Cartas de lectores: Con la ley y sin privilegios, complicidades, el sindicalismo
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Carta de la semana
Cn la ley y sin privilegios
El único –por llamarlo de algún modo– “privilegio” para el otorgamiento y monto otorgado por jubilación deben ser los aportes efectuados a lo largo de la vida de trabajo. ¿Quién podría aducir que es injusto? Sin embargo, luego de efectuar los trámites jubilatorios, miles de nosotros (solo de los que aportamos) debemos iniciar un juicio para que se nos pague lo debido. Esos juicios, que en todos los casos que tienen sentencia favorable son apelados por la Anses, demoran como mínimo 7 u 8 años. No ocurrió lo mismo con un juicio que inició la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Fue el único no apelado y se le otorgaron una jubilación y una pensión de privilegio e injusticia notables.
Por una vez al menos, sería bueno que el que cumplió con la ley durante más de 30 años, aportando todo lo exigido, tenga el “privilegio” de cobrar de acuerdo con lo establecido por esas mismas leyes, claramente, sin excepciones.
Horacio Durán
DNI 10.795.424
Complicidades
Los argentinos tenemos poca memoria para lo malo. Y tenemos poca paciencia para lo bueno. No importa a quién votamos, el actual presidente Milei está haciendo lo que nadie se atrevió a hacer en estos últimos años (por no decir décadas). Terminar con la corrupción: el que las hace las paga, como dice la ministra Bullrich. Eso es lo que todos, absolutamente todos los argentinos siempre quisimos, sea de la bandera que sea. Los ciudadanos y políticos que alzan su voz criticando esas medidas contra la corrupción son cómplices. Los ciudadanos y políticos que no entienden que acabar con la mafia sindicalista es darnos una vida mejor son cómplices. Aquellos que critican las medidas que benefician a miles, por no decir a todos los argentinos, son cómplices. Cómplices de aniquilar la esperanza de todos los argentinos, de no querer avanzar. Cómplices de sus complicidades, porque si están tan en contra es porque se les acabaron el juego sucio y sus negocios.
Quiero un país limpio. Quiero una Argentina de pie. Quiero creer. Todos queremos creer.
Guadalupe Neme
DNI 22.363.770
El sindicalismo
Excelente la columna escrita por el periodista Luciano Román describiendo al sindicalismo en nuestro país. Debería ser de lectura obligatoria para todos los afiliados a los diferentes gremios. El sindicalismo de Biró, Acuña, Intercargo, Moyano y tantos otros no representa a sus bases, sino que defiende sus burocracias; ellos no defienden ideas ni derechos, tan solo negocios y privilegios. Sería interesante saber cuánto cobraba el Sr. Biró como director de Aerolíneas Argentinas y qué hacía con ese ingreso. ¿Lo repartía entre los afiliados a su gremio?
Este sindicalismo agresivo y patotero es uno de los grandes responsables del atraso y la pobreza de nuestro país, especialmente en los últimos 50 años. Espero que el nuevo aire que estamos comenzando a respirar haga reflexionar especialmente a los afiliados a los gremios y que se den cuenta de quiénes son sus representantes y a qué intereses responden.
Carlos E. Echague
DNI 11.986.456
Foto presidencial
Con el debido respeto, la foto del Presidente con Donald Trump y su asesor Elon Musk me remonta a aquellas viejas fotos de parque de diversiones en las que el cuerpo estaba configurado y uno sacaba la cabeza por el agujero. Es notorio que el riguroso smoking de los norteamericanos responde a un tedioso desfile de invitados para cumplir con el ritual durante una larga jornada. El paso fugaz de Milei lo demuestran la carpeta y otros elementos que usualmente carga por no saber qué hacer con las manos sueltas. Hay remedio para esto. Se llama protocolo.
Eduardo R. Malvar
emalvar254@gmail.com
Alegría inexplicable
Si muchas fueron las jornadas tristes que el peronismo-kirchnerismo regaló al país, la del miércoles pasado supera a las más penosas. Ver a la expresidenta Cristina Kirchner lanzando besos y saludos por doquier, con una alegría inexplicable para cualquier persona que ha sido declarada culpable de delitos muy graves, debe hacernos reflexionar acerca de la real incapacidad de gran parte de nuestro pueblo para apreciar los valores imprescindibles en la conducta de los gobernantes. Si bien es aventurado formular un diagnóstico sobre la expresidenta, creo que podría definirse como “locura moral”. He aquí su definición: “Alteración de las facultades del individuo en que, conservando la capacidad cognoscitiva y el dominio sobre su voluntad, carece de valoración de los actos morales, ante los cuales el sujeto experimenta indiferencia, cinismo o inversión acerca de los conceptos generales de los hombres”. La descripción de esta patología fue realizada por James C. Prichard en 1835.
