Cartas de lectores: Rosario, una ciudad indefensa; educación, sin diagnóstico y sin cura
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Carta de la semana
Rosario, una ciudad indefensa
La inseguridad en Rosario recrudece. El cambio de tres ministros del área en el último tiempo (el cuarto acaba de asumir) constituye una prueba del fracaso vigente. Frente a los estragos, el gobierno nacional y el provincial intercambian culpas. Aníbal Fernández, para describir la situación, declaró que desde hace 20 años Santa Fe sufre los embates del narcotráfico. En lugar de implementar fórmulas efectivas, y como si se tratara de una realidad de curso trágico e inexorable, propone –poco menos– “habituarse” a ella. Para recuperar el control de la calle bastaría con apelar a una presencia policial masiva. El delito en cuestión posee rango federal. Por eso, la cartera con sede en CABA no puede desentenderse. El despliegue de tropas –que Fernández no autoriza en número suficiente– debería disponerse sin demoras.
Mientras las autoridades rehúyen el compromiso de intervenir, impulsadas por especulaciones políticas y cálculos electorales, la ciudadanía padece.
Alejandro De Muro
demuroalejandro4@gmail.com
Educación
Les quiero recordar a los responsables de dirigir y planificar la educación en la Argentina que educamos a nuestros hijos para evitar que los populismos y las izquierdas los adoctrinen.
Alejandro Orloff
DNI 4.538.775
Sin diagnóstico y sin cura
El presidente Alberto Fernández afirmó que solo China nos supera en crecimiento económico a nivel mundial. Claramente está desconectado de la realidad. Si caminara como un ciudadano común vería la pobreza en todas las cuadras de la ciudad de Buenos Aires, colchones con familias completas viviendo a la intemperie, con un futuro incierto y sin posibilidades de reinserción. En lo que estamos entre los primeros del mundo es en inflación. Es necesario que los asesores del Presidente le muestren la realidad y no una realidad ficticia. Sin un diagnóstico correcto de la situación actual, será imposible salir del empobrecimiento colectivo por el que nos está llevando la administración de los dos Fernández
Roberto Jorge Billinghurst
robertojbill@hotmail.com
El espacio público
Excelente observación del maestro De Pablo sobre la privatización del espacio público. Al caos vehicular, agrego el tema de los ruidos. Cervecerías y restaurantes en veredas y calles con música, y el consiguiente aturdimiento producto del alcohol y los festejos hacen imposible el merecido descanso antes de las 2 de la mañana, horario en que cierran. Se avasallan los derechos públicos.
Antonio Saugy
DNI 11.165.565
Veteranos
Lo afirmado por mí en la carta del 8 del actual efectivamente no ha sido la piedra basal de un club de amigos; los reproches son orientados a la “autoconferida” condición de veterano; interrogante al cual ahora pretendo dar una respuesta. Lo sostenido en la carta solamente es producto de los hechos. Cuando la violencia es generalizada, se suele denominar guerra; cuando un presidente de la Nación ordena por escrito exterminar a un “ejército de psicópatas, con o sin ley”, también; cuando se determina un estado de sitio que habría de durar casi ocho años por la grave situación imperante, qué dudas quedan; cuando por decreto, sin oposición de otros poderes del Estado, se establece la definición de un teatro de operaciones y se ordena a las FF.AA. entrar en acción para aniquilar un enemigo, tampoco hay dudas; cuando este decreto es ratificado y ampliado por funcionarios del mismo gobierno, quién puede entender otra cosa; cuando la cadena de mando, sucesora de ese gobierno mantiene la orden, no queda más que obedecer y continuar la guerra; cuando un tribunal especial (ilegal pero ordenado por otro presidente constitucional), en su fallo reconoce la existencia de una guerra (resolución no apelada) hubo una guerra y sus protagonistas son veteranos. Tanto yo como todos mis contemporáneos, de una u otra manera, participamos de las operaciones del Beagle, de Malvinas, en los puestos y funciones que se nos ordenó, orgullosos de nuestro servicio, insatisfechos de que no haya sido propia la sangre vertida. No puedo dejar de destacar que la guerra contra el terrorismo, con sus aciertos y errores, fue la única y más larga guerra del siglo XX, única ordenada previamente al inicio de las operaciones militares, por un gobierno constitucional. No importa que las autoridades políticas (alguna de ellas firmantes y en vida) miren para otro lado; no importa que Bendini, sin importarme cuántos cuadros haya bajado, me haya negado el reclamo administrativo para que se me asigne la condición de veterano, alegando no existir una ley al respecto, demostrando ignorancia o cinismo (por ser indulgente), ya que los decretos son públicos, antiguos e indudablemente de su conocimiento. Los políticos directamente responsables, casi todos muertos; los mandos también; los actuales políticos y mandos preocupados por sus realidades; por edad no nos queda tiempo para perder, ya no podemos esperar; nuestros hijos, nietos y la Historia reclaman nuestra obligación de asumir con orgullo la realidad. Nada ni nadie nos quitará la satisfacción de haber entregado la juventud para servir a la Patria, aun en las más difíciles e inciertas condiciones, más allá de errores y aciertos, sin más reconocimiento que una persecución política y jurídica; a su pesar nuestro esfuerzo nos confiere en cierta medida ser padres de la democracia y garantes de la libertad, interesadamente atribuida a otros, muchos de ellos terroristas o defensores de ellos. No será la amenaza permanente de la “injusticia esencial” quien limitará nuestra conciencia, aun sin medallas que no reclamamos, somos y nos sentimos, lo reconozcan o no, veteranos de la guerra contra el terrorismo.
