Los maestros que necesitamos
Martín Salvetti, un docente de nivel medio de Temperley, ha sido recientemente nominado como uno de los 10 finalistas del Global Teacher Prize, considerado el premio internacional más relevante en educación. Su labor en la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº 5 "2 de Abril" es encomiable. Su trabajo cotidiano trasciende los límites del aula: lleva el aula al mundo real y conecta el conocimiento con la acción. Impulsó una radio escolar desarrollada y operada por los propios alumnos, donde pueden expresarse y descubrir su vocación. Junto con sus estudiantes fabrica motocarros para erradicar la tracción a sangre en Lomas de Zamora, en acuerdo con la municipalidad. Martín Salvetti es un docente comprometido y apasionado, vincula el conocimiento con su aplicación, conoce a sus alumnos, pone en el centro de su labor al estudiante. Necesitamos muchos docentes como él en la Argentina.
Otra maestra argentina había quedado seleccionada previamente entre los 50 finalistas de este mismo premio: María Cristina Gómez, del Colegio Santa Margarita de Rosario. Y la realidad es que tenemos muchísimos docentes en nuestro país que, pese a las dificultades y la carencia de recursos, trabajan de esta manera. Los ejemplos de excelentes docentes se multiplican en las distintas localidades. Sin embargo, la mayoría de ellos son casos silenciosos que no alcanzan el reconocimiento público. Se trata de docentes que transforman para bien las vidas de sus alumnos.
Estos cientos de docentes, que son ejemplo de superación, lamentablemente no suelen ser noticia. Ellos son la contracara del docente que está de paro, que abusa de las licencias, que se presenta como líder sindical, pero que no tiene contacto con alumnos frente al aula. Estos últimos son los que tienen mayor visibilidad, dañando la percepción que la sociedad tiene de una de las profesiones más nobles y relevantes. El verdadero docente es el que se preocupa por sus alumnos y se ocupa de ellos. El que transforma desde el trabajo cotidiano. El que no tiene miedo y no se opone a ser evaluado, porque considera la instancia de evaluación un instrumento para poder mejorar.
Por eso mismo, es necesario reivindicar el rol del docente en la sociedad. Es imprescindible visibilizar más las buenas prácticas docentes. Este es uno de los principales objetivos de la Varkey Foundation a nivel internacional, que justamente otorga el Global Teacher Prize. En Brasil, el movimiento Todos pela Educação es un ejemplo del compromiso por alcanzar un mayor reconocimiento y valorización social de la profesión docente. Este trabajo también debe hacerse en la Argentina, aunando los esfuerzos de muchas organizaciones de la sociedad civil que de manera independiente avanzan en este sentido. Necesitamos despertar vocaciones docentes entre nuestros jóvenes más comprometidos, garantizarles una adecuada formación y retribución. Estos esfuerzos genuinos de la sociedad civil deben articularse con el accionar del Estado, que debería priorizar este objetivo. Ciertamente, los resultados de un trabajo de este tipo no se ven en el corto plazo y no son "útiles" para la próxima elección. Sin embargo, son los más valiosos para las próximas generaciones. Tenemos que soñar en grande, evitar mezquindades cortoplacistas desde todos los sectores y acordar que la educación es la prioridad para que nuestro país pueda integrarse con equidad e inclusión a la sociedad del conocimiento que caracteriza al mundo actual.
Miembro de la Academia Nacional de Educación