Cartas de lectores: Cambio de nombre, Cuba, gobierno y poder
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Cambio de nombre
La estrategia del peronismo/kirchnerismo de cambiar el nombre en cada elección es buena porque así algún desprevenido puede no darse cuenta de todas las barbaridades que dijeron e hicieron. Lo más difícil debe ser para los publicistas explicar cómo los mismos que gobernaron con un grado mayúsculo de impericia y que nos llevaron a la caótica situación actual van a solucionar los problemas que ellos mismos crearon (la mayoría) si no lo pudieron realizar durante el período que les tocó gobernar
Mauricio Balumelli
DNI 14.013.837
Cuba
Fito Páez necesitó 64 años de régimen comunista en Cuba para darse cuenta de que es hora de hacer un cambio. Fueron 64 años de asesinatos, fusilamientos, cárcel a opositores, censura, dictadura, partido único, gente escapando masivamente; 64 años “exportando” su milagro socialista, entrenando terrorismo y destruyendo otras sociedades; 64 años de opresión, de delación y miseria: lograron crear un verdadero infierno en la Tierra.
Fito: mejor tarde que nunca.
Ricardo Ribatto Crespo
DNI 10.200.484
Gobierno y poder
Es frecuente que quienes hablan o escriben sobre política, con mayor frecuencia cuando hay contiendas electorales, utilicen la palabra “poder” como sinónimo de “gobierno”. Entonces se afirma, por ejemplo, que “en la búsqueda del poder” un candidato expone su programa, cuando, en realidad, lo que se está disputando es una posición en el gobierno, que puede ser ejecutiva o legislativa. Lo que se disputa, en el plano político, no es el “poder”, sino la posición desde la cual el elegido hará lo que prometió en la campaña electoral. Esta deformación del lenguaje es propia de naciones que, si bien están jurídicamente organizadas, olvidan las reglas constitucionales que las rigen. Y esta deformación no es puramente formal, es sustancial, pues quienes aspiran a gobernar y gran parte de la opinión pública asignan al triunfo electoral capacidades que exceden lo establecido por la Constitución. Las exageraciones en que incurren quienes utilizan el término “poder”, además de confundir a la ciudadanía, confunden a los candidatos, que creen que si acceden al gobierno (en cualquiera de sus niveles) pueden hacer lo que les plazca, aun violando las normas jurídicas vigentes. Conviene recordar que la Argentina es un nación constitucionalmente organizada en la que los gobernantes son sus administradores y garantes de los derechos de los ciudadanos.
Guillermo Lascano Quintana
lascanoquintana@hotmail.com
El día que me quieras
Es tal el estado de caos y agresividad que está viviendo la política en la Argentina que quiero aportar a la unión de todos los argentinos recordando ese enorme tango de Carlos Gardel y Alfonso Le Pera, “El día que me quieras”, para que sirva de convocatoria fraterna en las horas aciagas que vive el país. Me ajusto a la fraseología del apoteótico Carlos Gardel. Asumo que la música la conocen: “Acaricia mi ensueño, el suave murmullo de tu suspirar/Cómo ríe la vida, si tus ojos negros me quieren mirar./Y si es mío el amparo de tu risa leve, es como un cantar,/Ella aquieta mi herida; todo, todo se olvida./El día que me quieras, la rosa que engalana/Se vestirá de fiesta con su mejor color/Y al viento las campanas, dirán que ya eres mía,/Y locas las fontanas se contarán su amor./La noche que me quieras, Desde el azul del cielo/Las estrellas celosas nos mirarán pasar./Y un rayo misterioso hará nido en tu pelo,/Luciérnagas curiosas que verán que eres mi consuelo./El día que me quieras, no habrá más que armonía./Será clara la aurora y alegre el manantial/Traerá quieta la brisa rumor de melodía/Y nos darán las fuentes su canto de cristal/El día que me quieras, Endulzará sus cuerdas el pájaro cantor,/ Florecerá la vida, no existirá el dolor./La noche que me quieras, Desde el azul del cielo/Las estrellas celosas nos mirarán pasar./Y un rayo misterioso hará nido en tu pelo,/Luciérnagas curiosas que verán que eres mi consuelo”.
Es mi esperanza que las sentidas palabras del Zorzal Criollo conmuevan al lector y despierten el mismo sentimientos de afecto y compromiso con la patria y los argentinos.
Alberto Jorge del Campo Wilson
DNI 10.133.913
Virus
Un virus necesita de un cuerpo para vivir, multiplicarse y mutar, pasando de cuerpo en cuerpo para colonizar y hacerse fuerte. La prueba de ello no solo está en la naturaleza, también está en la política argentina.
Gonzalo G. Arias
DNI 17.659.250
¿Cuál de los Alvear?
La gente de teatro ha recibido con alegría la reapertura del Teatro Presidente Alvear, después de haber estado cerrado nueve años para una remodelación que, normalmente, no demanda ese período de tiempo. Pero la alegría ha venido acompañada de sorpresa y, para muchos, de indignación. El Presidente Alvear, nombre con que Pascual Carcavallo bautizó a esa sala en 1942, ha pasado a denominarse Teatro Alvear, a secas. Ahora no sabemos si el nombre honra a Carlos María de Alvear, creador con el Gral. San Martín de la Logia Lautaro y director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata; o a Torcuato de Alvear, primer intendente de la ciudad de Buenos Aires; o a Diego de Alvear, abogado y senador nacional; o a Carlos Torcuato de Alvear, intendente de Buenos Aires. O si, tal vez, se sigue tratando del presidente Marcelo T. de Alvear, creador del Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico; de la Radio Municipal, e impulsor de la compra del Teatro Cervantes por parte del Banco de la Nación, pasando a ser nuestro único Teatro Nacional. Y que, además, junto a su esposa, Regina Pacini, construyó la Casa del Teatro. Habrá que averiguar entonces a quién homenajea esa sala desde hace unos días y qué dice la ordenanza –si la hay– que autoriza este injustificado cambio de nombre.
Mario Gallina
gallinamario@yahoo.com.ar
En la Red Facebook
Rosario. Un hombre liberó la carga de cereales de un camión en movimiento y escapó
“Rosario, un lugar donde la policía y el poder jurídico no existen. Esto demuestra la impunidad el y libertinaje. Los ciudadanos trabajadores vivimos con miedo por personas como estas. De terror”- Flor Sabri
“Qué desamparados estamos, qué tristeza”- Marta Flores
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