Actuar con políticas de Estado
El año 2018 registra la tasa más baja de femicidios de la última década. Recientemente presentamos el segundo informe oficial de femicidios, elaborado en forma conjunta entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y la Defensoría del Pueblo de la Nación. Este segundo informe revela que entre 2017 y 2018 bajamos en la Argentina un 12,1% de femicidios. De 313 víctimas de femicidios directos, femicidios vinculados y transfemicidios/travesticidios en 2017 a 275 en 2018, que significa una tasa de 1,14 cada 100.000 habitantes, la más baja desde 2010. De 2008 a 2015 en la Argentina hubo un apagón estadístico. Se dejaron de publicar estadísticas criminales durante dos mandatos completos, incumpliendo la ley 25.266, que es la que ordena la publicación de esta estadística a nivel nacional. Así como no hubo estadística criminal sobre ningún delito, mucho menos hubo un informe oficial del gobierno sobre femicidios en esos años.
La importancia de este informe conjunto consiste en que, además de arrojar una cifra oficial sobre las víctimas de femicidios en la Argentina, también revela el comparado con el resto de los homicidios dolosos, reafirmando, con evidencia, que los femicidios son un delito diferente del resto de los homicidios dolosos y, por lo tanto, exigen políticas de prevención, protección e investigación criminal diferenciadas que logren revertir la cara más cruel de la violencia de género. Este informe ratifica que dos de cada tres mujeres asesinadas en el país lo son en contextos de violencia de género, una realidad que es global y de la que ahora en la Argentina tenemos información oficial. De las 394 mujeres asesinadas en la Argentina en 2018, 259 lo fueron en un contexto de violencia de género.
Según el informe, de los 275 femicidios de 2018, 241 fueron femicidios directos, 27 fueron femicidios vinculados (16 hombres y 11 mujeres) y siete fueron transfemicidios y travesticidios. Ninguna de las víctimas de femicidios de 2018 corresponde a personal activo de las fuerzas federales de seguridad. En 2016, hubo cinco femicidios directos y uno vinculado; en 2017, hubo un femicidio aún en investigación, y en 2018, ningún femicidio perpetrado por fuerzas federales. Asimismo, nueve de cada 10 víctimas de femicidios fueron asesinadas por alguien que conocían y siete de cada 10 hechos ocurrieron en la vivienda particular y no en la vía pública, como en la mayoría de los casos de homicidios dolosos que no son femicidios.
Las provincias con tasas superiores a la tasa nacional (que es de 1,14) son Neuquén, Tucumán y Chaco. Las provincias con las tasas más altas en 2017 y que redujeron sus valores en 2018 fueron Santiago del Estero, Salta y Jujuy. Sobre la mecánica de muerte, el 51% de las víctimas de homicidios dolosos en la Argentina son asesinadas con arma de fuego. Sin embargo, en el caso de los femicidios, el 28% fueron cometidos con arma de fuego y asciende enormemente el arma blanca a un 25,5%, y el ahorcamiento/asfixia, a un 16%, lo que demuestra que en los hechos de femicidios existen ensañamiento y la intención de causar dolor, además de la muerte de la persona. A la fecha, este es el único informe conjunto en la Argentina elaborado por dos organismos oficiales, y estamos trabajando con la CSJN y el Ministerio Público Fiscal en la construcción de un informe unificado con el apoyo de las Naciones Unidas en el marco de la iniciativa Spotlight.
La causa estructural de los femicidios es la desigualdad de género. Esta se combate con medidas integrales tendientes a revertir una cultura de subordinación y sometimiento. Además de la desigualdad de género, hay otras causas que inciden en la probabilidad de que ocurran los femicidios y otros hechos de violencia. Solo el 16% de las víctimas habían hecho una denuncia previa. Esto evidencia las barreras que existen para las mujeres y la necesidad de una urgente y eficiente respuesta por parte del Estado. Debemos asegurar la calidad del sistema de seguridad para que las mujeres sientan confianza y efectivo acompañamiento.
En este sentido, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación presentamos el Plan Nacional de Seguridad para la Reducción de Femicidios, que sistematiza una serie de medidas concretas desde el ámbito de la seguridad para prevenir, perseguir y sancionar este delito y, sobre todo, proteger a las personas en situación de violencia. Entre otras, las medidas consisten en mejorar la capacitación del sistema policial de toma de denuncias, la creación de un sistema unificado de denuncias por violencia de género, la asignación de medidas de protección en forma urgente y el acompañamiento en la ruta crítica a las mujeres, además de continuar con la incorporación de la perspectiva de género en toda investigación criminal de los diferentes delitos por violencia de género.
Estamos convencidos de que la realidad la cambiamos juntos, diciendo la verdad, trabajando en equipo y generando políticas de Estado.
Bullrich es ministra de Seguridad de la Nación; Barone, coordinadora de Políticas de Género y No Discriminación del Ministerio de Seguridad de la Nación