Cartas de lectores: El mejor premio a Messi, espionaje, combate al narcotráfico
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Carta de la semana
El mejor premio a Messi
Hace unos días, Eduardo Valdés, el diputado del Frente de Todos, propuso en el Congreso que se le otorgara al futbolista Lionel Messi el galardón Juan Bautista Alberdi, la máxima distinción que otorga el Congreso de la Nación, en reconocimiento a su honestidad, su compañerismo y su espíritu solidario.
Creo que la mejor distinción que podría recibir Messi sería que el gobierno actual hiciera de inmediato y antes de que finalice su gestión todo lo que esté a su alcance para tratar de evitar que todos los días los narcotraficantes acribillen a tiros a cientos de rosarinos.
Hasta que la ciudad de Rosario no esté protegida de esos delincuentes, por más diplomas que se le otorguen a Messi, él no podrá correr el riesgo de viajar a la Argentina a recibirlos en un entorno tan inseguro donde en todo momento correría peligro de muerte.
Por otra parte, otorgarle a Messi una distinción de esta naturaleza, en el estado permanente de inseguridad en que se encuentra Rosario y el resto del país, más que un premio sería casi una burla.
Raúl H. Álvarez
DNI 7.619.244
Espionaje
Sería una buena idea que, en lugar de espiar a la oposición, el Gobierno concentre sus espionajes en las cárceles donde están gran cantidad de presos (entre ellos parte de Los Monos de Rosario). Es sabido que desde ahí se orquestan muchos de los aberrantes, horrorosos e inadmisibles ataques y asesinatos que se están perpetrando en nuestro país, sobre todo en esa ciudad santafesina.
Denise N. de Gallagher
denisepgallagher@hotmail.com
Combate al narcotráfico
En los últimos días se abrió el debate sobre si las FF.AA. deben combatir el narcotráfico o no. Solo quiero recordarles que hace 48 años, a las FF.AA., por decreto presidencial del gobierno democrático de la señora María Estela Martínez de Perón, las enviaron a combatir el terrorismo que golpeaba a nuestra querida Argentina. Hoy, 48 años después, los hombres y mujeres que combatieron al terrorismo pasan sus últimos días en cárceles comunes y son juzgados por el mismo Estado que les ordenó hacer frente a semejante flagelo.
Mario Cabanillas
Presidente del Centro de Estudios Salta
mariocabanillas8@gmail.com
¿Por qué sorprendernos?
En el cuarto año de su mandato, el “presidente” Fernández pronunció el discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso. Fue un discurso poblado de mentiras y chicanas junto a una agresividad escandalosa que dejaba traslucir el intento de congraciarse con su jefa, que más allá de haberlo utilizado nunca dejó de despreciarlo. El politólogo Malamud lo definió en pocas y certeras palabras: “de moderado a energúmeno”. Desnudó así la viscosa personalidad y la sinuosa trayectoria de quien desde el primer día de su gestión no ha hecho otra cosa que sumar torpezas y desaciertos.
Como humilde ciudadano, finalmente uno se pregunta: ¿por qué sorprendernos?
Silvio Saks
silviosaks2020@gmail.com
Chapeau
La actitud de responsabilidad institucional y republicana de las autoridades de la Corte Suprema en la Asamblea Legislativa ante el artero ataque del jefe del Estado nos da a los argentinos alguna esperanza sobre la salud de nuestra democracia. Gracias, señores jueces. Chapeau.
Patricio Carli
pcarli@hotmail.com
Argentina y Churchill
El periódico El Comercio publicó el 23 de febrero una nota titulada “Un día como hoy hace 100 años. Poderoso peso argentino”, destacando que “el peso argentino se ha convertido en la unidad monetaria de mayor valor entre todos los países del mundo y que Argentina ha sido el país exportador en gran escala por excelencia, teniendo como resultado que la mayor parte de las naciones son actualmente sus deudoras, incluso Estados Unidos”.
Dando por descontada su autenticidad, sobreviene de inmediato hacer memoria sobre la historia de este largo período, la tarea ciclópea de indagar lo que el gran filósofo Kant llama “el árbol torcido de la Historia”. Sin dudas, las bases de ese período de esplendor se echaron en los 40 años de las presidencias de Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Julio A. Roca.
Pasando al desgarrador tsunami que se inició en los años30 y se acentuó post Segunda Guerra Mundial, sin emitir opinión política pongamos el foco en la mayor tragedia que nos interpela con un dato censado: el 50% de los argentinos menores de15 años, que son millones, son pobres y carecen de adecuada nutrición, están lejos de una educación de calidad, tienen un lenguaje de 300 palabras que les impide aprender a leer y escribir, no saben las cuatro operaciones matemáticas, básicas para nociones iniciales de lógica, todo ello para aprender a pensar, y ni que hablar del segundo idioma, la lengua franca para integrarse sin fisuras internas a la globalización.