Miguel J. Maxit
DNI 5.810.625
Elpidio González
Sin lugar a dudas, luego de la decisión del gobierno nacional de sacarles la jubilación de privilegio a Cristina Fernández de Kirchner y Amado Boudou, viene a la memoria de muchos la figura de Elpidio González. El político argentino que terminó sus días en la pobreza: no quiso tener sueldo y rechazó una jubilación de privilegio. Cuando le tocó desempeñarse como vicepresidente, entre 1922 y 1928, rechazó tener sueldo porque consideraba que estaba mal cobrar por algo para lo que el pueblo lo había elegido. Él había gestionado tal ley, pero siendo vendedor ambulante después de ser vicepresidente de Alvear argumentó que no correspondía beneficiarse de algo creado por él, desde el Estado.
Andrés Gastaldi
andres.gastaldi@gmail.com
Privatización de AySA
Dentro del plan de privatizaciones de empresas públicas pensadas por el Gobierno se encuentra la compañía AySA. Durante el gobierno del presidente Menem, en el marco de las atribuciones extraordinarias concedidas al Poder Ejecutivo, encaró una serie de privatizaciones de empresas en manos del Estado y que eran totalmente ineficientes. Una de ellas fue la original Obras Sanitarias de la Nación. A tal fin se preparó toda la documentación correspondiente para un llamado internacional. Se presentaron varios consorcios de importantes empresas, siempre acompañadas por algún socio internacional con experiencia en el manejo de este tipo de servicio. Uno de ellos, que fue el que ganó la licitación, estaba integrado por: Lyonnais des Eaux, Dumez, Tames Water Aguas de Barcelona, Banco de Galicia y la empresa local Sociedad Comercial del Plata, que era la líder. Se denominó Aguas Argentinas. El pliego técnico especificaba claramente todos los estudios y trabajos que se deberían realizar para mejorar todas las instalaciones correspondientes. En lo referente a la propuesta económica, era muy simple: se debía cotizar un monto fijo en dólares por metro cúbico de agua potabiliza que se entregaba a la red a la salida de la planta San Martín. Por supuesto el agua potabilizada era rigurosamente analizada en su laboratorio previamente, totalmente modernizado en la planta. Se mejoraron todas las instalaciones: plantas de tratamiento, bombas, redes de distribución, válvulas, etc. Se remodeló el edificio emblemático ubicado sobre la Avda. Córdoba, donde había tanques que permitían que desde allí se produjera la distribución. En síntesis, se pasó de tener un sistema totalmente deficiente a otro moderno de acuerdo con todas las hormas técnicas y, lo más importante, el agua suministrada estaba perfectamente potabilizada.
Durante el gobierno del presidente Kirchner se decidió que era inaceptable que el gobierno pagara un contrato en dólares y consecuentemente propuso que el canon se pesificara. Por supuesto, las empresas no aceptaron este cambio fundamental. Todas las inversiones sea habían realizado en dólares, así como los análisis económico-financieros. Se rescindió el contrato y las empresas le hicieron juicio a la Argentina ante la corte internacional. Por supuesto, la Argentina lo perdió y tuvo que pagar una millonaria indemnización. Aguas Argentinas pasó a manos del Estado bajo el nombre de AySA. Los resultados del desmanejo, actos de corrupción, ineficiencias y el lugar del posicionamiento de políticos quedaron a la vista, originando un déficit importante que le cuesta al Estado importantes montos en dólares.
En resumen, este análisis es para poner en evidencia que por razones ideológicas se produjeron un atraso importante en el funcionamiento de un servicio tan importante y un serio derroche de recursos. Ahora se habla de volver a privatizarla. Queda claramente puesto en evidencia que tiene que haber fundamentalmente seguridad jurídica, y respetar los contratos. Caso contrario, se producen retrocesos costosos para el país.
Eduardo Firvida
DNI 4.305.435
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