Cartas de lectores: Digamos no a las piedras, están confundidos, carta a Pepe Mujica
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Carta de la semana
Digamos no a las piedras
Ganó Milei. Frente a dos abismos: el de la mentira constante y el de la incertidumbre, la gente eligió este último. Ahora tenemos una propuesta nueva por delante. Se puede apoyar y pensar en la Argentina y el bien común tan olvidado, o, como ya están anunciando los gremios, aterrados de perder privilegios, hacer paros y atacar la gobernabilidad. Por el bolsillo propio, la frustración y por hacer daño, así, simplemente, como ha pasado tantas veces con gobiernos no peronistas. ¿Y el país?
Esta es una oportunidad, algo nuevo que apareció en nuestro horizonte. Digamos no al boicot, al piedrazo, al daño. Permanezcamos unidos y apoyemos el cambio, ¡por un futuro que puede ser mucho mejor!
Clara Halac
claryhalac@hotmail.com
Están confundidos
Sorprende que a los pocos días de las elecciones del 19 de noviembre una gran cantidad de gremialistas, punteros de planeros, etc., se expresen muy agresivamente contra el presidente electo. Están confundidos, porque ha sido el pueblo argentino quien decidió que debe haber un gran cambio, y eso incluye cambiar a viejos personajes, como es el caso de ellos, enquistados en privilegios que impiden el progreso.
María Esther Fregenal
mefregenal@yahoo.com.ar
Gastos
Cuando Massa asumió el Ministerio de Economía, lo único que tenía en mente era su candidatura. Debería haber trabajado por el país, reduciendo el déficit y la inflación, pero no fue así, gastó millones de dólares en su campaña. ¿Puede esto quedar impune? ¿Pueden sus socios Cristina y Alberto quedar eximidos de complicidad?. ¿Puede alegremente gastar un funcionario en beneficio propio el dinero de nuestros impuestos?
Ojalá algún abogado tome cartas en el asunto e inicie una causa en ese sentido. Llegó el momento de que la patria los demande.
Ignacio de Uribelarrea
DNI 13.232.448
Carta a Pepe Mujica
Pepe Mujica, expresidente del Uruguay y declarado amigo de Sergio Massa, ha calificado de “fatídico” el resultado del balotaje en la Argentina, si bien concede con indulgencia que “el pueblo tiene todo el derecho a equivocarse”.
Presidente Mujica, permítame recordarle que felizmente usted también tiene ese derecho. Dice que todos hemos sufrido una contrariedad política de carácter gigantesco, pero resulta que no somos todos. El 56% de los ciudadanos que fuimos a votar el 19 de noviembre, lejos de considerarlo una contrariedad, lo percibimos como una bocanada de aire fresco, y aunque para muchos Javier Milei no fue nuestra primera opción, advertimos una gran sensatez y prudencia en los primeros pasos que va dando. También dice que el pueblo va a resistir al gobierno electo expresándose en las calles, pero que no debería responder con violencia al fanatismo conservador, que seguramente va a cometer el error de utilizar los recursos represivos del Estado.
¿Qué quiere decir con esto, presidente Mujica? ¿Por qué el pueblo habría de salir a las calles a resistirse, si ya se ha expresado pacífica y democráticamente en las urnas? ¿Quiénes van a salir a las calles? ¿El 40% de pobres que nos deja la gestión de su amigo Massa? ¿Y por qué el pueblo no ha salido a las calles en todo este tiempo, teniendo una inflación mensual es del 12%, el precio del dólar que supera los $ 1000, faltan insumos críticos en los hospitales y millones de compatriotas no tienen agua potable ni cloacas? ¿Sabe por qué, presidente? Porque lo que usted llama “resistencia” en democracia se llama “violencia”. Y ese pueblo que presuntamente resiste, pero no ha movido un músculo en los últimos 4 años, no son el pueblo, son las fuerzas de choque del gobierno que se está yendo, que cuando son oposición se cubren el rostro, portan morteros, palos y cadenas, y le tiran 14 toneladas de piedras al edificio del Congreso.
Por eso, presidente Mujica, no sufra, sea más respetuoso de la decisión que hemos tomado los argentinos, y no confunda el indispensable orden republicano con una supuesta represión. Mejor utilice su bien ganado prestigio y sus buenas intenciones para procurar que los dirigentes del movimiento al que pertenece su amigo Massa acaten el mandato de las urnas y se comporten durante los próximos 4 años con la responsabilidad y el patriotismo que se esperan de una oposición en democracia.
