Cartas de lectores: La recomendación presidencial, solo en Narnia, que se vayan todos 2
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Carta de la semana
La recomendación presidencial
Estupefactos, los argentinos escuchamos pedir al presidente Alberto Fernández, al inaugurar la nueva terminal aérea de Ezeiza, “que salga por acá la menor cantidad de argentinos, porque hay pocos dólares”. Es como si se inaugurara un hospital y se recomendara a la población no enfermarse porque no hay médicos, ni enfermeros, ni insumos.
El delirio de los gobernantes es total, mientras muchísima gente no llega a fin de mes, tiene miedo de salir a la calle o, peor aún, no tiene para comer.
Patricio Carli
pcarli@hotmail.com
Solo en Narnia
Solo en Narnia puede verse algo similar: el intendente de La Matanza, sonriendo, en un insólito acto partidario frente al Palacio de Tribunales mientras su jefe, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, ataca a los gritos a uno de los poderes del Estado y reclama que se levante una proscripción que no existe sobre la vicepresidenta de la Nación. Se trata del mismo funcionario comunal que estuvo desaparecido mientras su distrito se hunde en la pobreza y la delincuencia, y que guardó un triste mutismo sobre el aberrante asesinato de un trabajador, el colectivero Daniel Barrientos.
Antonio Mario Guarino
aguarino@fibertel.com.ar
Que se vayan todos 2
Con la consigna “que se vayan todos” salimos a la calle armados con cacerolas en diciembre de 2001, hartos de todos los políticos, los que gobernaban y los otros. Todos eran responsables de sumir al país en una crisis histórica. Más de veinte años después, comprobamos que no se fue ninguno. Algunos están en el Gobierno, son aquellos que dijeron que “volverían mejores”, y terminaron procesados. Los otros, peleándose entre ellos por cosas menores y de espaldas a una sociedad desesperada. Y más de veinte años después la crisis es aún más profunda. Ante este panorama, la consigna “que se vayan todos” fue acatada por nuestros hijos: se fueron todos, se fue gente joven y capaz, se fueron emprendedores, se fue gente dispuesta a arrancar de cero, se fueron con sus méritos a otra parte con la ilusión de crecer y progresar. En busca de nuevas experiencias, buenos trabajos, clima social amigable, futuro. Incluso muchos se fueron a buscar nuevas nacionalidades.
Desde este enojo vuelvo a pedir con mi cacerola que se vayan todos los políticos. Que quede un pequeño grupo de gente con valentía y voluntad de gobernar este país como lo hicieron los estadistas de fines del siglo XIX, quienes construyeron la Argentina del Primer Mundo.
Carolina Rawson
DNI 12.491.898
El voto de los argentinos
Excelente la columna de Fernando Iglesias. Coincido en que es muy fácil echar culpas a quienes nos dirigen, pero me parece que esas personas no vinieron de Marte. Son ciudadanos, elegidos por la mayoría de los votantes para conducir el país. Tampoco tienen un programa nuevo, repiten lo mismo que hace 80 años, de manera que no se puede decir que es gente con ideas nuevas, que probaremos para ver si dan resultado. No, es gente con ideas viejas que han mostrado ser un fracaso absoluto. Cuando veo esas marchas de jubilados pidiendo aumentos, pienso si hicieron alguna marcha cuando se impuso la jubilación de miles de personas que no hicieron aportes, o al menos aportes suficientes. Veo marchas de gente que pide aumento en las ayudas sociales, pero no veo marchas contra el Gobierno cuando se van empresas del país por los desastres que hacen los gobernantes, designados por una mayoría de votantes. Veo las quejas por las escuelas en pésimo estado edilicio, lo mismo que los hospitales. En fin, veo protestas por muchísimas razones, pero también veo a los elegidos por esa mayoría de votantes.
Espero que esta vez todos y cada uno meditemos a quien votamos y no nos limitemos a protestar luego por los malos resultados de las políticas aplicadas o la desaparición del dinero, fruto de los altísimos impuestos que pagamos, o el mal uso de los fondos que se obtienen con ellos.
Gustavo Pittaluga
guspittaluga@gmail.com
¿Una amenaza?
¿Acaso la frase del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, es una amenaza encubierta de lo que podrían llegar a hacer si pierden las elecciones?