Carlos Enrique Alsina
TC (RE) VGCT
Esclava de la libertad
Escribí una columna laudatoria sobre ella, a comienzos de los años ‘80, antes de conocerla. Fue en la revista Cultura, que ya no existe. Luego nos encontramos personalmente y hace 37 años que somos amigas. Fue tras la muerte de Borges o, como la llama ella, “su entrada en el gran mar”. El que nos presentó a ambas fue el poeta Alberto Girri. Si tuviera que definirla a María Kodama, después de tantos años en los cuales nos acompañamos mutuamente, compartiendo alegrías y penas, eventos sociales y charlas muy personales, yo diría: es la persona más libre e independiente que conocí jamás. Y la más reservada. Entiendo perfectamente cómo la denominó el propio Borges cuando ella , negándose a alguna de sus demandas con su estribillo: “Yo soy libre”, él le espetó: “Usted es la esclava de la libertad”. Esa definición borgeana fue la que usó Mario Mactas para titular su libro sobre María (en 2021). El volumen La divisa punzó que acaba de publicar sobre Rosas- junto a la abogada, estudiosa de Letras y Filosofía, Claudia Farías G.- es como un sello a una existencia marcada por ideas y criterios propios, por comportamientos de avanzada desde su infancia, por descreer de algunas manipulaciones de la Historia.
Así como defendió “con uñas y dientes” los derechos de autor de Borges, así como hizo un culto de su memoria, difundiendo con sus conferencias y homenajes su obra por todo el mundo, así decidió armar este libro. En este caso, con un objetivo muy especial: proponer a los lectores una documentación objetiva que ayudara a cierta visión más unificada de los argentinos, siempre tan divididos a lo largo de su historia, en tantas grietas y tantos enfrentamientos. Fue Norberto Frigerio, en su estupenda y reciente nota sobre María Kodama, aparecida en este diario, quien trajo a colación La divisa punzó, la flamante presentación de este trabajo histórico. Se trata de un gran acto de libertad por parte de María, sabiendo la postura contraria que tenía Borges con respecto a la figura de Rosas y la oposición que, a priori, muchos lectores manifestarían.
Con Borges formaron una unión de “eones” (como la llama ella), segura de que estaban predestinados el uno al otro. Un dúo que se complementó, se respetó , se divirtió, se admiró y se amó desde que ella era una muchachita hasta la muerte de él. Pero sus opiniones no siempre coincidieron: a María le gusta la música en todas sus formas ( y ni hablar del rock y de los Rolling Stones), a Borges no. Borges era celoso, María afirma que ella jamás lo fue. Me contó que una vez le dijo : “Si usted quiere quitarme la libertad, yo desaparezco, me voy. Los celos no son el amor, sino el deseo de poseer al otro”. Libertad con lealtad y responsabilidad, obviamente, como le enseñara su padre.
Creo que este libro responde justamente a eso. A esa postura de María, que también me confesó en un reportaje que le hice: “La libertad es algo inapreciable, sabiendo que es asumir las consecuencias de lo que uno elige, sin fastidiar a los demás”. Cuando ella y Claudia empezaron su trabajo, tras 4 años de investigación, me comentaron que todo lo que allí había eran documentos, correspondencia, datos fehacientes y comprobables , pura información y que su aspiración era transmitir esa objetividad.
Siempre me pareció loable la decisión de ser libre, independiente y responsable, sobre todo en una mujer, tan condicionada por prejuicios y abusos de poder. Creo que el hecho de tener un padre japonés -a quien veneraba-, con una disciplina férrea pero, a la vez, con normas de vida más abiertas que las occidentales fue clave en la educación de María Kodama . Ella trató de aplicar esos conceptos en todo, siempre.
Alina Diaconú
DNI 5.290.436
Continuidad de Scaloni
Recientes declaraciones de Messi deseando que Scaloni continúe siendo el DT de la selección nacional me sorprendieron. Considero que Scaloni no estuvo a la altura de las circunstancias, “empatando”, con sus cambios de jugadores, los partidos contra Holanda y Francia. De no haber sido por sus modificaciones “tácticas” la selección nacional se hubiese “floreado” frente a las dos mejores selecciones que enfrentó y no hubiésemos sufrido el martirio de los penales, sus cambios tácticos, sobre todo el de Di María (uno de los mejores jugadores de la final ) y el de Pezzella (ya había cometido un torpe error frente a Holanda) fueron realmente inapropiados.
Considerando lo difícil que está resultando la negociación de un nuevo contrato, quizá sea el momento de pedirle a Scaloni que dé un paso al costado.
Daniel Maccagnoni
DNI 11.987.695
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