Boudou no merece la pensión
Con sólidos fundamentos, la Anses ha rechazado el otorgamiento de un abultado beneficio vitalicio al exvicepresidente que deshonró su cargo
El exvicepresidente Amado Boudou parece no tomar conciencia de su real situación procesal en las varias causas que se le siguen por corrupción ni de la condena que ha recibido en una de ellas. No dudó en solicitar la pensión mensual vitalicia que consideró que le correspondía por el alto cargo que ocupó y deshonró durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner.
Con toda razón, ante un pedido de la Justicia, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), que encabeza Emilio Basavilbaso, rechazó de plano esa solicitud que trasunta no solo falta de conciencia, sino también de vergüenza, y lo hizo sobre una sólida base consistente, precisamente, en las investigaciones que se le siguen por hechos de corrupción.
La más conocida y que le valió una reciente condena, por la que se encuentra preso, es la causa de la eximprenta Ciccone Calcográfica, en la cual la Justicia lo halló culpable por haber cometido los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública, por lo cual recibió una pena de 5 años y 10 meses de prisión y fue inhabilitado de por vida para el ejercicio de cargos públicos.
En ese expediente, la Oficina Anticorrupción (OA) evaluó como agravantes los altos cargos desempeñados por Boudou, como el de ministro de Economía y Finanzas Públicas antes de ser vicepresidente, y el hecho de que las maniobras por las que se lo acusó se llevaron a cabo en su beneficio y el de allegados suyos, constituyendo "un grave delito doloso contra el Estado que conlleva enriquecimiento".
En otra causa se encuentra acusado junto con autoridades de la provincia de Formosa por haber intervenido en un contrato de consultoría entre la firma The Old Fund y el gobierno formoseño, por el cual simuló asesorar a esa provincia en la reestructuración de su deuda pública, con la sola finalidad del cobro espurio de dinero.
Boudou fundamentó su desvergonzado pedido para que se le otorgue la pensión mensual y vitalicia en una ley de 1991 que prevé ese beneficio para expresidentes, exvicepresidentes y jueces de la Corte Suprema. En caso de haber tenido éxito, le habría correspondido una suma mensual de unos 220.000 pesos.
Pero en su rechazo, formulado ante un pedido judicial, la Anses demolió la pretensión con pocos pero rotundos argumentos. En primer término, destacó que la asignación contemplada en la ley era graciable y no tenía carácter previsional. Por lo tanto, a diferencia de las prestaciones de la seguridad social, puede ser rechazada. Además, este tipo de pensiones se otorgan "en reconocimiento del mérito y del honor" de quienes han desempeñado tan importantes cargos. La propia ley, destaca la Anses, aclara que sus beneficios no alcanzan a quienes hayan sido removidos mediante juicio político o por mal desempeño de sus funciones.
Para la Anses, esas excepciones son extensibles y aplicables a quienes cometen delitos mientras ejercen cargos públicos. De esta manera, con esa decisión, elogiada por la titular de la OA, Laura Alonso, se ha impedido que Boudou volviera a apropiarse en forma indebida de fondos públicos.