Caminos
Pensaba más bien en mis idénticas dificultades para hacer pie en aguas pro y antikirchneristas
Contra mis frágiles protestas, esta mañana húmeda, oscura y pegajosa ha conseguido Ferretti arrastrarme hasta el Jardín Botánico. En plan peripatético se detiene, y me obliga a detenerme, en el vértice de una V corta desde el que se bifurcan dos senderos angostos sin final visible.
- ¿Siente algo? –me pregunta, enigmático.
- Calor, pero imagino que Usted se refiere a alguna otra cosa...
- ¿No siente una angustia ligera, un cierto desasosiego?
- Ahora que lo dice...–concedo, porque podría ser peor.
- Gracias. ¿Sabe lo que sucede? No hay peor elección que la que nos obliga a optar entre sólo dos caminos.
- Hemingway o Faulkner
- Pensaba más bien –reconoce Ferretti- en mis idénticas dificultades para hacer pie en aguas pro y antikirchneristas, en la inexistencia de espacios comunes en los que pueda conversar como antes con mis amigos, sin tener que ofrecer la vida por YPF o llorar desconsolado por el aumento del dólar.
- ¿Pero qué hacer, Ferretti, frente a esta lógica binaria y salvaje de la política argentina de estos días?
- Dos salidas falsas que no conducen a ningún lugar. La primera: alinearse en fila india y aceptar sin chistar las irregularidades que propone el camino elegido. Ustedes de un lado y nosotros del otro: una bipolaridad inconducente que sólo garantiza que nada cambiará nunca. Porque la única manera de sumar caminantes es arrancárselos al otro, que es único. Y eso me obliga a acercarme, a parecerme, a licuar mi identidad para ganar voluntades.
- ¿La otra?
- Luchar a muerte por el poder absoluto. Reafirmar mi posesión de la verdad hasta hacer desaparecer al otro.
- El poder corrompe. Y el poder absoluto corrompe absolutamente.
- Kropotkin.
- Y, desde la semana pasada, Bergoglio.
- Le confieso –confiesa Ferretti- que a Bergoglio nunca termino de entenderlo. ¿Hablaba en el tedeum de Cristina, del ausente Macri o enviaba un mensaje por elevación al Vaticano, tan agitado en estos días por la traición del mayordomo Paoletto?
- Siempre el mayordomo...
- Pero dejemos por esta vez al pobre Bergoglio.
- Lo que de verdad me alarma es ver a viejos compañeros de tantas redacciones, profesionales del periodismo alegremente enrolados en esta mecánica perversa, que los dispone como soldaditos de plomo de un lado u otro del frente de batalla.
- Clarín miente o Queremos preguntar. Una cosa o la otra.
- Una cosa, todas las cosas. Si Clarín miente, Boudou es inocente, Moreno es el conde Chikoff y estamos condenados al éxito. Si queremos preguntar, Bonafini es tan culpable como Schoklender, la Presidenta hizo el ridículo en Angola y el apocalipsis golpea las puertas de la Patria.
- La realidad no consigue siquiera condicionar los discursos.
- El camino es el discurso.
Está comenzando a llover y seguimos parados en el mismo lugar.
- Elijamos, Ferretti, ¿por qué camino agarramos?
- Metámosle por arriba de las plantas. A lo mejor nos encontramos con alguno que está tan perdido como nosotros.