Malvinas, 40 años; diablos de la inflación; valorar la libertad
- 6 minutos de lectura'
Malvinas, 40 años
Apenas unos pocos días para que, el 2 de abril, se cumplan los 40 años del frustrado pero heroico intento de recuperar–para la Nación Argentina– el territorio de las islas Malvinas. Honor a los caídos en la gesta. Y el recuerdo que deberemos tener siempre presente de que en enero de 2023 se cumplirán 190 años de la ominosa usurpación por el Reino Unido de nuestras islas, parte del territorio nacional.
Jorge R. Vilaboa
DNI 9.2211.756
Diablos de la inflación
El presidente Alberto Fernández, en un reportaje en la televisión pública, dijo que la inflación es producto de “los diablos que aumentan los precios”. Queda claro que el diablo probablemente no tenga nada que ver y que el Presidente tiene un diagnóstico equivocado de qué produce la inflación. Si el Presidente no tiene claro que la causa principal de la inflación es la emisión descontrolada, para cubrir un déficit fiscal de un Estado absolutamente ineficiente, es probable que persistamos en el error y que no haya ninguna posibilidad de poder salir adelante y tener un futuro promisorio. Si se quiere mejorar, hay que hacer algo distinto. Haciendo siempre lo mismo no vamos a lograr resultados diferentes.
Roberto Jorge Billinghurst
robertojbill@hotmail.com
Valorar la libertad
Aun las más tremendas tragedias que ha vivido y vive la humanidad pueden dejarnos algún resultado positivo. Como consecuencia de la pandemia que afecta a todo el mundo y ha producido hasta la fecha la friolera de 20 millones de muertos, se ha puesto en valor uno de los principios en que se basa la sociedad occidental y que desde hace décadas se cuestiona. Se ha revalorizado la libertad. Las restricciones que impuso mostraron en vivo y directo su pérdida. Limitémonos a nuestra patria. Hoy los argentinos nos revelamos ante decisiones gubernamentales que consideramos desacertadas o abusivas. Mostramos nuestra disconformidad en la calle o haciendo tronar cacerolas desde los balcones. No es casual, por ejemplo, que en la Argentina se hayan fortalecido espacios políticos que, si bien ya existían, hoy, sus integrantes son habituales participantes en los paneles televisivos y algunos han obtenido porcentajes importantes en las elecciones de medio término. Y lo más importante: son los jóvenes quienes encabezan el cambio social. Ojalá se profundice y perdure.
Romeo di Piero
romeodipiero@hotmail.com
Clase de historia
Me pareció muy bueno el artículo de Pablo Sirvén “La JP, La Cámpora y lo que le falta estudiar a Máximo”. Es una excelente clase de historia contemporánea argentina, veraz y precisa. Sería interesante que los adolescentes y los jóvenes la leyeran. Así, se enterarían de cómo sucedieron realmente ciertos hechos en nuestro pasado reciente.
Susana Verde Ramallo
DNI 6.134.821
Emocional y social
Hay abusos físicos, sexuales y emocionales. Cuando se ejercen sobre una población, los he llamado abuso emocional social. Traen diversos tipos de perturbaciones, como la anomia (faltas sistemáticas a las normas), pérdida de la esperanza y del espíritu solidario, y violencias de diversa índole y en ascenso. Esto lo estamos viendo como un padecimiento muy generalizado en la Argentina actual. Pero cabe agregar algo aún más grave: el desconcertante comportamiento de quienes están a cargo del comando de la nave, con un creciente alejamiento de la realidad en las palabras y en los actos. Cuando esto sucede, en psiquiatría nos encontramos con pacientes con cuadros de neurosis o, más grave aún, de psicosis. Si el alejamiento es muy grande y el convencimiento de los pensamientos y actos de uno son irreductiblemente sostenidos pese a las evidencias, nos encontraremos en situaciones de delirio y alucinaciones. Los juicios se tornan más y más inadaptados, incoherentes y caóticos respecto de la realidad. El abuso emocional social se incrementa y perturba cada vez más. Muchos dicen estar experimentando esto con la actuación de los que están a cargo del país. Lo dicen de una manera muy sencilla y elocuente: “No entendemos más nada. Esto es una locura”.
Suena a un muy acertado cuanto ominoso diagnóstico.
Eduardo J. Padilla Quirno
Médico psiquiatra
CI 5.9376.210
Discriminación
Con relación a la nota firmada por Hernán Cappiello en la nacion del 25 de marzo referida a la situación de los presos acusados de delitos de “lesa humanidad”, quisiera agregar algunas apreciaciones . Las causas se reabrieron, luego de más de treinta años de ocurridos los hechos, a instancias de Néstor Kirchner, con la complicidad del Congreso, jueces corruptos, incluida la Corte Suprema, en gravísima violación del principio de cosa juzgada, ya que se habían cerrado todos los procesos por la vigencia de la leyes de obediencia debida y de punto final, durante el gobierno de Alfonsín, además de los indultos presidenciales posteriores. Por ello se trata de verdaderos presos políticos. Se violó el principio de legalidad al aplicarse retroactivamente la ley penal. Los acusados están sometidos a larguísimas prisiones preventivas que superan con creces los plazos legales, para ellos no hubo eximiciones de prisión, excarcelaciones, libertades condicionales ni 2x1, y el promedio de edad de los encerrados en cárceles comunes supera los 75 años, algunos de ellos con más de 90 años. En un récord vergonzoso para estos jueces prevaricadores, han muerto en cautiverio 714 presos, la mayoría sin condena. Esta inadmisible discriminación quedará en la historia nacional como una de las mayores defecciones y muestra de cobardía de nuestra clase dirigente.
Alberto Solanet
Presidente de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia
asolanet@estudiosolanet.com.ar
En la Red Facebook
Premios Oscar: el golpe de Will Smith a Chris Rock
“Hay personas que te van a faltar el respeto una y otra vez si se lo permitís, por eso es que existe mucho bullying, porque no los ponen en su lugar”- Diego Sánchez
“No justifico la violencia, pero no podés hacer humor con problemas de salud”- Susana Dichiera
“No deben confundir la comedia con la falta de respeto”- Liz Hernández
Los textos destinados a esta sección no deben exceder los 1000 caracteres con espacios. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.aro a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA)
LA NACION