Visiones contrapuestas de la crisis
Estados Unidos elevó el gasto militar hasta llegar en 2018 a US$649.000 millones, encabezando el ranking mundial con el 36% del total. Trump amenazó con retirarse de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) –la mayor alianza militar del mundo– si los 29 países miembros de América del Norte y Europa no incrementaban sus aportes. Así, 2018 fue el año con el gasto militar más alto de la historia: US$1,8 billones. Trump inició otra escalada: creó una sexta fuerza armada para el espacio, que funcionará desde 2022, por lo que China y Rusia desarrollaron satélites para atacar a enemigos espaciales. Ante esto, el presidente Macron, de Francia, dijo: "El espacio se ha convertido en una nueva área de confrontación" y destinó 3600 millones de euros para crear la Fuerza Aérea y del Espacio. Así, países avanzados aprueban enormes presupuestos para una eventual guerra armada.
En Estados Unidos, la Fundación Bill y Melinda Gates (FBMG) tiene su foco principal en la salud mundial, en especial la de los más pobres. Es la mayor fundación del mundo y encabeza los miles de fundaciones familiares del país, que se constituyen con un endowment fund o capital que aportan familias millonarias, como Ford, Rockefeller y otras entre las más antiguas. Los dividendos del capital se destinan al bien público y a acrecentar ese capital. El matrimonio Gates aportó US$36.000 millones (1999) para crear la fundación que ambos presiden. Su amigo Warren Buffett, de los más ricos del mundo, les donó gran parte de su fortuna. Así, el endowment fund de la fundación es hoy de casi US$50.000 millones y en 20 años destinó US$53.800 millones para mejorar la salud mundial, la educación de su país, las consecuencias del cambio climático y los derechos de la mujer.
Su experiencia en las epidemias virales más serias –Ébola y zika– le hizo advertir: "El mundo está desprevenido en detectarlas y enfrentarlas con rapidez, para así evitar que se conviertan en pandemias". La epidemia es en un sitio determinado; la pandemia, en muchos países.
En marzo de 2015, con el Ébola a pleno, Bill Gates expresó: "Si algo ha de matar a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, probablemente sea un virus muy infeccioso y no una guerra. No matarán misiles, sino microbios. El problema no está en el mal funcionamiento del sistema de salud, sino en que no hay un sistema. La Organización Mundial de la Salud existe para monitorear epidemias, pero no hace lo que se debe hacer. La falta de preparación podrá significar que la próxima epidemia sea mucho más devastadora que la del Ébola, donde no había equipos de epidemiólogos ni grupos médicos listos para viajar y observar en qué consistía la enfermedad y cómo se había expandido. Los informes se producían impresos en papel, con grandes demoras para pasarlos a internet, y eran terriblemente imprecisos. No había mecanismos para preparar a la gente. Hacían falta cientos de miles de trabajadores para llegar al lugar de la epidemia y no los hubo. Nadie estudiaba métodos de tratamiento, diagnósticos e instrumentos a utilizar".
En 2018, el presupuesto de la OMS, o sea del sistema de salud mundial, era el 0,13% del que recibió el sistema militar mundial. Por ello, la FBMG sostiene que se deben cambiar las políticas públicas. Con esa finalidad buscó un modelo eficaz para crear un sistema de salud y lo encontró en el sistema militar. "Por sus enormes presupuestos –afirma Bill Gates–, tiene la capacidad de actuar en una guerra muy inferior a la que se libra contra los microbios. Tiene soldados a tiempo completo para desplazarse y reservistas que pueden aumentar su número enormemente. La OTAN, con sus unidades móviles, puede activarse con gran rapidez. Hace simulaciones para saber si la gente está bien entrenada y conoce la logística con radiofrecuencias incluidas para desplazarse. Este es el tipo de acciones que debemos hacer frente a las epidemias. Tenemos ciencia y tecnología, celulares para recibir información y difundirla al público, mapas satelitales para ubicar a la gente y ver cómo se moviliza, avances para producir drogas y vacunas que ataquen los microbios. Hay que seguir el modelo militar, pero para esta otra guerra. Si empezamos ahora (2015), estaremos listos para la próxima epidemia".
Hoy conviven dos visiones contrapuestas: la de los países que alimentan el sistema militar y la de la FBMG, que promueve un sistema de salud que nos defienda del mayor enemigo, como la pandemia del coronavirus que azota al mundo.
Director ejecutivo de la Fundación Sales