Cartas de lectores: El cambio que hay que hacer, un punto de partida, de espaldas
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Carta de la semana
El cambio que hay que hacer
La sociedad argentina desde la Declaración de la Independencia, en 1816, se dividió políticamente en dos bloques antagónicos, lo que afectó profundamente su convivencia pacífica. Esa “grieta” fue superada con la sanción de la Constitución de 1853/60. Pacto que trajo a la Nación la conformación de una sociedad liberal, con un fuerte desarrollo económico, producto de los consensos logrados respecto de las políticas públicas. En 1930, con la ruptura del pacto social, volvió esa perjudicial división maniquea, que lamentablemente no se ha logrado superar hasta el presente. Un mayoritario sector de nuestra sociedad se ha pronunciado por el “cambio” en las políticas a aplicar, pero sin haber quedado definidos con precisión su esencia y alcance. Esa indefinición es usada por algunos sectores para apropiarse del término y usarlo en beneficio de sus ideas, proclamándolo como que es ese, el que ellos proponen, el único y verdadero cambio, circunstancia que profundiza aún más la “grieta”. La decadencia que sufrimos los argentinos es mayoritariamente atribuida al excesivo gasto público y a los políticos que gobernaron el país, que buscaron el propio enriquecimiento por encima del bien común. No deja de ser cierto que estas causas tuvieron bastante que ver en esas cuestiones, pero el prioritario y verdadero cambio que hay que hacer, y que no veo que sea un objetivo común, es restablecer el pacto democrático de convivencia, que está basado en la búsqueda de consensos y la negociación, terminando con los intentos de imponer por la fuerza las ideas propias al que piensa distinto.
Esa transformación es la que va a posibilitar la adopción de políticas de estado sustentables y refundará una sociedad más libre y democrática que nos lleve a lograr el país que todos soñamos.
¡Vayamos por ese cambio!
Héctor Carlos Falcón
DNI 4.540.086
Un punto de partida
El Presidente fue contundente al explicar la corrupción enquistada en el accionar del Estado y la pesada mochila que ha recibido como herencia K. Pero considero que lo más importante es haber escuchado por primera vez a un presidente argentino proponer un pacto para acordar los temas que según su opinión representan un punto de partida para que la Argentina abandone su crónica decadencia. ¡Bravo! Ninguna democracia del mundo se desarrolla sin acuerdos básicos que al fin y al cabo determinan las políticas de Estado, únicas para asegurar el progreso no importa quién gobierne. Y en nuestro caso, comenzar a cerrar la grieta social iniciada hace 70 años con el peronismo. Claro que se tendrán que vencer las resistencias de los que no querrán perder privilegios mal habidos. Deseo fervientemente que el Presidente ratifique en su accionar de los próximos meses la propuesta de este pacto. Y si es así, apoyémoslo sin reservas para que lo logre.
Matías Aníbal Rossi
matiasrossi2014@gmail.com
De espaldas
El diputado que le dio la espalda a Milei en el Congreso no le dio la espalda solamente al Presidente. Les dio la espalda a su país y a su pueblo.
Juan Peña
penapirovano5@gmail.com
Plan productivo
Lo escuché decir al gobernador de la provincia de Córdoba que se necesitan “medidas que generen producción y empleo”, y que al plan fiscal “le falta un plan productivo, y sin el plan productivo el plan fiscal se cae”. Pero al mismo tiempo sus diputados, al igual que la gran mayoría del Congreso, le reprobaron y/o desguazaron la ley ómnibus en particular al presidente Javier Milei, cuyo fin es precisamente impulsar un plan productivo acompañando el ajuste fiscal, eliminando todas las regulaciones que obstruyen el crecimiento, el empleo y la producción.
