Una oportunidad para el desarollo
El acuerdo Unión Europea-Mercosur es uno de los más importantes de la historia a nivel global. Su negociación se extendió por más de 20 años y cobró un renovado impulso desde 2016. Al Mercosur le permite acceder a un mercado de más de 500 millones de habitantes, con un PBI per cápita de US$34.000 que representa más del 20% del PBI mundial.
Entre las principales líneas de acción del acuerdo se destacan la mejora en las condiciones de acceso a bienes, servicios e inversiones; la reducción y eliminación de restricciones y simplificación de procedimientos de operatoria comercial; el aumento de la competitividad a partir de facilitar el acceso a tecnología e insumos necesarios para producir bienes de valor agregado.
Respecto de bienes industriales, la UE liberaliza cerca del 100% de su comercio, mientras el Mercosur lo hace en un 90%; la UE ofrece la liberalización completa e inmediata de aranceles para el 80% de las exportaciones del Mercosur; el Mercosur obtiene plazos amplios de hasta 15 años para liberalizar sectores sensibles en forma gradual. Finalmente, se busca favorecer el comercio intraindustrial reduciendo aranceles para insumos y bienes de capital.
En materia de bienes agroindustriales, 63% de las exportaciones argentinas a la UE, la UE liberaliza el 99% de las importaciones del Mercosur: para el 81,7% eliminará los aranceles de importación. En tanto, para el 17,7% restante ofrecerá cuotas o preferencias fijas. Sólo se excluyen algo más de 100 productos.
Con relación a las pymes, el acuerdo contempla beneficios específicos que impulsan su presencia activa en el comercio birregional y mundial: a través de programas que facilitan la integración en cadenas globales de valor, asistencia técnica, participación en compras gubernamentales, joint ventures, partnerships, redes de negocios, transferencia de know how y asistencia financiera.
El acuerdo contempla diversas acciones tendientes a la eliminación de barrerras no arancelarias y facilitación de exportaciones. Se establecen plazos y procedimientos que brindan certeza respecto de protocolos sanitarios, fitosanitarios y normas técnicas. Se contemplan procedimientos de certificación en materia de origen a través de la adopción del proceso de autocertificación. Finalmente, se establecen disposiciones sobre liberalización de aduana y despacho, reducción de inspecciones físicas, simplificación y armonización de procedimientos aduaneros, entre otros.
El sector de servicios constituye el tercer complejo exportador del país -detrás del sojero y el automotor-, con exportaciones que superan los 6000 millones de dólares anuales, y genera más de 430.000 puestos de trabajo. El acuerdo permite que los prestadores de servicios de la UE y del Mercosur puedan acceder al mercado de la contraparte en las mismas condiciones que los nacionales. El acuerdo estimulará la radicación de inversiones en el sector productivo y en el de servicios. partnerships, redes de negocios, transferencia de know how y asistencia financiera. Cabe recordar que la UE es el primer importador mundial de servicios, por valores que superan los 700.000 millones de euros anuales.
Uno de los principios que marcan el acuerdo es el gradualismo. Se obtuvieron plazos extensos para la entrada en vigor de las mejoras arancelarias, lo que permite continuar el programa de transformación productiva y mejora de la competitividad del Mercosur. En contrapartida, la desgravación arancelaria de la UE será en plazos menores. Más del 85% de las importaciones provenientes del Mercosur tendrán una eliminación de aranceles en forma inmediata. El acuerdo reconoce los distintos niveles de desarrollo e integración, preserva las compras públicas como política de desarrollo, protege el medioambiente y los derechos laborales y no cambia las reglas de juego en materia de propiedad intelectual.
Por último, este tipo de iniciativas fomentan una mejora de la calidad institucional local, nacional y regional. Por otro lado, y más allá de lo estrictamente comercial, nos pone ante el desafío de trabajar en la conformación de una cultura ciudadana nacional y regional basada en una ética cívica de valores democráticos y republicanos. Ello permitirá concretar un vínculo político, cultural y económico estratégico y permanente con la Unión Europea, que colabore en la promoción de sociedades más justas, pacíficas e inclusivas para un desarrollo sostenible integral.
Embajador argentino ante el Mercosur y la Aladi