Cartas de lectores: Pasajeros indefensos, daños graves, coparticipación
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Pasajeros indefensos
En estos últimos tiempos desde un pasajero de un simple colectivo urbano hasta otro de larga distancia o de línea aérea somos objeto de maltrato. En el primer caso, suele suceder que el conductor cambie la ruta habitual sin previo aviso (como ha pasado en mi caso en la línea 109). En el segundo caso dejan a los pasajeros –y mucho más si son turistas de otros países– con problemas de alojamiento y transporte. El punto es el abuso de poder de algunos gremios que usan mercados cautivos como rehenes para sus exigencias. Existe una total falta de escrúpulos y de sensibilidad hacia esos pasajeros, muchos de los cuales viajan por circunstancias límite (fallecimientos, operaciones quirúrgicas programadas y otras situaciones que a los gremialistas de turno les resbalan). Muchos de esos pasajes no son nada baratos y fueron abonados con mucho sacrificio. En definitiva, supongo que otros gremios también tendrán sus reclamos y quejas, pero no tienen rehenes para presionar como en estos casos.
Mario Conti
cmario1934@gmail.com
Daños graves
Con estupor, observé en LN+ una entrevista a una ciudadana chilena que, debido al paro salvaje que afectó a miles de usuarios, quedó varada en nuestro país. La mujer se lamentaba de que Aerolíneas Argentinas no le ofreciera compensación alguna por la demora: ni dinero, ni comida, ni asistencia, ni alojamiento. ¿Qué imagen nos deja esta situación de nuestra aerolínea de bandera ante el mundo? Recordé, al instante, uno de los pocos viajes que hice a Europa. Durante una larga espera en un vuelo desde el aeropuerto de Barajas (Madrid) hacia Gatwick (Londres), la aerolínea, que por cierto era de bajo costo, entregó a cada pasajero un vale de 50 euros para que pudiéramos comer mientras aguardábamos.
El turismo constituye una de las principales fuentes de ingresos de nuestra economía, y los conflictos gremiales, que se traducen en cancelaciones y retrasos, no solo generan serios inconvenientes para los pasajeros, sino que también dañan gravemente la imagen de la Argentina en el ámbito internacional.
Juan T. Medi Cogo
DNI 44.940.031
Coparticipación
He leído con interés y preocupación el artículo de Luciano Laspina, en el que describe las enormes dificultades que plantea poder cumplir con el mandato constitucional de dictar una ley convenio que rija la coparticipación federal de impuestos. ¿No sería mucho más legítimo y razonable volver al sano régimen rentístico de la Constitución, según el cual cada provincia impone, cobra y gasta sus propios impuestos directos? Ello constituiría evidencia palpable de la capacidad –o falta de ella– de los respectivos gobiernos provinciales de administrar sanamente, sin poder ocultarse tras la política recaudatoria del gobierno federal. El argumento de que esto sería un salto al vacío es falaz: ya estamos en ese vacío.
Juan Javier Negri
javier_negri@negri.com.ar
Lesa judicialidad
Eduardo José María Lance, coronel de Infantería, aviador y paracaidista militar, fue condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral Federal N° 2 de San Martín (causa FSM 27004012/2.003), y está privado de su libertad desde hace más de 12 años, por participar en supuestos “vuelos de la muerte” desde el Batallón de Aviación del Ejército 60. El juicio oral demandó 7 meses y 400 testigos “de oídas”, que no conocieron ni de nombre al entonces oficial subalterno Lance, y refirieron solo comentarios de terceros no identificados. Ninguna prueba lo vinculó a los hechos. La inocencia de Lance se sustenta en que su habilitación para pilotear las aeronaves con que se habrían realizado los “vuelos” es posterior a los hechos, al igual que la llegada al país de los aviones que se le atribuye haber volado a esos fines; en que no integró la tripulación de los que ya estaban. Tampoco estaba facultado para navegar helicópteros, por una expresa prohibición militar para los pilotos de aviones. Tuvo una prolongada internación en el Hospital Militar; fue largamente destinado al Estado Mayor; participó de una expedición a la Antártida en el rompehielos Irizar; revistó como alumno de la Escuela Superior de Guerra; y nadie lo reconoció ni mencionó siquiera como partícipe de los hechos que se le atribuyen. En cambio, el juez Walter Venditti, a quien siguieron entusiastas sus colegas Esteban Rodríguez Eguers y Matías Mancini, fundó su voto condenatorio en haber percibido la angustia de las víctimas y leído los pensamientos de Lance (¿juez, adivino, vidente?), afirmando además que este “debía saber algo solo por pertenecer” a “las FF.AA., (que) son una organización criminal, por lo tanto, todos sus integrantes lo son”. Agregó que Lance era un elemento fundamental ¡cuando solo era un oficial subalterno! sin importarle que 400 testigos declararan no conocerlo, muchos ni de nombre, así como tampoco que no se encontró ninguna prueba sobre la supuesta actividad del Batallón de Aviación, cuyo predio y alrededores fue registrado hasta con excavadoras, en procura de pruebas nunca halladas.
El ahora anciano coronel Lance, a los 81 años, para recuperar la libertad que le robaron, aguarda la revisión de tan arbitrario fallo por los jueces Mahiques, Yacobucci y Slokar, de la Cámara de Casación, con la fe que nunca lo abandonó, y la inquebrantable tranquilidad de conciencia por saberse inocente.
Enrique Munilla
DNI 4.433.538
Hacia un país normal
De a poco voy viendo signos que nos van lentamente llevando a un país un poco más normal. Cortes de calles organizados, las fuerzas de seguridad con más poder y respaldo, la lucha contra el narcotráfico en las fronteras, el fastidio de los ciudadanos por los paros y medidas de fuerza de algunos sindicatos, revisión de los empleos en organismos del Estado. En fin, a pesar del difícil momento económico del país y que falta mucho aún para hacer, se aprecia el respaldo mayoritario de los ciudadanos que con su silencio apoyan esta posibilidad de ir camino hacia un país más normal.
Miguel Martín y Herrera
DNI 14.525.621
En la Red Facebook
El Gobierno decidió desvincular a 15 empleados de Intercargo por el paro en Aeroparque
“Muy bien, excelente. Siempre sufre el pasajero por culpa de ellos”- Hilda Fraga
“Muy buena noticia que el Estado no afloje, pero si no se limita el poder sindical, esto no se arregla”- Fabián Fernández
“Excelente, señor Presidente, hay que terminar con las mafias de los sindicatos”- Juan Giacomozzi
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