Censo de amistades en tiempos de Covid
¿Cuántos amigos podemos tener? Entre la frugalidad del “me sobran los dedos de la mano para contar los verdaderos amigos” y el exceso de Roberto Carlos y su millón, existe un largo espacio de posibilidades. El psicólogo evolutivo Robin Dunbar, conectando el tamaño del neocortex humano y con capacidad de conexiones que éste es capaz de recordar, calculó que no podíamos tener más de 150 relaciones significativas.
El “Número de Dunbar” fue criticado hace algunos días en un trabajo de la revista Biology Letters. “Somos capaces de aprender miles de dígitos de pi y, si nos relacionamos con mucha gente, mejoraremos nuestras relaciones con mucha gente”, afirma Johan Lind, autor del estudio. Y afirma que no podríamos establecer con seguridad un número máximo de relaciones. Pueden ser menos de 150. O muchísimos más.
Del otro lado del Atlántico, el psicólogo Sheldon Cohen, armó su lista de amistades para tiempos de pandemia: organizó los 800 contactos de su celular según razones de afecto y frecuencia, y la lista quedó reducida a 50 personas. A lo largo de un año y meses descubrió que tenía menos amigos de los que creía. Que los vínculos -esos “lacitos”, según la etimología- suelen aflojarse solos. Y que en la pandemia se agudizan nuestras decisiones acerca de con quién queremos estar y con quiénes no. Louise Barrett, psicóloga canadiense, concluye en que “la vida humana es realmente complicada.” Ya lo sabíamos, pero ahora tenemos evidencia científica.
Y además…
El ejercicio de la amistad en el siglo pasado suponía la frecuentación y la confidencia. Pero la vida online está llevando estas dos cosas –el conectarse y el decirse cosas- a un nivel diferente. Florecen las amistades online, esas que pueden ser profundas y sin presencialidad. Una nueva fraternidad en sus modos y en su calidad.