Ante los desafíos de una nueva era
Con 130 años recorridos en una función basada en el compromiso con la ciudadanía y en defensa de la seguridad jurídica, desde el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires entendemos que hoy debemos enfrentarnos a los desafíos que nos plantean las nuevas realidades económicas y sociales, y la incorporación cada vez más extendida de las nuevas tecnologías.
En ese sentido, el notariado está plenamente comprometido con la capacitación permanente y la incorporación de herramientas digitales para seguir dándole a la comunidad las mejores respuestas a sus requerimientos, con la misma presteza y responsabilidad de siempre. Somos una de las profesiones con mayor nivel de capacitación y actualización de la provincia. Se trata de un proceso constante que requiere de profesionalidad y estructura. Incorporando las nuevas tecnologías en todos nuestros ámbitos, estamos trabajando para proyectarlas en los servicios que necesita el ciudadano de hoy.
Dos ejemplos claros de esa transformación mencionada son la utilización de la firma digital y del documento electrónico, en la que fuimos precursores en esta tarea que iniciamos hace más de veinte años.
Todos estos desafíos que redefinen nuestra manera de actuar y el contexto en el que nos desempeñamos los escribanos, no modifican el eje central de nuestra profesión que, por sobre todas las cosas, no es otro que el compromiso con el sostenimiento y la garantía de la seguridad jurídica. Aunque el paso del tiempo cambie los soportes y las herramientas utilizadas para alcanzar los objetivos trazados, siempre permanecerá inalterable el rol del notario para dar certidumbre y confianza. Se trata, en definitiva, de mantener los valores de responsabilidad y obligación con la ciudadanía y defensa de la seguridad jurídica que se han edificado a lo largo de décadas, adaptando la tarea y los mecanismos a las demandas de la sociedad del siglo XXI.
Hoy nos encontramos celebrando los 130 años de la creación del Colegio, y hemos recorrido hasta aquí un largo camino que incluso puede encontrar sus primeros orígenes en el año 1866, cuando se fundó el primer Colegio bonaerense, que fue pionero en el país y del que se adoptaron sus reglamentos y estatutos. Más allá de la trascendencia del devenir histórico y del desarrollo que ha tenido la labor notarial en su estrecha vinculación con la sociedad a lo largo de las décadas, no debemos perder de vista que el trabajo de los escribanos siempre tuvo el mismo y único fin: cada vez que un ciudadano tiene una decisión importante para tomar, que afecta a su patrimonio, a su persona o a los integrantes de su familia, el escribano está allí, cerca, para dar el mejor consejo y acompañarlo, asegurando de manera absoluta la legalidad y seguridad jurídica de las acciones emprendidas. Esa confianza, construida a lo largo de generaciones, es para el notariado una enorme responsabilidad que honramos con el mayor compromiso y que nos obliga a mantenernos permanentemente actualizados, siempre en sintonía con las transformaciones que vive la comunidad de la que formamos parte. Así hemos impulsado la transformación de cada escribano para enfrentar estos desafíos asegurando y sosteniendo los valores de confianza, certeza y seguridad jurídica construidos desde hace 130 años.
Presidente del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires