Una reflexión necesaria, ¿donación?, la misión de la escuela
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Carta de la semana
Una reflexión necesaria
Vista la polémica desatada por la actuación de la docente en la Escuela Técnica de La Matanza, quisiera hacer una reflexión. La historia, como materia, es una disciplina que se ocupa de los hechos del pasado y que se enseña siguiendo determinados métodos, en los que debemos destacar la documentación recabada a través de las ciencias auxiliares como la arqueología, la filosofía, etc. Un docente está amparado por el principio de la libertad de cátedra, y pese a que también tiene libertad de conciencia para interpretar los hechos de acuerdo con su ciencia, conciencia e ideología, debe presentarlos con objetividad y facilitando los datos publicados por estudios y entes autorizados. Enseñar hechos del pasado reciente requiere aún una mayor objetividad, pues el alumno está condicionado por su entorno y su vivencia personal. Es un crimen y una mala práctica docente intentar influir u obligar al alumno a aceptar sus conceptos sin sentido crítico. Recordemos que nuestros jóvenes votan desde los 16 años y deben formar su propio criterio. La docente en cuestión en un momento lo amenaza con llevarse la materia por haber cuestionado su relato. Las autoridades competentes deben reflexionar sobre el particular, más allá de apartar a dicha profesora.
Luis Javier Mihovilcevich
l_mihovilcevich@hotmail.com
¿Donación?
Señor Presidente, uno dona algo en un gesto que lo enaltece, desprendiéndose de algo para beneficiar a otros.
Usted o su entorno no pueden engañarnos dialécticamente y usar el término donar para reemplazar con lo que en realidad es, el pago de una multa para compensar la comisión de un delito. Asuma su condición de culpable de un delito sin más distracciones.
Ignacio de Uribelarrea
DNI 13.232.448
La misión de la escuela
“Todos los problemas son problemas de educación” (Domingo Faustino Sarmiento).
Felicito a los alumnos de cuarto año de la Escuela Técnica Nro. 2 de La Matanza que, con respeto y firmeza, respondieron a la docente violenta y exaltada que los humilló y maltrató. Como sociedad no podemos permitir que las escuelas pierdan su misión de formar en valores y conocimientos. No podemos permitir estas actitudes violentas de quienes deberían educar desde el ejemplo.
Debemos decir “no” a la educación que pierde su razón de ser: ¡nuestros alumnos! El tiempo es hoy.
Elena Cordone
elenacordone@yahoo.com.ar
Formidable
¡Realmente formidable la profesora de La Matanza! No solo les “abre la cabeza a los alumnos”, ¡nos la abrió a todos nosotros!
María Teresa Reynal
DNI 11.265.875
Sin excusas
Ante lo ocurrido con la docente de un colegio de La Matanza, que transformó su clase en un espacio de adoctrinamiento político, conviene recordar las palabras de Max Weber, uno de los padres fundadores de la sociología moderna, y que nadie que esté al frente de una cátedra, especialmente en el campo de las ciencias sociales, debería olvidar.
“Considero inexcusable aprovechar la circunstancia de que los estudiantes tengan que asistir a las clases de un profesor debido a su carrera y que se utilice esta situación, no para que el profesor les sea útil, como es su obligación, con sus conocimientos y experiencia científica, sino para marcarlos con su punto de vista personal sobre política. Es posible ciertamente que el individuo consiga solo en forma imperfecta disimular sus propias simpatías. En este caso se expone a la crítica más severa ante el tribunal de su propia conciencia. Pero esto no justifica nada, pues también son posibles otros errores objetivos y no obstante no lo exime de la obligación de buscar la verdad y lo condena también en nombre de los intereses científicos” (Max Weber, Ciencia y política).
Juan Carlos Iorio
DNI 4.967.641
Derechos vulnerados
No sorprende que el doctor Alberto Fernández haya salido en defensa de la docente Laura Radetich argumentando que fue un “debate formidable”. Como abogado y profesor desconoce la ley 26.061 y la ley 26.206, que promueven entre tantos derechos el de la voz de niños, niñas y adolescentes, el respeto a ellos y la calidad educativa. También desconoce el Estatuto Docente de la provincia de Buenos Aires: “Formar a los alumnos en las normas éticas y sociales con absoluta prescindencia partidaria”. Los debates tienen que darse en el marco del respeto, escuchar al otro, y no la imposición de relatos, que es lo que hace la señora Radetich, que no puede estar al frente de un aula. No se trata de un “debate formidable”, se trata de la vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes y cuánto le importa la inclusión; pero no sorprende, ya que reafirma por qué su espacio partidario está en contra de evaluaciones y formación docente. Sus felicitaciones deberían dirigirse a los alumnos que se atrevieron a difundir la educación que no queremos en nuestro país. Una vez más, lamentable la actitud presidencial.
