Chile y la Argentina: un ejemplo de paz y conservación
Los 40 años de la firma del Tratado de Paz entre ambos países resalta la importancia de la colaboración y la amistad, también en lo que se refiere a la protección de la Antártida
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La relación entre Chile y la Argentina ha sido un ejemplo notable de cómo dos naciones pueden superar diferencias históricas y trabajar juntas hacia objetivos comunes. El Tratado de Paz y Amistad de 1984 marcó un hito en la historia de ambos países, estableciendo un marco de cooperación y entendimiento que ha perdurado y se ha fortalecido con el tiempo.
Nosotros nacimos después de este conflicto. Somos herederos de una tradición, en donde la paz es fundamental.
Uno de los ejemplos más destacados del tratado es el trabajo conjunto en la protección de la Antártida. Ambos países han reconocido la importancia de preservar este continente único, no solo por su valor científico, sino también por su papel crucial en la regulación del clima global.
Tuvimos la oportunidad de visitar y documentar, a través de registros audiovisuales, un lugar único y prístino que ambos países buscan proteger y conservar: la Antártida. Fuimos testigos de estos esfuerzos y de cómo la colaboración resulta clave para mantener un mundo en armonía, un aspecto que hoy en día parece estar bajo amenaza.
Es así que festejamos la actitud de nuestros países, quienes, a través de esfuerzos coordinados, promueven iniciativas y políticas de conservación que buscan proteger la biodiversidad antártica y mitigar los efectos del cambio climático. Todo esto queda materializado hoy día en una propuesta de área marina protegida (AMP) en la Península Antártica, el también llamado Dominio 1.
La propuesta de AMP del Dominio 1, no solo beneficia a la Antártida, sino que también se erige como un modelo para otros países, destacando la admirable capacidad de Chile y la Argentina para trabajar juntos en la protección de un ecosistema tan frágil. Esto demuestra que la cooperación internacional es esencial para abordar los desafíos ambientales globales.
La ciencia, la diplomacia científica, los esfuerzos multilaterales y el compromiso político a lo largo de la historia dan prueba de cómo dos países pueden superar sus diferencias y trabajar juntos en pos de un propósito compartido.
Todas estas acciones son fundamentales con miras al futuro, y es ahí donde queremos hacer énfasis. No se trata solo de nuestro presente ni de la historia que nos precede, sino del legado que deseamos dejar a las futuras generaciones que vivirán y heredarán nuestro planeta.
Son las acciones las que realmente importan, y por eso queremos celebrar esté ejemplo que nuestros países nos ofrecen.
El trabajo conjunto en la Antártida también ha fortalecido los lazos entre ambos países, promoviendo una relación basada en la confianza y el respeto mutuo.
Esta amistad ha permitido que Chile y la Argentina aborden otros temas de interés común, desde la cooperación en ciencia y tecnología hasta el desarrollo de una patrulla antártica conjunta durante los meses del verano austral.
En un mundo donde los conflictos y las divisiones a menudo acaparan los titulares, la colaboración entre Chile y la Argentina ofrece una visión esperanzadora de lo que se puede lograr cuando las naciones eligen la paz y la cooperación por sobre la confrontación. Son razones de sobra para celebrar la paz y la amistad que este tratado representa.
Su ejemplo demuestra que es posible construir un futuro más sostenible y pacífico a través del trabajo conjunto y el compromiso con la conservación del medio ambiente, especialmente de nuestros océanos, que para nosotros representan el verdadero corazón de nuestro planeta, erróneamente llamado Tierra.
Creemos firmemente que Chile y la Argentina son un modelo inspirador para la comunidad internacional. Su trabajo en la protección de la Antártida no solo destaca por la importancia de la cooperación entre ambos países, sino que también representa un excelente ejemplo en la lucha global por un planeta más saludable y pacífico.
Hernández es una nadadora extrema chilena, los hermanos Azulay son surfistas y documentalistas e integran “Los Gauchos del mar”