El enigma de las cartas de Perón
El 12 de octubre de 1945, el presidente "de facto" (general Edelmiro J. Farrell) ordenó la detención del coronel Juan Domingo Perón, quien no estaba en su domicilio de la calle Posadas: se encontraba en una isla del Delta. El subjefe de policía lo trasladó detenido a la cañonera Independencia, que lo llevó a la isla Martín García. Allí concurre, por órdenes recibidas, el médico Nicolás Romano, una celebridad en medicina. Perón no se deja revisar y la negativa origina su traslado, siempre detenido, al Hospital Militar en la madrugada del 17 de octubre.
Desde distintas provincias, entre el 14 y el 17, hay marchas y reuniones en favor de la libertad del detenido. Un médico amigo de Perón (Miguel Ángel Mazza) logra el 14 de octubre ver a Perón y luego entrevista a Farrell. Según el historiador Fermín Chávez, Perón entrega a Mazza dos cartas de su puño y letra: una dirigida a su amigo el teniente coronel Domingo A. Mercante, y otra, a María Eva Duarte. Ambas coincidían en lo sustancial. La dirigida a Mercante le pide cuidar mucho a "Evita, porque la pobrecita tiene sus nervios rotos y me preocupa su salud. En cuanto me den el retiro, me caso y me voy al diablo". En la dirigida a Eva, dice Perón: "Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos", y agrega: "Te encargo le digas a Mercante que hable con Farrell para ver si me dejan tranquilo y nos vamos al Chubut los dos... puedes esperar tranquila y cuidarte mucho la salud...".
Ambas cartas llevan la fecha del 14 de octubre de 1945 y el lugar desde donde se las redactaba: Martín García. El original de la carta ¿llegó a manos de Eva? En el libro El 45, crónica de un año decisivo, escrito en 1969 por el historiador Félix Luna y publicado en la colección Los Argentinos por la Editorial Jorge Álvarez, se encuentran fotocopiadas ambas cartas. Perón había conocido a Eva en 1944; le fue presentada por Mercante, que mantenía con ella una íntima amistad. ¿Se la entregó Mercante a Evita? Fermín Chávez asegura que fue una maniobra distractiva. El texto de la carta es largo y con indicaciones bastante precisas. También es extenso el contenido de la carta a Mercante, en la que da hasta consejos legales para obtener la libertad. Es difícil asegurar que lo que ambas reflejan haya sido realmente una maniobra de distracción, ya que visto el tema a partir del 17 de octubre convence de la mutación de un Perón que ha sido, antes de estos episodios y como consecuencia de su participación en la asonada del 4 de junio de 1944, vicepresidente de facto, ministro de Guerra, secretario de Trabajo y Previsión.
Los principales protagonistas para que Perón triunfara el 24 de febrero de 1946 fueron Mercante, Cipriano Reyes (dirigente del gremio de la carne y uno de los fundadores del Partido Laborista) y Eva, de relevante personalidad. ¿Pudo Mercante ocultar el correo de Perón a Eva como forma de instarla a desplegar el empuje que efectivamente desplegó, en lugar de pensar en sentimientos amorosos? ¿Por qué se halló el original de esa carta en las oficinas que Mercante tenía en un piso de un edificio de la avenida Córdoba, entre Paraná y Uruguay, cuando aparentemente Perón había encomendado que se la enviara a Eva por correo certificado? ¿Por qué hoy está en manos privadas?
Tiempo después de retirarse Mercante (primer gobernador del peronismo en la provincia de Buenos Aires) del aludido piso, ingresó en julio de 1985 a otro piso del mismo edificio un abogado: Hernán Gustavo García Boggiano. El servicio de portería de por entonces, Eulogio Fernández y su esposa, Carmen, con motivo de la limpieza de lo desocupado por Mercante, encontró el original de la carta a Eva tirado en la basura. Lo guardaron. Tiempo después, ya fallecido el portero, Carmen pensó que al nuevo ocupante le podía interesar y, por ello, el original hoy está en manos de García Boggiano. Tuvo él la gentileza de mostrarnos el texto, manuscrito por Perón en el papel más importante y elegante de aquel tiempo ("papel arroz"). Me regaló una fotocopia.
En función de un 17 de octubre de 1945, partero del 23 de febrero de 1946, Perón ¿queda conmovido por lo que fueron las manifestaciones de aquel día miércoles en la Plaza de Mayo, con los antecedentes de diversas provincias movilizadas por trabajadores y la participación de una incipiente CGT, y cambia su intención de abandonar el quehacer político? O, por el contrario, ¿Perón quiso confundir a quienes denostó por haberlo metido preso? Queda una duda que sospecho no se podrá saldar nunca.
Abogado; presidente honorario de la Asociación Civil Anticorrupción