Damián Pablo Martínez
damianargentina42@hotmail.com
Camino en Pilar
En respuesta a los argumentos que esgrime el señor Zorraquín en su carta del 1º de marzo, quisiera hacer algunas breves consideraciones atento a que nos nombra y califica liviana y maliciosamente y omite información contando una realidad deformada. El directorio del Barrio EDP no compra y vende lotes ni barrios nuevos…. Solo vela por los intereses de sus casi 1200 vecinos y allegados que usan el camino para ir a sus casas. La seguridad del tránsito por ese camino ocupa y preocupa a este directorio de EDP y a los barrios vecinos, con quienes nos reunimos periódicamente buscando soluciones en conjunto. Transitan miles de personas a diario, familias que van al colegio, al club de rugby y hockey, a los dos clubes de golf, empleados, contratistas, vecinos, etc.. Nosotros no queremos la propiedad del camino y mucho menos administrarlo, pero no podemos dejar en manos de un dueño “que lo abandonó” la seguridad de su tránsito; ideamos una solución alternativa que era administrarlo “entre todos los barrios” con un instrumento llamado fideicomiso de administración, figura que además contemplaba la potestad de que el desarrollador cobrara un porcentaje de lo recaudado a modo de compensación (por eso se habla de ceder la administración y no la propiedad) y al Sr. Esteban Zorraquín le pareció bien esta figura, alentando a avanzar con ella. El barrio, luego de numerosas asambleas y reuniones, aprobó este vehículo de administración, pero llegando al altar… (a la hora de su firma) el novio había escapado… Más aún, tenía nuevas e impagables pretensiones y condiciones. Urbanizadora Estancias del Pilar, que pertenece al Grupo Zorraquín, tiene actualmente de manera directa tres barrios nuevos en desarrollo que ya usan ese camino que menciona, donde pasan camiones de toneladas de peso que lo rompen… etc, y solo le interesa pura y exclusivamente la venta de los lotes, cosa que nadie ve mal. Luego se queja de que la “mala prensa” (que le hace Estancias) o que la nota que publicó la nacion hace unos días lesionan la imagen de ese proyecto… Pienso que cualquiera que transite por ahí rápidamente comprende la temática y el lesionado eventual será el auto o el conductor.
Finalmente, tenemos claro que por un lado hay una serie de vecinos que solo quieren seguridad para ellos, familias, empleados, visitas que por allí transitan, y por otro lado tenemos “al dueño del camino”, que sigue refiriéndose al primer grupo y a mi persona como “extorsionadores”, al que solo le interesa seguir cobrando plata por ese camino y que ya le puso un precio de venta a ese corredor y que de manera indirecta nos lo está ofreciendo como única alternativa.
Javier Sánchez de La-Puente
Presidente Barrio Estancias del Pilar
Despachantes de aduana
En una decisión que ha sacudido el mundo del comercio y la logística, el Gobierno ha emitido el polémico decreto de necesidad y urgencia (DNU) N° 70/23, eliminando el registro de los despachantes de aduana. Esta medida, aunque no lo expresa directamente, parece responder a una percepción generalizada sobre la profesión de los despachantes de aduana, que ha sido asociada erróneamente con la corrupción. Es imperativo detenernos a reflexionar sobre la razón detrás de esta opinión tan extendida. Es cierto que algunos despachantes de aduana han sido vinculados a prácticas corruptas, pero es un error gravísimo generalizar y estigmatizar a toda una profesión por los actos de unos pocos individuos. Es como decir que todos los políticos o los jueces son corruptos o que todos los militares son infieles, todos los legisladores o el Congreso son un nido de ratas. La generalización simplista no es el camino para combatir la corrupción. Es cierto que se necesitan medidas para combatir la corrupción en las aduanas, pero eliminar a los despachantes de aduana no es la solución. Esto sería como matar al mensajero en lugar de abordar el problema de raíz. En lugar de eliminar a los despachantes, se deberían implementar controles más estrictos y una supervisión más rigurosa. Además, la medida plantea la posibilidad de que terceros, que no son despachantes de aduana y no tienen ningún vínculo ni obligación con la aduana, puedan realizar trámites aduaneros. Esto abre la puerta a un nuevo tipo de intermediario, los llamados “declarantes”, que podrían tener aún más facilidades para corromper al servicio aduanero. Al no estar obligados a reportar operaciones inusuales y sospechosas a la UIF, podrían convertirse en el lavador ideal de dinero sucio. Entonces, ¿qué corresponde hacer? ¿Es acaso como en el juego de cartas, donde se dice “mal don” y se vuelve a dar? No tomar acción ante esta medida equivocada sería un “pecado de omisión” por parte del legislador, que debe ser denunciado y corregido, pues puede constituir “mala praxis legislativa”.
En conclusión, la revocación del registro de despachantes de aduana es una medida precipitada que no aborda eficazmente el problema de la corrupción en las aduanas. En lugar de eliminar a los despachantes, se deben implementar controles más rigurosos y medidas más efectivas para garantizar la transparencia y la integridad en el comercio internacional
Héctor Guillermo Vidal Albarracín
Corredactor del Código Aduanero
DNI 4.433.082
El desarraigo
Desarraigo, extrañamiento sumamente cruel. Logra desdibujar tu verdadera y genuina identidad, mientras tratás desesperadamente de camuflarte en los modismos y costumbres del lugar donde te encuentres, en ese lugar que creés tuyo y donde te harán sentir –y duele– que no pertenecés. A pesar de esforzarte y de sufrirlo mucho, nunca dejarás de ser forastero. Te lo harán sentir con crueldad tan solo al escucharte.
El desarraigo es eso. La ausencia de cosas sagradas que duelen hasta el alma. Hacé todo lo que puedas por tu patria, antes. Siempre podrás hacer algo más para evitarlo.
Antonio Britti
DNI 8.591.025
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