Alejandro Zanettini
DNI 11.042.766
Responsabilidad de los medios
Hoy en todos los medios de comunicación se habla de la gran responsabilidad que tiene por delante el nuevo gobierno, que nuestro país exige seriedad y unidad nacional. Pero yo quisiera decirles a todos aquellos que trabajan en los medios de comunicación, y cuya voz es escuchada por miles y millones de personas, que de ustedes también exigimos responsabilidad. Ustedes pueden hacer que el vaso se vea mitad lleno o mitad vacío, informando o disparando interpretaciones, planteando conjeturas, sembrando preguntas provocadoras. Sin duda lo que se viene no será fácil. Y los ciudadanos necesitaremos creer para poder atravesarlo. Precisaremos sentir confianza en que después de que la ola nos revuelque pasaremos la rompiente y el mar estará calmo. Esa confianza se construye hoy tanto desde del nuevo gobierno como desde ustedes, que tienen el poder de ecualizar nuestra emocionalidad. Usen ese poder responsablemente. En nombre del país, no del rating. Basados en el propósito común de salir adelante que todos tenemos, y no en los intereses personales.
Felicitas Soares Gache
DNI 21.833.333
Caridad selectiva
En su edición del miércoles 22, tres días después que el pueblo argentino eligió democráticamente a su próximo presidente, el cura Francisco “Paco” Olveira dice que “los votantes de Milei no se acerquen al comedor”. Entonces… ¿la caridad es exclusiva para los que votan al mismo candidato que Paco?
Cristina Pano
DNI 18.456.689
La tarea por delante
Dejemos tranquilo al León. Acaba de ganar una batalla y se prepara para una ardua tarea. Calmemos la ansiedad hasta el 10 de diciembre. Ese día salgamos todos a las plazas del país entero a recibirlo como nuevo presidente de los argentinos que con esperanza ya vislumbramos una Argentina virando ciento ochenta grados.
Dolores Aftalion
DNI 20.225.658
Recordando a Lucio
En estos dos últimos años no ha pasado un día en que no pensara en él. En Lucio Dupuy. Dos años desde el día en que escuché con tan horrible detalle el caso del niño asesinado por su madre y por la pareja de esta. Si todas las noticias de este tipo afectan y son desgarradoras, en lo personal el crimen de Lucio me atravesó. Encontró un modo de alojarse en mi conciencia moral y afectiva. ¿Fue el cúmulo de horrores? ¿La sucesión de abusos antes del asesinato? ¿Fue imaginarme el dolor de esa criatura en una circunstancia sin salida, pensándolo así, tan pequeño como para siquiera poder entender lo que le estaba pasando? Aunque fue también la abyección de ese entorno social, la comunidad sorda a ese horror, sin nadie que hiciera sonar alarmas. Ni los vecinos, ni la escuela, ni el hospital, ni la salita de urgencias, ni la jueza de familia estuvieron atentos a un escenario macabro que se abría como una llaga a la vista de todos. Cobardías cotidianas, desinterés, desidia, inoperancia, seguro una combinación de todas esas cosas. En 1973 la escritora estadounidense Ursula K. Le Guin escribió “Los que se marchan de Omelas”, uno de sus mejores cuentos. En él se narran, bajo la forma de una aparente alegoría, las circunstancias de una ciudad feliz y próspera, la Omelas del título, cuyos dichosos habitantes discurren, entre festividades y amables labores, los días por fin logrados de una utopía perfecta. Lo saben, ese mundo arcádico solo puede ser así porque en el sótano de una casa de Omelas hay un niño encadenado, solo, al que nadie le habla ni le ofrece la más mínima atención. Vive prisionero en una casi total oscuridad. Solo se le asiste con algo de pan y de agua para que no muera, porque su sufrimiento único es la garantía para que el resto de la comunidad conserve su prístino bienestar. Todos saben del niño, pero no pueden modificar su condición. Es entonces cuando algunos deciden irse de Omelas, resignan una vida feliz y satisfecha, una familia y un porvenir, porque no pueden soportar que ese niño esté allí expiándolo todo. Cada vez son más los que se marchan de Omelas. Pienso en Lucio toda vez que leo ese cuento, porque entiendo que en una sociedad que se pretende custodiada por sus instituciones y amparada por la reglamentación de una democracia, las cosas también pueden salir muy mal. Un niño puede permanecer invisible y expuesto al más pérfido de los abusos y a un destino cruel. Su padre y sus abuelos tampoco podían llegar hasta él para rescatarlo, y de algún modo ellos también se fueron de Omelas, como yo, como tantos otros, bajo la forma íntima de una lucha personal. Llevando en lo más profundo la memoria de Lucio Dupuy, que sigue acompañándonos con su sonrisa feliz, para siempre. Fue el 26 de noviembre de 2021. A dos años ya.
Daniel Alejandro Baldó
DNI 20.536.888
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