De los lectores: cartas & e-mails
Nosotros cumplimos
Aclaro: no soy terraplanista, ni fascista, ni gorila, ni anticuarentena, ni golpista, ni contrera, ni antidemocrática. Me considero una ciudadana independiente. No estoy afiliada a ningún partido político (o sea, no me caso con nadie). Trato de conservar mi actitud crítica y cierta equidistancia y pragmatismo, para evitar fanatismos. Me uní al banderazo del 17 de agosto, como muchos otros, para expresarme, no en contra del aislamiento, no negando al virus ni desconociendo la pandemia planetaria, sino por mi legítimo temor a que el Gobierno esté aprovechando esta situación para apurar ciertas decisiones: la reforma selectiva del Poder Judicial, entre otras. Como el tero, que grita en un lado y pone los huevos en otro. Por otra parte, era previsible que el oficialismo desacreditara, minimizara y criticara duramente la masiva salida de la gente a la calle. Eso hacen siempre. Los irresponsables, los imprudentes, los intolerantes, los desobedientes somos nosotros, los ciudadanos. No un gobierno cuyo presidente dijo abiertamente no creer en los planes económicos y que nos instó, en su discurso inaugural: "Si alguna vez sienten que me desvío, salgan a la calle a decírmelo". Nosotros cumplimos, señor Presidente. ¿Y usted?
Irene Bianchi
DNI 6.688.332
Disculpa aceptada
Concurrió mucha gente al banderazo, demasiada tal vez para las expectativas del kirchnerismo duro, al que solo le preocupa el desborde del sistema de salud, por encima del social. Y una buena parte de la sociedad se manifestó masiva y educadamente a lo largo y ancho del país. Solo restaría avisarle a Santiago Cafiero que su sincero pedido de disculpas hacia el personal de la salud, por no haber podido evitar el 17A, ya fue aceptado de buen agrado por los muchos médicos y médicas, enfermeros y enfermeras y personal sanitario que concurrieron a las marchas por la "no impunidad para los corruptos bajo el disfraz de reforma judicial o de la Corte Suprema de Justicia".
Mariano Aldao
maldao1966@gmail.com
Magos locales
Sabemos que hay magos que ante su público embelesado pueden hacer desaparecer un elefante o un helicóptero y hasta la misma Estatua de la Libertad en Nueva York. Pero acá también tenemos nuestros notables ilusionistas locales. Durante los doce años de kirchnerismo hicieron desaparecer la palabra "inflación", vocablo que en ese entonces nadie podía utilizar. Recordemos al ministro de Economía K Hernán Lorenzino, que intentó huir despavorido cuando una periodista extranjera deslizó esa palabra durante una entrevista. Después, Axel Kicillof hizo desaparecer la palabra "pobreza", y ese milagro lo materializó revoleando la varita mágica de la estigmatización. Ahora, el presidente Alberto Fernández nos encierra en nuestras casas, pero hace desaparecer la palabra "cuarentena", que ya no podrá pronunciarse más. Claro es que con aquellos magos que mencioné al comienzo, cuando se levantaba el telón para el saludo final, reaparecían el elefante, el helicóptero, la estatua… ante el aplauso de los espectadores. En cambio, acá, cuando se levanta el telón, quedan descarnadamente a la vista la inflación, la pobreza y la cuarentena… y esto no es para aplaudir. Pasa que es otro teatro.
Pablo F. Marchetti
DNI 6.002.426
Difícil regreso al hogar
Llevamos cinco meses de cuarentena y en algunos aspectos las cosas se manejan como si fuese el primer día en que apareció el Covid-19 en el país, donde se tomaron decisiones que toda la población acató. A una de mis hijas, que vive en Yerba Buena, Tucumán, la sorprendió la llegada del coronavirus en la casa de vacaciones que tiene la familia en la localidad de La Población, en Traslasierra, Córdoba. Su marido, por ser trabajador esencial, en abril se volvió a San Miguel de Tucumán para trabajar. Después de pasar ella y sus hijos cinco meses en una casa que está en plena sierra, obtuvo todos los permisos para emprender la vuelta a su hogar. Esto incluyó que el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) le realizara un hisopado a toda la familia, todos con resultados negativos. Algo más que evidente ya que en la localidad no se registró ningún caso y la casa está en una zona aislada. Con toda la documentación en regla su marido partió desde Tucumán en busca de su familia, teniendo un plazo de 72 horas para ir y volver. Lo que tendría que haber sido un regreso tranquilo para mi hija, su marido y sus tres hijos (9, 6 y 4 años) fue una pesadilla. Al entrar en la provincia de Santiago del Estero le precintaron el auto, y no pudieron bajar ni siquiera para ir a un baño o comprar alimentos durante 6 horas. Al llegar al límite con Tucumán, a las 23, no los dejaron ingresar a la provincia hasta las 8 a.m. del día siguiente. Les pidieron que pasaran la noche en el auto, sin agua ni alimentos. La noche fue larga y fría (7 grados). Al día siguiente, en caravana con los demás autos que estaban en la misma situación, los escoltaron hasta la terminal y de allí los llevaron a un hotel que debieron pagar ellos. En una habitación triple se hospedaron los cinco, sin los elementos necesarios de bioseguridad e higiene para una cuarentena. He leído las disposiciones que hay en otras provincias, donde a los residentes les permiten hacer la cuarentena en su casa. Mi hija podría haber hecho la cuarentena en su casa de Tucumán y hubiese sido mucho menos traumático para los chicos. Y si todavía le quedan dudas a las autoridades, hay sistemas que permiten hacer el rastreo si alguien se aleja del lugar donde debe estar.
Me pregunto: ¿qué se hizo en estos cinco meses para ayudar a la gente a regresar a su hogar?
Juan Bertrán
juanbertran1@hotmail.com
Supervivencia
Por pertenecer a la franja de jubilados más vulnerable debido a problemas de salud, movilidad y seguridad, solicito a la Anses que deje sin efecto la obligación de presentarse mensualmente en el banco o en un comercio para justificar la supervivencia, y se libere a la policía, ya saturada por tener que abocarse al cuidado de la seguridad, de esa tarea.
Ismael Perisset
DNI 3.859.012
En la Red
El Gobierno acusó a la oposición de "exponer" a la gente al virus y les pidió "perdón" a los médicos
"No es ‘oposición’, son ciudadanos que se manifiestan democráticamente"- Ana Laura Montani
"Que les pidan perdón por no pagarles lo que se merecen"- Adriana Anahí Toribio
"¡Hagan las cosas bien y nadie va a reclamar nada! Basta de corrupción y juzguen a los que delinquen"- Diana M. Pickenhayn
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