Puesto que en las intensas discusiones ya iniciadas entre los distintos partidos o coaliciones y en el interior de cada cual ese dato no aparece ni remotamente, ya que abordan con exclusividad el déficit fiscal, los necesarios cambios estructurales del Estado y su satélite privado pero no libre, sobrevienen a mi memoria dos oraciones celebérrimas del gran estadista Winston Churchill: la primera al declarar la guerra a Hitler, cuando convocó a una heroica resistencia y advirtió que para ganar habrá “sangre, esfuerzos, lágrimas y sudor”, y la segunda cuando la Fuerza Aérea inglesa ganó la “batalla aérea para el dominio de los cielos”, cuando dijo: “Nunca tantos debieron tanto a tan pocos”. ¡Argentinos! ha llegado la hora de que nos unamos para dirimir el dilema planteado en 1955 por el Premio Nobel de Economía 1974 Gunnar Myrdal, con su libro Solidaridad o desintegración, y al mismo tiempo adoptar como propias las dos declaraciones del gran Churchill, dejando en claro que en nuestro pensamiento la palabra “sangre” no alude a ninguna guerra civil, pero sí a la batalla definitiva contra el narcotráfico; y esfuerzos y sudor es el reclamo a la dirigencia política, empresarios, sindicalistas, y hombres y mujeres que luchan con sus ONG sin fines de lucro. Sumados todos, son “pocos” en relación con la población, pero pueden aportar tanto para tantas decenas de millones de personas que la integran, aún marginadas. Reitero: priorizando la primera infancia y su escolaridad. En Google pueden encontrar el tesoro que nos legó el sublime Immanuel Kant con su “imperativo categórico”, cuyos breves enunciados deberían ser de lectura obligatoria para todo aspirante a cargos públicos y en los programas de estudio previos a la universidad.
Carlos Tonelli
DNI 18.796.008
Ocupar el espacio público
Es digno de destacarse el artículo titulado “El espacio público, privatizado por la fuerza”, firmado por Luciano Román. El autor señala correctamente que para algo “están los códigos de convivencia urbana, pero también los institutos de la concesión y del canon regulados por el derecho administrativo”. Y agrega: “Si hay algo que caracteriza a las sociedades democráticas y desarrolladas es el acuerdo normativo en relación con el espacio público. En la Argentina, sin embargo, estas nociones elementales quedan desdibujadas en un contexto de anomia cada vez más extendida”. Nada más exacto aplicable a la situación del espacio verde público más importante de la Argentina: el Parque 3 de Febrero. El Código Urbanístico señala la pertenencia de toda su superficie al Distrito Urbanización Parque –UP–, donde no se puede habilitar ningún uso comercial. Dentro de la misma norma le podemos agregar también su pertenencia a Área de Protección Histórica –APH2 Parque 3 de Febrero–, donde solo está permitido su protección y mantenimiento exclusivo como Parque Histórico. A su vez, la Ordenanza Municipal 46.229 (plenamente vigente) prohíbe la entrega de concesiones en todos los espacios verdes de la ciudad. La cobertura legal es extensa y explícita, pero el GCBA, además de tolerar el uso de la Plaza Cmte. Andrés Guacurari Artigas como prolongación de los bares del bajoviaducto ferroviario y un boliche clandestino en el Parque Olímpico, está licitando el uso comercial del histórico edificio conocido como “El Tambito”. Todos sitios pertenecientes al Parque 3 de Febrero.
Osvaldo Guerrica Echevarría
guerricaechevarria@gmail.com
Altos de Ezcurra
La Casa de María Josefa Ezcurra (1837) es la segunda más antigua de dos plantas en pie de Buenos Aires, en pleno casco histórico. Está ubicada en Alsina 453/463. Se inunda el techo cuando llueve y se pudre el mobiliario original, un pianoforte, por ejemplo. Un folleto del Museo de la Ciudad, que administra la Casa de Ezcurra, publicado cuando todavía era director el arquitecto José María Peña, se denomina Proyecto de recuperación y puesta en valor, Museo de la Ciudad, 1999. Y de eso solo se cumplió la restauración de la fachada, gracias a la determinación de María Sáenz Quesada, en esos años secretaria de Cultura del gobierno de la CABA (jefe de gobierno, Fernando de la Rúa). Solicitamos al Museo de la Ciudad, directora Dolores Jaureguialzo, se continúe con el referido proyecto cuanto antes.
Julio Orione, Carmen Verlichak, Carmen María Ramos, Luciano Rossi, y siguen las firmas
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