Alberto Díaz
DNI 10.492.915
De parche en parche
El terrible número de 7,7% de inflación de marzo es otro mojón más de la ineficaz guerra a la inflación que en marzo de 2022 anunció henchido el presidente Fernández. Máximo Kirchner reclama una suma fija para los asalariados, es decir, un parche. El secretario de Comercio, Matías Tombolini, insiste en que se controlará con mayor rigurosidad a los formadores de precios. Otro parche, y además, lo contrario a lo que sostenía cuando era comentarista de economía en programas de televisión. La portavoz presidencial, que se ufanaba de que en diciembre del año pasado la inflación no había llegado a los tres dígitos, como esperaban los agoreros, sigue inventando excusas, ignorante de que la única verdad es la realidad. Experta en parches. El Ministerio de Economía en manos de un abogado muy hábil en la rosca política, pero sin serios conocimientos de economía. Un parche más.
¿Cuánto tiempo más van a durar los pitucones antes de que el agujero fiscal y la inflación no se puedan emparchar con nada? Creo que en este gobierno de científicos nadie lo sabe.
Andrea Cecilia Testa
DNI 16.559.434
Lousteau
El señor Martín Lousteau parecería sentirse más cómodo con su actual cargo de senador, es decir, formar parte de un cuerpo de 72 personas iguales. Antes, renunció las dos veces que estuvo a cargo de un puesto ejecutivo unipersonal: como ministro de Economía y como embajador en los EE.UU. Cargos ocupados en distintos gobiernos y de signos políticos distintos y opuestos. Espero que en caso de ganar la intendencia de CABA no siga el mismo camino.
Jorge C. Solari
DNI 16.928.574
Central nuclear china
El fin de una inversión pública según la ley 24.354 es “ampliar, reponer o reconstruir la capacidad productora de bienes o servicios”, como la energía eléctrica. Requiere para su aprobación la evaluación de “los aspectos socioeconómicos, financieros, técnicos e institucionales” y que se seleccionen los proyectos “sobre la base de la tasa de retorno individual y social de cada proyecto”. Debemos comparar entonces: 1) la inversión pública de US$8300 millones, en una central nuclear china, cuya construcción demora 8 años, y tecnología desconocida, utilizando combustible importado con residuos nucleares; 2) una planta de ciclo combinado a gas natural de la misma capacidad de generación, con construcción local en dos años, inversión privada de US$1000 millones, tecnología ya aplicada y un menor costo de producción.
No quedan dudas de que la mejor alternativa es la segunda opción, cuya necesidad es inmediata, sin una onerosa e injustificable inversión.
José Armando Franzosi
joafgg@gmail.com
Propuestas para Larreta
En algunas calles el gobierno de la ciudad de Buenos Aires está instalando en la mitad de la acera unas luminarias mucho más altas de lo habitual. Para colmo, a varias les han colgado un tacho para la basura, todo lo cual hace imposible el normal tránsito peatonal. Pintadas de color gris oscuro para camuflarlas, si tenés suerte de no llevártelas puestas, para esquivarlas hay que bajar a la calzada y caminar junto con los autos en movimiento. Esto es particularmente peligroso en calles muy transitadas y con acera angosta, como Salguero entre Seguí y Avenida del Libertador. Otro problema es la ciclovía aledaña al Obelisco, en el trayecto de las avenidas Diagonal Norte y Corrientes que conecta ambas manos de la avenida 9 de Julio, recientemente incorporada. Visto que ese recorrido es muy corto y angosto, la ancha ciclovía lo ha hecho colapsar, porque casi no queda espacio para el abundante flujo vehicular. Los numerosos colectivos que vienen por la avenida Corrientes producen un tapón inmediatamente, lo cual ha multiplicado por cinco los ya prolongados tiempos de espera de los vehículos que suben por la avenida 9 de Julio desde el río y que no tienen otra opción que doblar por allí para dirigirse al centro. Estoy de acuerdo con las ciclovías (a pesar de que casi no circulan bicicletas por esa zona), pero creo que es posible una solución desplazando ese trayecto de la ciclovía sobre la Plaza de la República, cuya acera es muy ancha y larga, lo cual mejorará el flujo y dará mayor seguridad a los ciclistas. Y si además pusieran agentes de tránsito en horas pico sobre la avenida Corrientes desde Carlos Pellegrini hacia el bajo para remover los numerosos autos mal estacionados, todo mejoraría, ya que por la ciclovía y el ensanchamiento de las aceras a veces solo queda libre un carril. Si a esto le agregamos que el semáforo de la avenida Leandro N. Alem interrumpe la onda verde, circular esas pocas cuadras por Corrientes puede demandar 20 minutos.
Matteo Goretti
DNI 92.042.696
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