Cartas de lectores: Presupuesto, Tomas, Propuestas y no agresiones
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Presupuesto
Se está por analizar y discutir en el Parlamento el presupuesto correspondiente a 2025, enviado para su consideración por el Poder Ejecutivo. Como es habitual en estas circunstancias, la mayoría de los sectores luchan para que se les aumenten sus partidas. Un ejemplo reciente, que fue motivo de actos multitudinarios y en algunos casos violentos y politizados, fue el reclamo de la Universidad de Buenos Aires, que el Gobierno se negó a otorgar. En tal sentido, considero que el Ministerio de Economía debería tener en cuenta y aplicar la “regla de Pareto”: el 20% de los rubros más significativos de un presupuesto cubre el 80% del monto total de este. En consecuencia, si se ahorrara el 10% de los gastos relevantes previstos para ellos, habría recursos suficientes disponibles para destinar a sectores como salud, educación, seguridad, investigación, etc., sin tener que afectar el valor total. Por supuesto, todos los sectores deben someter anualmente su uso a auditorías que controlen el destino de sus respectivos presupuestos.
Eduardo Firvida
DNI 4.305.435
Tomas
Las tomas de las facultades por parte de los centros de estudiantes y el hecho de impedir dar clases a docentes que querían hacer su trabajo muestran, una vez más, el deterioro al que está sometida la sociedad argentina. Una toma que atenta contra los derechos de trabajar libremente y estudiar de la misma forma es un acto profundamente violento y antidemocrático. Los centros de estudiantes deberían estar apoyando las auditorías, porque si los papeles están en regla y no hay ningún número que esconder, los primeros beneficiados serían los estudiantes. Pero, a río revuelto, ganancia de pescadores.
Andrea Cecilia Testa
DNI 16.559.434
Propuestas y no agresiones
Por más de 10 años fui profesor de la Facultad de Derecho de la UBA, a la que quiero y respeto por su excelencia. Por esa razón, lamento el nivel de decadencia en que ha caído la universidad estatal, dejando de brindar una enseñanza de excelencia que permita que la mayor cantidad de ingresantes se gradúen en tiempo y forma, por las siguientes razones:
Niveles de graduación: según la Unesco, en los países más desarrollados 50 personas de cada 100 se gradúan a tiempo. En América Latina, el número disminuye; de 100 ingresantes en 2018 se graduaron en la Argentina 27 alumnos en 2022; en Brasil lo hicieron 38, y en Chile, 49. La tasa de graduación en nuestras universidades es de las más bajas del mundo, y en los primeros años es altísimo el abandono. En la Argentina, el ingreso es irrestricto, a diferencia de la mayoría de los países, sin evaluación de conocimientos adquiridos. Por eso, no sorprende que haya muy pocos graduados, debido a la deserción por el pobre nivel educativo de los ingresantes. El 70% de los alumnos que egresan del secundario no comprenden lo que leen y no pueden escribir y expresar claramente una idea. Como dice Guadagni, los alumnos argentinos de 15 años están entre los más ignorantes del mundo en lengua, ciencia y matemáticas, según evaluaciones internacionales y nacionales. Solo el 13% de los alumnos del secundario terminan correctamente sus estudios. ¿Es acaso razonable pretender ingresar a la universidad sin saber leer y escribir bien, comprender un texto de historia o literatura o resolver un problema matemático? Sería necesario, como ocurre en otros países de Latinoamérica, establecer un examen general al concluir la secundaria, o aprovechar las pruebas Aprender para los alumnos de tercer año en lengua, matemáticas y ciencia incorporando una evaluación similar para los de quinto año, cuyos resultados se tengan en cuenta para ingresar a la universidad. Es necesario además cumplir con las leyes que exigen 190 días de clases y jornada extendida. Esto mejoraría el nivel de los ingresantes a la universidad. También es preciso mejorar la calidad de los profesorados de nivel primario y secundario creando dos o tres que sean universitarios, en lugar de los más de 1000 que hoy existen fuera de la universidad, sin control y de una calidad educativa cada vez más pobre.
Por último, las autoridades universitarias ponen de manifiesto con orgullo que las universidades públicas son gratuitas y con ingreso irrestricto. Sin embargo, la paradoja es que a la universidad estatal no acceden los más pobres. En los últimos años, tan solo uno de cada diez de los más pobres (12,4%) llegó a la universidad. No sería difícil establecer un régimen similar al de Uruguay y muchos otros países, donde los graduados universitarios aportan obligatoriamente cinco años después de su graduación el arancel a un fondo solidario de becas destinadas a los más pobres que recién ingresan.
En síntesis, sería bueno que los miembros del Congreso, en vez de agredirse e insultarse, debatieran con seriedad cuáles son las propuestas y aportes concretos que las universidades estatales y privadas pueden hacer al sistema educativo argentino, y con qué recursos afrontarlos.
Juan Marcos Pueyrredon
Abogado
Juicios
He leído con interés la carta titulada “Justicia”, publicada el 16 del actual, en la que se mencionan las pertinentes observaciones del Dr. Enrique Munilla sobre las controvertidas sentencias de los juicios mal llamados de lesa humanidad. Es fundamental señalar que estos juicios presentan serias inconsistencias constitucionales, al vulnerar el artículo 18 de nuestra Constitución nacional. Los argentinos de bien lamentamos la situación de los militares de más de ochenta años, algunos de los cuales se encuentran detenidos injustamente, sin condena, y con medidas preventivas que superan los diez o quince años, sin acceso apropiado a atención médica ni medicación adecuada. Esta realidad clama por ser escuchada y abordada con urgencia.
Juan T. Medi Cogo
DNI 44.940.031
Curso
En el gobierno anterior los empleados estatales debían hacer un curso en sus horas de trabajo sobre libertad de género y lenguaje inclusivo. Sería muy oportuno que ahora hicieran un curso de economía del Estado, para aprender conceptos básicos de cómo funciona, cómo se financia, de quién es la plata que recauda con sus impuestos y cuál es su función. De esta manera se podría lograr un mayor compromiso con el equilibrio fiscal y se terminaría con los paros fogoneados por sus sindicatos sin fundamento alguno.
Esteban Lezama
DNI 14.310.314
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