
Cartas de los Lectores
Aylan nos interpela; De 1945 a 2015; Límite; Pena y espanto; Darwin; Violencia en el fútbol; Árboles; Los pizzeros
La crisis migratoria
Aylan nos interpela
Como bien dice Juan Cruz, en la excelente columna publicada anteayer con relación al niño sirio encontrado muerto en una playa turca, "la muerte de un chico es una afrenta, un grito de la vida contra la muerte".Una vez más un niño es la víctima inocente, y detrás de él están sus victimarios: un Estado fallido y un grupo de gobernantes corruptos e irresponsables. Historias como la de Aylan Kurdi nos desgarran, nos conmueven y nos interpelan hasta lo más profundo de nuestro ser. Deberían ser también un poderoso llamado a la conciencia y a la responsabilidad de todos nuestros dirigentes, para que sepan y tomen conciencia de que los actos de corrupción, de indiferencia o de irresponsabilidad no son gratuitos, los terminan pagando víctimas inocentes, como Aylan.
Santiago L. Ordóñez
santo1446@gmail.com
De 1945 a 2015
Miles de familias huyen todos los días de la guerra, el hambre y el terror. En sus países, los regímenes totalitarios más sangrientos de la historia, particularmente obsesionados con barrer a los que sostienen una religión distinta, continúan la masacre. Las familias se suben a los barcos en busca de un futuro. Del otro lado del mar, el mundo les abre los brazos. En las aduanas apenas unos trámites de inscripción alcanzan. Los locales los reciben, consuelan, les dan un trabajo y los albergan. Les enseñan a tomar mate, y cantar tango y folklore.
Esto ocurrió en septiembre de 1945. El tsunami de inmigrantes europeos que escapaban del nazismo, el fascismo y el comunismo, es conmovedor. Italianos, alemanes, griegos y españoles llegan y reciben una nueva oportunidad.
¿Recibirán sus descendientes, 60 años después, a los inmigrantes africanos de la misma manera?
Tobías de Marcos
DNI 36.530.669
Límite
Al ver las dramáticas noticias que llegan acerca de la catástrofe migratoria desde el norte de África y Medio Oriente hacia Europa, no puedo dejar de pensar en los innecesarios problemas que genera el actual gobierno en aras de consolidar su poder político. Las dificultades que enfrentamos actualmente son sólo problemas surgidos de la codicia política y la carencia de escrúpulos. Y eso me causa pena por nuestro destino como sociedad. Tenemos todo para poder vivir en paz y con suficiente bienestar para toda la población. Sin embargo, el Gobierno no se ha cansado en fomentar la división social y ha permitido en los últimos años el ingreso al país de narcotraficantes, quienes ponen en riesgo la paz social y envician a la juventud. ¿Hasta dónde nos van a llevar sin que seamos capaces de ponerle un límite?
Fernando Chain
DNI 13.887.349
Pena y espanto
Vemos cómo desde el oficialismo se alteran las cifras de los desaparecidos, falseando la historia; se disuelven los números del Indec, estafando a todos con una inflación ridícula; se tergiversan los índices de pobreza, desnutrición, analfabetismo y desocupación, burlando las más elementales necesidades de la población; se miente en las declaraciones de bienes de los funcionarios, ridiculizando a la Justicia; se malversan fondos estatales y se alteran leyes en espíritu y forma. También se hace fraude electoral, bastardeando el primer requisito de una democracia.
Se puede caer en engaño una vez por inocencia, o tal vez falta de información. Pero cuando la ciudadanía reconoce y tolera tanta artimaña contumaz y desleal, no se condena a la esclavitud, sino que la elige. El pueblo de Tucumán, casi solitario, se manifiesta inerme pero cansado ante el avasallamiento del más elemental derecho democrático. El resto del país permanece indiferente y ajeno. Un gran número de periodistas y comunicadores cómplices silencian los escándalos. Unos pocos políticos opositores aletean, sin energía ni entusiasmo. El oficialismo se aferra al gobierno (y a los fondos públicos) por todos los medios y sin ningún escrúpulo.
El país se encuentra ante el abismo de la máxima decadencia, con las instituciones neutralizadas y la gente anestesiada.
Siento pena y espanto.
Alberto Gianola
DNI 16.602.796
Darwin
Con respecto al artículo escrito por Julio Conte-Grand, procurador general de la ciudad de Buenos Aires, titulado "Darwin ha muerto", quiero aclarar varios aspectos: Darwin no descubrió la teoría de la evolución. Él escribió su teoría en el libro El origen de las especies, en 1859. Pero ya 65 años antes su abuelo Erasmus Darwin escribió Zoonomía o las leyes de la vida orgánica, en el que dedicó un capítulo entero a desarrollar su visión de la evolución de las especies, y también Lamark, en 1809. A Darwin se le puede reconocer la teoría de "la selección natural", un término que hoy también está en tela de juicio, pero hasta Hitler se apoyó en esa teoría para realizar el exterminio de todas aquellas personas que no fueran de la raza aria. El fuerte se come al débil. Por otro lado, decir que ya Darwin en su otro libro, El origen del hombre, reconocía el parecido asombroso que tienen los grandes simios con los seres humanos, un parecido en comportamiento, expresiones y sentimientos. Además nosotros, los homínidos humanos, no descendemos de los monos, de los primates. Los grandes simios (bonobos, chimpancés, orangutanes y gorilas) procedemos todos de un mismo ancestro común, es decir, un mismo padre y una misma madre. La cosa cambia mucho. Por este motivo, dado nuestro acercamiento genético a los grandes simios y el hecho de que la ciencia ha reconocido que ellos forman parte de la "familia de los homínidos", sean denominados homínidos no humanos y por lo tanto miembros de nuestra propia familia, como tales deben tener unos derechos básicos, entre ellos evitar que se encuentren enjaulados en zoológicos. Darwin se sentiría orgulloso de la decisión positiva que tomó la justicia argentina sobre la orangután Sandra. ¿Por qué se puede otorgar personalidad jurídica a empresas o instituciones que no son nada y se les niega esta misma personalidad a seres cercanos a nosotros, a homínidos no humanos? El otorgar un derecho básico a la vida y a no ser torturado a un orangután o cualquier otro gran simio no rompe el sistema jurídico argentino; al contrario, se refuerza ante el avance de nuestra comprensión hacia el resto de los seres vivos.
