo cual no se maximizan las utilidades de estos de forma tal que resulten más productivas para Ucrania y la seguridad global.
¿Existe alguna forma de maximizar las utilidades de los activos congelados de Rusia en el exterior?
El 16 de marzo de 2022, la Corte Internacional de Justicia de La Haya dictó sentencia provisional en el caso Ucrania contra la Federación de Rusia. En ella afirmó: “La “operación militar especial” que está llevando a cabo la Federación de Rusia ha provocado numerosas muertes de civiles y lesiones. También ha causado importantes daños materiales, incluida la destrucción de edificios e infraestructuras. Los ataques continúan y están creando condiciones de vida cada vez más difíciles para la población civil”. Sobre esa base, la Corte Internacional de Justicia ordenó que la Federación de Rusia suspenda inmediatamente las operaciones militares que inició el 24 de febrero de 2022 en el territorio de Ucrania.
Desde entonces, Rusia ha estado violando a diario, descaradamente, esta sentencia de la Corte Internacional de Justicia, las fuerzas rusas prosiguen implacablemente sus feroces ataques aéreos contra la población civil y la infraestructura de Ucrania y cometen actos de genocidio, incluida la deportación forzada de niños a Rusia desde los territorios temporalmente ocupados de Ucrania.
El Kremlin sigue ignorando y desafiando numerosas resoluciones y llamamientos de la comunidad internacional para que detenga su invasión de Ucrania y la comisión de actos de genocidio.
La Corte Penal Internacional incluso emitió una orden de arresto contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el 17 de marzo de 2023, por “la deportación ilegal y el traslado de niños ucranianos de zonas ocupadas de Ucrania a la Federación de Rusia, en contravención… del Estatuto de Roma”.
Teniendo en cuenta todo ello, los activos rusos congelados deben ser en primera medida aprovechados para obligarla a cumplimentar la orden del 16 de marzo de 2022 de la Corte Internacional de Justicia y las muchas otras resoluciones y llamamientos de la comunidad internacional para que Rusia detenga la invasión a Ucrania y respete los principios del derecho internacional, fijados en la Carta de las Naciones Unidas.
Las estructuras de poder de occidente, que congelaron los activos rusos deben indicar un término a Rusia para poner fin a la invasión militar a Ucrania, el retiro de las fuerzas militares de todos los territorios ucranianos y la devolución de la totalidad de los prisioneros de guerra y los niños ucranianos, deportados forzadamente a Rusia. Para el caso de que estas condiciones no se cumplieran, sumas establecidas con anterioridad de los activos congelados serían confiscadas diariamente y entregadas a Ucrania por cada día que Rusia incumple los términos pautados.
Un enfoque así por parte de la comunidad internacional cumpliría con: (1°) el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, que afirma el derecho inalienable a la autodefensa colectiva si se comete un ataque armado contra un miembro de las Naciones Unidas; y (2°) los artículos sobre Responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente ilícitos, que fueran recomendadas a los estados en la Resolución 56/83 de la Asamblea General de la ONU, aprobadas el 12 de diciembre de 2001. Estos indican particularmente: (a) artículos 30 y 31, obligan a los estados a detener cualquier acción ilícita y a compensar los daños ocasionados por tales acciones; y (b) artículos 40 y 41, que contemplan que los estados deben colaborar para poner fin a cualquier violación grave de una obligación derivada de una norma imperativa del derecho internacional general, como es la prohibición de agresión.
Tras la retirada completa de Rusia de todos los territorios de Ucrania y el pleno cumplimiento de otras condiciones aplicables, cualquier activo congelado restante debería estar sujeto a una adjudicación sumaria para ayudar en última instancia a garantizar una compensación justa a Ucrania por los enormes daños infligidos por Rusia.
Este curso de acción maximizaría las utilidades de los activos congelados de Rusia en el extranjero y proporcionaría el mayor efecto positivo para Ucrania y la seguridad global, y al mismo tiempo, una oposición mínima. También disuadiría a otros regímenes autoritarios con ambiciones imperialistas de violar los principios básicos del derecho internacional.
Presidente de la ONG “Ukraine-2050″