Cecilia Marina Jaime
DNI 18.263.558
Soberanía territorial
En 1982, por cuestiones de poder y política, intentamos recuperar con mucho dolor y muertes en vano a nuestras islas Malvinas. Hoy, por cuestiones también de poder y política, permitimos la descarada usurpación y pérdida de territorios ocupados en la Patagonia por delincuentes que se dicen pueblos originarios, denominando las tierras usurpadas “tierras sagradas de los mapuches”. ¿Quién nos entiende? ¿No hay nadie que defienda nuestra soberanía permitiendo que se ocupen violentamente esas tierras, talando árboles centenarios con incalculable daño ambiental y enarbolando banderas ajenas a nuestro pabellón nacional?
Huberto G. Mahler
DNI 4.607.104
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Todos los días la ministra Vizzotti nos anuncia la llegada de más vacunas, y las que en breve llegarán. Me hace acordar a los actos de inauguración de obras, que siempre son las mismas (en realidad son reinauguraciones) y lo único nuevo es la cintita que se corta.
Leonardo C. Giménez
DNI 26.019.953
La familia
Hace 40 años, San Juan Pablo II escribió una Exhortación Apostólica, cuyo punto 13 se denominaba “¡Familia, sé lo que eres!”. En dicha exhortación, con mucho énfasis, instaba a las familias a enseñar, custodiar y celebrar el amor humano y difundir los valores de la verdad, la solidaridad, la justicia, la honestidad y demás principios educadores que son menester en la crianza familiar. En estas últimas semanas hemos vivido en nuestra sociedad argentina situaciones por demás sorprendentes, banalizando la verdad y los principios rectores de toda sociedad democrática. La educación no enseña, sino que milita despóticamente; los legisladores no legislan, pero sí conspiran unos contra otros; los jueces, por temor, no sentencian causas evidentes; el Presidente festeja en tiempos de ASPO y miente, se retracta, jura y vuelve a mentir, para luego presentarse defendiéndose en forma personal y procesalmente irregular...
También decía Juan Pablo II que el futuro de la sociedad está en la familia. En las últimas encuestas, la ciudadanía mayormente ratifica con enfado que casi todas las instituciones de la república están muy desprestigiadas y casi ninguna es creíble, salvo la familia. Tal vez sea el momento de que, como integrantes de la gran familia argentina, también salgamos a proclamar enfáticamente: “¡Sociedad, sé lo que eres!”.
Antonio R. Lagioia
tonylagioia@gmail.com
Aire fresco
Celebro el editorial “La transparencia electoral en manos de un juez procesado”. Parece que, después de múltiples chicanas, vueltas y excusaciones, la causa seguida al juez federal de Mendoza Walter Bento por gravísimos delitos en el desempeño de sus funciones ha encontrado felizmente a magistrados dignos, dispuestos a honrar sus cargos. Una bocanada de aire fresco en un ámbito (el judicial) tan degradado hoy en día.
Juan Carlos Sorondo
jcsoro@yahoo.com.ar
Cuidemos el agua
En estas líneas queremos referirnos a un tema muy importante, el cual no se toma mucho en cuenta: el agua, el componente principal para que exista la vida y la cual todos los seres vivos necesitamos. Como es sabido, la mayoría de las provincias de la Argentina usan agua potable para todo: regar las plantas, lavar el auto, aseo personal, lavar los platos, la cisterna del inodoro, entre otros. Pero esto no nos parece conveniente, ya que para esas tareas domésticas se debería usar agua común, y el agua potable, solo para beber y cocinar. ¿Por qué? La respuesta es simple, sin agua potable no se sobrevive, así que si seguimos malgastándola, nos quedaremos sin ella. Por eso, proponemos que se deje de usar el agua potable para todo y empecemos a usarla para lo que de verdad se necesita. Y recordemos: si cuidamos las fuentes que nos abastecen de este recurso, garantizamos la vida de todos en el presente y el futuro.
Lourdes Grosso
DNI 47.532.306
Jazmín León
DNI 47.966.006
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