¿Puede volver un expresidente?
En un artículo académico, publicado en la revista Anales de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas de Buenos Aires, se llevó a cabo un estudio de aquellos candidatos que ocuparon el segundo lugar en los comicios presidenciales, basado en un examen de 86 elecciones presidenciales en 10 países de América del Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) entre los años 1978, punto de partida del proceso de democratización en la región, y 2018.
En una de sus principales conclusiones nos encontramos con que, de un total de 64 candidatos a la presidencia que obtuvieron el segundo lugar en comicios generales, solo 16 de ellos lograron finalmente acceder a la primera magistratura: solo 1 de cada 4 "subcampeones" logró romper el estigma del "primero de los perdedores" y de esa manera evitar verse condenado al ostracismo político.
La historia le depara al expresidente Mauricio Macri una agridulce gloria tras la finalización de su gestión presidencial: primer jefe de Estado elegido en la Argentina no perteneciente al justicialismo ni la Unión Cívica Radical, primer mandatario no peronista que culmina el 10 de diciembre su mandato desde Marcelo T. de Alvear en 1928, y primer mandatario que ve frustrada su reelección desde la incorporación de esta cláusula en la Constitución Nacional reformada en 1994; de acuerdo con el interés del consumidor en subir o bajar el precio, cada uno pondrá más énfasis en una u otra parte de este legado.
Cabe destacar que otros expresidentes elegidos en comicios generales desde 1983 tampoco accedieron a la reelección; se trató de los casos de Raúl Alfonsín, aunque en esta oportunidad estaba vigente la Constitución de 1853, que le impedía la posibilidad de la reelección inmediata; Fernando de La Rúa, quien renuncia en medio de la grave crisis social de diciembre de 2001, y Néstor Kirchner, quien en 2007 es sucedido por su cónyuge, Cristina Fernández de Kirchner, y falleció en 2010 sin la posibilidad de competir por un nuevo mandato presidencial en 2011. Solo Carlos Menem en 1995 y Cristina Fernández de Kirchner en 2011 lograron ser reelegidos sin necesidad de llegar a la instancia de ballottage en ambos casos.
¿Tendrá Mauricio Macri su segunda oportunidad para intentar el regreso en 2023? Si bien resulta difícil aventurar un pronóstico, dada la particular dinámica de la política argentina, podemos indagar en la historia reciente para arriesgar alguna conclusión preliminar.
Ítalo Luder (1983), Eduardo Angeloz (1989), José Octavio Bordón (1995), Elisa Carrió (2007), Hermes Binner (2011) y Daniel Scioli (2015) representan buenos testimonios de la crueldad de la política argentina con los segundos en un contexto de competencia electoral por un premio único, cualidad característica de los sistemas presidencialistas con estructura unipersonal del Poder Ejecutivo. El ganador se llevó todo, ellos perdieron todo. Solo Eduardo Duhalde, derrotado en las elecciones presidenciales de 1999 y tras ser elegido por una asamblea legislativa para cumplir el mandato de Fernando de la Rúa en 2002, y Néstor Kirchner, quien obtuvo el segundo lugar en las elecciones presidenciales de 2003 en primera vuelta y tras la renuncia de Carlos Menem a competir en un ballottage lograron acceder a la primera magistratura. Parafraseando a un exdirector técnico de la selección nacional de fútbol, también en las elecciones presidenciales impera aquel principio de que los segundos son los primeros de los perdedores.
Otro antecedente a destacar es aquel del fracaso de aquellos expresidentes que intentaron regresar al poder, tal ha sido el caso de Carlos Menem en los comicios de 2003, y de Eduardo Duhalde en 2011. Un caso especial es el de Cristina Fernández de Kirchner, elegida vicepresidenta para el período 2019-2023. La imposibilidad estructural de su candidatura presidencial, producto de la resistencia que la misma generaba entre el conjunto de las restantes facciones del justicialismo, llevó a la expresidente a designar a Alberto Fernández candidato a presidente y a ella misma, candidata a vicepresidenta, en un inusual procedimiento por medio del cual una compañera de fórmula eligió a quien la encabezó.
Teniendo en consideración el peso de esta historia reciente, ¿puede intentar Mauricio Macri competir por la presidencia en los comicios de 2023? Sí, puede. ¿Podrá lograr la presidencia en esa oportunidad? Difícil, improbable, pero no imposible.
Politólogo, profesor asociado regular UBA