Amenaza, ley de salud mental, batalla cultural
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Amenaza
El caso del misterioso avión aterrizado en Ezeiza con numerosa tripulación iraní y venezolana ha provocado reacciones tanto en la sociedad como en el ámbito político. La oposición citó a declarar a los ministros de Interior, Seguridad y Relaciones Exteriores y a funcionarios del área de aviación civil. Pero se ha omitido la presencia del ministro de Defensa. Las anomalías ocurridas durante el vuelo constituyen una amenaza a la seguridad nacional. En un país serio, esta aeronave, a los pocos minutos de haber cortado la comunicación con los sistemas de detección aérea –según se denunció–, habría sido interceptada por una sección de cazas e intimidado a descender no en un aeropuerto civil como Ezeiza, sino en una base militar. Y ni hablar de los servicios de inteligencia argentinos, no sé si han actuado con negligencia temeraria o con complicidad.
Luis Javier Mihovilcevich
l_mihovilcevich@hotmail.com
Ley de salud mental
Continúa la polémica por la ley de salud mental. Uno de los puntos que generan controversia se refiere a los requisitos de internación del paciente. La norma actual exige que sea un equipo interdisciplinario el que determine el riesgo del paciente contra sí mismo o contra terceros. El fundamento es teóricamente indiscutible, pero en la práctica las demoras pueden generar precisamente lo que se trata de evitar, es decir, el suicidio o agresiones mortales. Con una mínima rectificación de la ley, el conflicto se resolvería. Solo sería exigible la intervención de un equipo interdisciplinario en las horas posteriores a la internación y no en las previas, de acuerdo con la apreciación de familiares y del médico interviniente en el momento de la crisis.
Beatriz Aloé
DNI 10.249.956
Batalla cultural
Hace unos días un conocido político dijo que preocuparse por el idioma inclusivo era “fulbito para la tribuna”. Como no soy lingüista no pretendo discutir los méritos, o falta de ellos, de esa manera de expresarse, pero me parece importante tener en cuenta que ese idioma, junto a la lucha por las diferentes identidades de género, el extremismo en las posturas feministas y la ultrapostura ecologista forman parte de la lucha cultural librada por la izquierda en varios países, la Argentina incluida. Por lo tanto, es ingenuo, cuando menos, calificarla de “fulbito para la tribuna”.
Gustavo Berti
DNI 6.646.488
Los sucesos de 1915
En su carta publicada el 2 de junio, el lector Ariel Sánchez intenta retratar los sucesos de 1915 a través de una película de propaganda negra. La industria del cine es una plataforma importante para reflexionar sobre las tragedias de la historia humana común, sin embargo, puede convertirse en una peligrosa herramienta de propaganda, como lo vemos en el caso de las películas financiadas por algunos círculos armenios al distorsionar los hechos históricos como una imposición en la mente de las personas. Por lo tanto, no sorprende que el señor Sánchez se sienta inspirado y conmovido por estas películas porque este es el objetivo principal de la propaganda. Los sucesos de 1915 no pueden considerarse “genocidio” de conformidad con los artículos pertinentes de la Convención de la ONU de 1948, que describen el delito de genocidio. Este es un tema históricamente controvertido, cuya discusión pertenece al ámbito de la historia, no a la política, la literatura o la industria cinematográfica. También debo agregar que la propuesta de Turquía para el establecimiento de una comisión de historia conjunta a tal efecto sigue intacta, pero sin respuesta de la parte armenia. El período durante el cual ocurrieron estos trágicos sucesos coincide con la Primera Guerra Mundial y la caída del Imperio Otomano. Fue un período horrible para todos los anatolios, no solo para los armenios. Seleccionar los sufrimientos de los armenios e ignorar el dolor de más de 500.000 turcos masacrados por los rebeldes armenios durante ese período definitivamente no es un enfoque objetivo. Los sufrimientos son comunes, el dolor es el mismo.
S. Vural Altay
Embajador de la República de Turquía en Buenos Aires
Fumadores
Felicito al autor de la carta “Espacio público”, publicada el lunes, por haber escrito lo que piensan muchos vecinos de la CABA. Recordemos siempre que el espacio público, las veredas y las calzadas, tiene una función, y si se debe modificar se debe hacer con una norma legal. En el caso de la emergencia por el Covid-19, por la necesidad de esparcimiento de los vecinos y el mantenimiento de la actividad comercial durante la pandemia, esto puede obviarse, pero siempre que sea provisorio y no permanente. Un tema no planteado es el de fumar o no fumar en los decks gastronómicos cubiertos. ¿Son espacios cerrados o no lo son? Los fumadores tienen su derecho, pero los no fumadores tenemos también nuestro derecho de mantenernos sanos. Debe aclararse este tema.
José Mancera
josefmancera@hotmail.com
Sin resentimientos
Muy buena la entrevista de Flavia Fernández en la revista al exrepresentante de modelos Ricardo Piñeiro. Sobre todo, por resaltar la sinceridad y el buen espíritu de una persona que sufrió un revés de fortuna formidable, sin que en todo el reportaje se aprecie resentimiento alguno de su parte por esa razón. Muy interesante leer de qué manera comprendió, a través de su infortunio, cómo “muy poco puede significar mucho”, por decirlo de alguna manera. Sería positivo que muchos resentidos impenitentes que se pasean por los medios audiovisuales tomaran nota de lo que dijo el entrevistado y apreciaran cómo encara su vida presente con humildad, colaborando con los pobres, sin quejas y sin hacer autobombo por su modesto aporte.
Carlos Berro Madero
carlosberro24@gmail.com
En la Red Facebook
Un fiscal venezolano advierte sobre una importante célula iraní consolidándose en la Argentina
“Este país ya se volvió paraíso de mafiosos, corruptos y toda clase de delincuentes, porque acá reina la impunidad y no existen leyes ni ley. Pronto seremos Argenzuela”- Liliana Fiorini
“¡Pobre patria mía!”- Odila Serafín
“Acá todo es permitido, mientras sea fuera de la ley, por eso vienen”- Nélida Loureyro
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