Carlos Scolari: "El mundo virtual reproduce los conflictos del mundo real"
Carlos Scolari es un investigador siempre atento a las últimas tendencias en materia de medios, tecnología y comunicaciones. De hecho, uno de los posts más recientes de su blog Hipermediaciones se titula "El malestar en la cibercultura".
Doctor en Lingüística Aplicada y Lenguajes de la Comunicación por la Università Cattolica di Milano (Italia) y Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Rosario, Scolari es profesor titular del Departamento de Comunicación en la Universitat Pompeu Fabra, de Barcelona. Entre los libros de su autoría, el más citado es Hipermediaciones, un mapeo del mundo de la comunicación digital interactiva desde una perspectiva teórica latinoamericana que, en estos días, cumple diez años de publicación.
Radicado en España, Scolari visitará esta semana nuestro país. En su agenda están previstas la participación en el Encuentro Nacional de Carreras de Comunicación -que tendrá lugar en Olavarría, entre el martes y el jueves próximos-, así como actividades en las universidades de Tres de Febrero y Austral.
-Hace 15 o 20 años prevalecía una idea sumamente optimista sobre el potencial de la tecnología en nuestras vidas, pero muchos de aquellos pronósticos no se han cumplido. ¿Qué falló -o faltó- en las predicciones de entonces?
-Cada vez que emerge una tecnología, se generan dos discursos, uno optimista ("gracias al telégrafo se acabarán las guerras" decían en el siglo XIX...) y otro pesimista que solo ve las consecuencias negativas (según Platón, la escritura destruía la memoria de las personas). Como siempre sucede, entre lo que los "expertos" imaginan y lo que realmente termina pasando siempre hay una distancia enorme. Basta ver las imágenes del futuro en la ciencia ficción de los años 30 o 50 y comparar con nuestra realidad cotidiana. ¿Por qué es tan difícil predecir estas evoluciones? Porque el entorno socio-tecnológico es un sistema complejo e impredecible: un pequeño cambio genera grandes oleadas de efectos.
-Así como hace 20 años circulaban numerosos libros de tono optimista sobre las bondades de la era tecnológica, hoy los que proliferan son aquellos que, en diferentes formatos y registros, desgranan pesimismo y desencanto.¿Cuál es su análisis al respecto?
-Si hiciéramos un estudio en clave "big data", seguramente tendríamos una curva descendente, la de los libros optimistas ("integrados" hubiera dicho Eco) y otra ascendente, la de los libros pesimistas (o "apocalípticos"). Hubiera sido interesante que estas dos líneas de pensamiento se confrontaran abiertamente en algún momento de la historia. Pero, como escribí en mi blog hace un par de meses, las redes digitales no son (nunca fueron) el paraíso soñado en los años 90 ni el infierno de 2018. El mundo virtual, por una parte, reproduce los conflictos y luchas por el poder que se dan en el mundo real; por otro lado, algunos problemas de la vida analógica -como el acceso a la información- parecen haberse relanzado bajo otras premisas mientras otras cuestiones -como la oposición entre lo público y lo privado- están a la orden del día.
-¿Qué cree que ocurrió con la percepción social, la de los usuarios: registró una variación similar a la que se ve en la producción editorial?
-En los 90 usar la tecnología era un "must". A los empresarios se les preguntaba "¿tu empresa todavía no está en la web?". La misma interpelación llegaba a los ciudadanos: ¡hay que conectarse! Ahora las conversaciones giran alrededor de temas como "darse de baja de las redes", "nos están manipulando", etc? ¡pero seguimos usándolas! Si todo esto sirve para que, una vez pasado el pánico, los usuarios se vuelvan conscientes de lo que implica el uso de los dispositivos móviles y las redes digitales, me parece bien. Pero también se dan situaciones esquizofrénicas, por ejemplo cuando los usuarios critican a las redes sociales? a través de Facebook y Twitter.
-¿Cuáles son, a su criterio, las principales promesas incumplidas de la tecnología?
-Pocas veces una tecnología cambió tantos ámbitos de la vida del Homo sapiens. En ese sentido, las tecnologías digitales han sido mucho más disruptivas que, por ejemplo, la imprenta o, incluso, la máquina a vapor. Podría decirse que las expectativas eran tan altas que en todos esos ámbitos encontramos promesas incumplidas? Veamos el ámbito político: lo que en su momento se pensó como un espacio de discusión racional (muy cercano a la filosofía de Habermas), una "ágora" moderna, ahora se ha convertido en el reino de la "fake news". Lo mismo podría decirse de la educación o el comercio. En este último ámbito, lo que se presentaba como la vanguardia del comercio electrónico y la desintermediación -pienso en Amazon- hoy se perfila claramente como un posible monopolio con altos niveles de explotación de sus trabajadores.
-Hoy han resurgido objetos o costumbres propias de la era analógica.¿Este fenómeno es producto de la combinación de dosis de nostalgia y marketing o podría haber algo más?
-McLuhan sostenía que los medios, después de un período de desarrollo en el que alcanzan su potencial, invertían sus características. Veamos el caso de la historieta: lo que nació a finales del siglo XIX en el corazón de la industria cultural, y era considerado un producto casi bastardo y de bajo nivel cultural, hoy se ha convertido en "graphic novel" que se vende en librerías y se imprime en papel de gran calidad? Algo parecido está pasando con los discos de vinilos y quizá pase con la fotografía. En cierta manera, los medios nunca terminan de desaparecer: en este caso, medios que parecían extinguidos regresan y construyen su nicho, un poco como pasó con el teatro a la llegada del cine. Hay algo de nostalgia pero también de necesidad de contacto físico con los dispositivos. También es un signo de "distinción" cultural, como diría Bourdieu.
-¿Cómo imagina un escenario ideal de interacción entre humanos y tecnología?
-Siempre habrá conflictos en la interacción entre humanos y tecnologías. Los acuerdos o contratos de interacción, o sea, cuando la interfaz tecnológica desaparece durante el uso, funcionan por un tiempo limitado porque siempre emergen nuevos dispositivos o nuevos usos por parte de los sujetos; es esa relación dialéctica la que marca la evolución de la red socio-tecnológica.