C5N, inesperado líder en su tembladeral
Pasó lo que tenía que pasar: cuando la situación socioeconómica se pone más brava, parte de la audiencia emigra hacia aquellos medios que además de dar las noticias sin anestesia gustan sazonarlas con condimentos alarmistas y comentarios socarrones. Así, C5N se convirtió en marzo en la señal de noticias más vista. Poco importa el papelonazo del "Ganó Scioli" de 2015 o, hace apenas semanas, en una escala menor, cuando dieron el triunfo al candidato kirchnerista a gobernador en Neuquén, que quedó segundo.
Los relatos sombríos y los videographs incendiarios pueden más y cautivan a un público crecientemente predispuesto a confrontar sus propias estrecheces con la pantalla apocalíptica de C5N sin importarles mayormente lo tendenciosas que pueden llegar a ser varias de sus propuestas, algo que con diversos matices también se constata en señales con posiciones diametralmente opuestas. El público argentino capea esa accidentada navegación entre tantas efusividades para un lado o para el otro, conocedor como es de que en lo único que no hay grieta en la comunicación audiovisual es en el notable histrionismo exagerado que atraviesa transversalmente a la mayoría de las señales agotando la paciencia con sus continuos cartelitos de "Alerta", "Urgente" y "Último momento", que de tan repetidas ya no llaman la atención.
Lo cierto es que el hecho de haber quedado en la punta de las preferencias viene provocando malestares diversos en la competencia. La más notable y belicosa fue la de Jorge Lanata, que desde Radio Mitre despotricó contra que C5N siga existiendo teniendo en cuenta que pertenece a un grupo empresario (Indalo) que debe miles de millones al fisco y que, por esa razón, tiene en cautiverio a sus dueños (Cristóbal López y Fabián de Sousa). La señal no está quebrada, como dice Lanata, sino en concurso, con una intervención judicial prescindente que garantiza su funcionamiento y aleja la posibilidad de su cierre.
"El Gobierno, en su necesidad de creación de un enemigo para ver si ganan ellos, lo que está haciendo es bancar a un enemigo con guita de los demás", esbozó su curiosa teoría el conductor de la segunda mañana de Radio Mitre, apuntando a que C5N se sostiene solo gracias a la pauta oficial.
Es un argumento bastante relativo, ya que el gasto global del Gobierno en ese rubro bajó en un 75% desde 2015 y el Grupo Indalo aparece bien abajo en la lista de los beneficiados, que encabeza el Grupo Clarín, en cuyos medios trabaja Lanata. La composición de la cartera de anunciantes de C5N proviene en un 75% del ámbito privado, en tanto que el 25% restante, en efecto, es de origen oficial.
En el detalle de la información suministrada por la Jefatura de Gabinete se observa que se triplicó la cantidad de avisos en esa frecuencia en 2018 en comparación con los dos años anteriores, en tanto que se registra una reducción de la pauta oficial en las radios del mismo grupo (la 10, Vale, Pop y Mega).
El ciclo de entrevistas que comenzó hace poco Lanata por TN no rindió lo que se esperaba y por eso fue desplazado a la medianoche para reforzar la franja de las 23 en la férrea pulseada que ahora le impone C5N. Difícil desligar su bronca de estos datos.
La historia se repite. En febrero, C5N hizo una campaña parecida a la de TN cuando decía que podía desaparecer por efectos de la ley de medios. Fue cuando sus 400 empleados, que vienen cobrando sus ingresos en cuotas, se movilizaron porque la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial bloqueó la cuenta de C5N para pagar sueldos, con lo cual habilitaba a la AFIP a cobrarse de allí lo mucho que se le debe. Esto obliga a la empresa a pagar los salarios por medio de financieras, lo que le suma un costo adicional del 15%. En síntesis: el canal está bien en lo económico y mal en lo financiero, pero no está en su horizonte cerrar ni por asomo.
También cuando el mes pasado Elisa Carrió abochornó a un cronista de esa señal que fue a cubrir un acto en la Fundación Hannah Arendt recordó a aquel episodio en que Néstor Kirchner hizo algo muy parecido con un movilero de Radio Continental.
¿Cuál es la línea editorial que fija Carlos Infante, director de contenidos de C5N y las radios del grupo, en el que trabaja desde la era Hadad? Claramente opositora al gobierno de Cambiemos, aunque del otro lado del arco opositor también les puso un límite a elementos de La Cámpora que antes supieron tener tóxica influencia en la señal. Ídem con Roberto Navarro, más que por ideología por sus malas maneras, que caían pésimo en distintos niveles de la compañía.
El futuro es incierto. Actualmente revolotean cerca de Infante dos grupos (uno americano; el otro, local) interesados en comprar la señal. El tema es que las negociaciones se traban cuando no queda claro quién se hace cargo de la deuda monumental con la Afip. Con los dueños presos y con un juez que deja hacer, Infante parece manejarse con bastante autonomía, aunque se ha fijado un horizonte bastante cercano para dar las hurras: el próximo 10 de diciembre. Algo trascendental ocurrirá ese día: o Mauricio Macri comenzará su segundo mandato o asumirá la presidencia de la Nación algún opositor. Cualquiera de las dos situaciones podría afectar para bien o para mal a la señal que hoy es líder a pesar de su muy frágil situación legal.
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