El hipotético diálogo entre Darwin y Newton, contemplando el silencio de las selvas destruidas, los mares contaminados, el aumento del cambio climático y cómo nos tratamos mutuamente y a los otros seres vivos, incluiría esta reflexión: "Qué es lo que hemos hecho mal para que las generaciones que nos han sucedido no hayan descubierto la razón de la vida y la dignidad humana".
Pedro Pozas Terrados
Director ejecutivo del Proyecto Gran Simio en España, miembro Junta Directiva Internacional GAP
nautilusmar@yahoo.es
Violencia en el fútbol
No existen dudas, en la Argentina la violencia le ganó al fútbol. La dirigencia deportiva, política, la propia policía y la Justicia no han sido capaces de resolver la violencia en el fútbol y sus causas. Hoy resulta imperioso mantener el fútbol solo con hinchas locales, por dos importantes motivos, el primero es porque no se ha formulado ni una sola propuesta que persiga dar solución a las causas que provocaron la exclusión de los hinchas visitantes. Razón por la cual con el regreso de los visitantes los hechos violentos recrudecerán rápidamente. El segundo está relacionado con nuestra particular cultura de vivir el fútbol, la cual se manifiesta inicialmente como violencia verbal del conjunto y que luego algunos transforman en física. El folklore de nuestras tribunas es un manantial de cánticos, muchos de ellos violentos y ofensivos contra el ocasional rival, que son compartidos y festejados por todos, incluso por el plateísta más instruido. Con la ausencia de la hinchada visitante desaparece el contrapunto violento que generan los cantos y con ello todo el fervor y su inspiración se vuelcan en aliento al propio equipo. Aun cuando estos cambios que importan modificar pautas culturales de comportamiento llevan varios años, ya se observan en nuestras canchas una menor cuota de violencia verbal. Por lo pronto ahora desde la tribuna no hay de quien burlarse cuando se festeja un gol o se gana un clásico, así como no hay robo de banderas, ni emboscadas en las adyacencias de los estadios.
Tal vez luego de unos años y habiéndose interrumpido la inercia de violencia verbal, una nueva generación de argentinos pueda convivir en una cancha de fútbol.
José María Astarloa
DNI 17.311.449
Árboles
Excelente la carta de María Martini sobre la poda de árboles en San Isidro y zonas aledañas. Es urgente que las autoridades atiendan al patrimonio verde que configura nuestros barrios. Falta una "cultura de la poda" como en Cuyo o Santiago.
Por otra parte, considero excelente la "onda verde" que existe en el centro de San Fernando, que podría extenderse a otras partes de Libertador, aun a una velocidad menor (30 kilómetros) en Vicente López y San Isidro.
Alberto Espezel
aespezel@gmail.com
Los pizzeros
Hace un par de días, cuando le preguntaron al papa Francisco su pronóstico acerca del próximo clásico entre San Lorenzo y Boca Juniors, éste respondió: "A los cuervos nos gusta la pizza". Al día siguiente escuché a algunos periodistas de mediana edad que dijeron con toda honestidad que no sabían qué había querido decir el Papa. Pues bien, Francisco, como futbolero de muchos años que es, hizo referencia al apodo con que se conoció a los hinchas de Boca hasta aproximadamente mediados de la década del 60 del siglo pasado. A los simpatizantes xeneizes se los apodaba como "los pizzeros", habida cuenta de la gran ascendencia que tenía el club entre la colectividad italiana, cuyos miembros habían llegado en gran número al país en años anteriores.
Como dato anecdótico, recuerdo que en mi niñez, los chicos juntábamos figuritas, donde entre otras cosas aparecían caricaturas de los hinchas de cada club del fútbol argentino. Así, al hincha de River, se lo representaba con frac y galera (los millonarios), al de Racing Club con una toga (la academia) y al de Boca con la figura de un señor de gruesos bigotes que representaba a un inmigrante italiano que trabajaba de mozo y llevaba en alto una bandeja redonda con una pizza (los pizzeros).
Marcelo Recio
DNI 13.712.993
En la Red
El drama de los refugiados sirios
"El único plan es intervenir el país, con tropas conjuntas del mundo entero, sin intereses creados, separar la paja del trigo y poner la gente a trabajar para reconstruir todo de nuevo " - Claudio Rodríguez
" Tenemos que llegar a esto para que se muevan... una verdadera lástima" - Franco Augusto Nápoli
"¿Qué podemos hacer desde acá? Llevemos algo de ayuda a esta gente" - Claudio Daniel Magno
"Espanto y dolor. Me duele el alma. Dios los ampare" - Marta Ramos
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