Las elecciones dejaron heridas en los dos frentes
El debate por la estrategia electoral más conveniente para el 27 de octubre está introduciendo a Juntos por el Cambio en otra deliberación compleja: el futuro del liderazgo político en esa alianza. Es una situación contradictoria. Para definir quién desempeñará ese rol, es imprescindible saber cómo le irá al oficialismo en todo el país y, particularmente, en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires, algo que todavía no ocurrió, pero ocupa el centro de todas las especulaciones. Está bastante extendida la convicción de que será difícil obtener un resultado que satisfaga a Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, las tres principales figuras del Gobierno, excepto la victoria, hasta ahora, el resultado menos esperado. Esa aparente dificultad para armonizar intereses que por primera vez cobra cierto estado público no alcanza para dar serenidad a la campaña presidencial de Alberto Fernández.
La sesión especial por la emergencia alimentaria desnudó desinteligencias en el Frente de Todos. Se le atribuye a Agustín Rossi la versión según la cual el kirchnerismo la haría caer después de haberla promovido. El diputado no tiene la mejor relación con Fernández y es crítico de sus propuestas. Vaca Muerta es un caso testigo. "En ese tema, estoy a la derecha de Macri", suele jactarse en el Congreso. ¿Parte del nuevo contrato social aludido por Cristina en Misiones? Fernández no descarta beneficios impositivos y de explotación para el yacimiento de petróleo y gas no convencional con una ley que sustituya el decreto 929 de 2013. Podría ser una fuente de dólares que escasearán con la próxima administración. Algo que inquieta al Club del Petróleo de Oscar Vicente y Alejandro Bulgheroni: con inversiones en Vaca Muerta, la mayoría de las firmas agrupadas allí esperan que los candidatos no hablen del congelamiento de precios a los combustibles.
Están convencidos de que liberarlos es la única forma de recuperar el capital intensivo y de largo plazo en un modelo de negocios que ya despertó expectativa en Sergio Massa: pretende que Sebastián Galmarini, su cuñado, sea titular del área de Energía en un eventual gobierno de Fernández; si accediese a eso y al PAMI para Mirta Tundis, tal vez no insista en ser jefe de Gabinete. De ganar, Fernández lo preferiría en la presidencia de la Cámara de Diputados. Y mientras tanto, cerca de la campaña de Axel Kicillof en la provincia. Aunque no todo lo que Massa quisiera: insiste en que el diputado Jorge D'Onofrio sea procurador general de un eventual gobierno del exministro de Economía. Los intendentes más cercanos a Alberto resisten esa idea. Intentaron conversarlo con Kicillof hace dos semanas en la recorrida por la costa atlántica en la que estuvieron Juan Zabaleta (Hurlingham), Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Julio Zamora (Tigre) y Martín Insaurralde (Lomas de Zamora). El estilo hierático que atribuyen a Kicillof impide concretar el plan que discuten: respaldar a Julio Conte Grand.
El actual procurador general fue designado con el aval de los jefes comunales del PJ. Un gesto que podría redimir a Katopodis. Con el de San Antonio de Areco, Francisco Durañona, el intendente de San Martín pidió a Joaquín de la Torre entrevistar a Conte Grand antes de que su pliego fuera aprobado en el Senado. El ministro de Gobierno rechazó esa posibilidad en una reunión de la que participaron Fernando Espinoza y Fernando "Chino" Navarro. Conte Grand fue designado a fines de diciembre de 2017. A Insaurralde le serviría para rectificarse. Viene de impulsar a Héctor Corrado para ocupar la jefatura de los fiscales bonaerenses. Corrado es su actual secretario de Seguridad y antes de las PASO no ocultó su simpatía por Cristian Ritondo, de quien aspiraba a convertirse en asesor en la Cámara de Diputados. El ministro de Seguridad es amigo personal de Massa, al que advirtió que sigue activa una cláusula básica del peronismo: "El que saca no pone".
Massa e Insaurralde chocan con otra dificultad. Corrado y D'Onofrio son vetados por el kirchnerismo por aparentes vínculos con los bordes más viscosos de la policía bonaerense. Es probable que Wado de Pedro esté pesando en esa decisión y sea el que tenga mayores posibilidades de ocupar el Ministerio de Justicia si Fernández es presidente. También para que su primo, Jerónimo Ustarroz, sea el titular de esa cartera en la provincia de Buenos Aires. A De Pedro se le asigna una capacidad de diálogo inusual en el kirchnerismo.
No está descartado que haya sido el emisario al que apeló Vidal para adelantar la suspensión de obras públicas y destinar esos fondos al pago de aguinaldo y el salario de diciembre en la administración pública. Kicillof no les confirmó eso a los intendentes, que ya sienten los efectos de la medida. Tampoco si el rector de la Universidad Nacional de José C. Paz, Federico Thea, será su secretario legal y técnico.
El desplazamiento de Conte Grand enturbiaría esa incipiente diplomacia que halla un respaldo objetivo en la estadística. De repetirse el resultado de las PASO, Vidal retendría al menos 40 diputados y 22 senadores. Si se intentase avanzar con una iniciativa así, chocaría con la casi mayoría simple de Juntos por el Cambio en el Senado. Para concretarla, haría falta reunir una especial. Parece muy difícil.
Massa e Insaurralde no expresan el mismo interés por la Procuración. Sus adversarios adjudican al candidato a diputado la supuesta intención de utilizar a los fiscales como un elemento disuasivo. Especialmente en Tigre, donde sigue manteniendo una tensa relación con el intendente. Para el de Lomas, se trata de un tema sensible desde la causa abierta por defraudación contra Hernán Rosín en diciembre de 2017. Rosín debió renunciar al cargo de contador general del municipio.
Llevada adelante por la UFI Nº 8, a cargo de Pablo Rossi, esa investigación involucra además al exsecretario de Hacienda Claudio Raggio; al director de Recaudaciones, Jeremías Oubiñas, y a la secretaria general, Florencia Stamatti. Por una derivación de ese expediente, el juez federal Nº 2 de Lomas de Zamora, Federico Villena, abrió otro contra el exsecretario de Obras Públicas Pablo de Rosa.
Socio de Rosín en un estudio contable de Bernal hasta la denuncia en su contra, Raggio fue designado por el Senado relator del Tribunal de Cuentas en febrero de este año, y en agosto, De Rosa lo fue como secretario. Los dos a las órdenes del vocal Juan Pablo Peredo, ex-CEO de Codere y de buenos vínculos con los intendentes del conurbano. Massa e Insaurralde fueron claves en los acuerdos de Juntos por el Cambio con el Frente Renovador y los intendentes del PJ en la Legislatura bonaerense. La relación con el peronismo es otro de los debates en el oficialismo, que aparece entremezclado con el liderazgo futuro y la cuestión electoral. El presunto déficit en la fiscalización que el gobierno nacional achaca al bonaerense no coincide con el análisis que sus autoridades transmitieron a Macri. Los telegramas en los que el Presidente apareció con saldo cero de votos son 1900. La misma cantidad en los que aparece en esa situación Fernández.
En la provincia, la ecuación tiene una fácil solución matemática, aunque escindida de la lógica política. No había más votos disponibles para Juntos por el Cambio que los obtenidos. La discusión sigue abierta. También, las heridas que dejaron las elecciones.